México D.F. Viernes 19 de diciembre de 2003
Cubanos amplían artimañas para viajar a México
En pos de visas, inventan falsos grupos musicales; se refuerzan los requisitos
GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL
La Habana, 18 de diciembre. ''Soy el pianista del grupo'', dijo un joven cubano que solicitaba visa para México, donde haría una temporada de presentaciones con su banda. Cuando en el consulado mexicano le pidieron que ahí mismo interpretara una pieza, todo empezó a salirle mal.
Un viejo piano que estaba en la sección consular de la embajada de México en La Habana se ha convertido en herramienta de la política migratoria, desde que fueron descubiertos intentos de obtener visados con la fachada de grupos musicales inexistentes.
Aunque tenía un aparente contrato de trabajo en México, el falso pianista no pudo articular nota y sus cuatro colegas se fueron de la hilera en la que aguardaban para cumplir su trámite consular, dice a La Jornada la cónsul de México, Olga García Guillén.
Este año tres falsos grupos musicales intentaron sin éxito viajar legalmente a México, informa la diplomática, al relatar que esa es una novedosa variante que han explorado algunos cubanos para salir de la isla.
Pero la fórmula más buscada es la de los matrimonios mixtos ficticios, un esquema que el consulado y el Instituto Nacional de Migración (INM) atajan con filtros como las entrevistas simultáneas a los pretendidos cónyuges, en La Habana y en la ciudad de México.
Es imposible garantizar al cien por ciento que las visas serán otorgadas siempre a parejas legítimas y serán negadas a las inventadas, agrega la funcionaria, pero hay mecanismos para acercarse a una solución razonable.
"Hay que tener mucho cuidado, mucho respeto y mucha sensibilidad" para interrogar en una materia tan delicada, expresa la cónsul, quien además subraya que no tiene personal suficiente para cumplir la tarea. ''Tenemos que calcular las vacaciones al milímetro''.
A las parejas binacionales que pretenden radicar en México, el INM pide, además, una ''prueba de la relación''. Por ejemplo, cartas, fotos o videos de la boda y testimonios de su cercanía.
García Guillén es una experimentada funcionaria que en la Secretaría de Relaciones Exteriores tiene la reputación de ser la principal especialista en derecho consular. Vino a La Habana el año pasado a reorganizar el área, después de que una auditoría reveló irregularidades.
Dice que no hay secreto en su tarea. ''Se trata simplemente de ponerse a trabajar; lo que hemos hecho es poner orden y mantener un muy importante nivel de coordinación con el INM''.
La detección de los falsos matrimonios también se realiza en el puesto migratorio en La Habana. Hay mexicanos, arrastrados a ese tráfico de personas, que revelan de inmediato al agente de frontera en el aeropuerto que vienen ''a casarse''; hay quienes dicen que sólo conocen al futuro cónyuge por foto o que entablaron el trato por correo electrónico.
Casi 200 mexicanos fueron detenidos este año por la policía cubana en ese intento. En general pasan unos días en la cárcel y son repatriados. Algunos vuelven en el avión en el que llegaron.
En los primeros 11 meses del año, México documentó a 9 mil 747 viajeros cubanos, de los cuales 4 mil 121 fueron autorizados por el INM y 5 mil 626 fueron decididos por el consulado, con base en sus facultades legales.
Entre los autorizados por el INM, casi dos tercios son de la categoría ''no inmigrante visitante", que se ampara con el documento FM3 y que incluye, por ejemplo, a los académicos que van a cursos temporales, los cónyuges de mexicanos y, eventualmente, los hijos de la pareja cubana, todos bajo el rubro ''sin actividad lucrativa".
En la misma categoría, pero "con actividad lucrativa", van quienes tienen un contrato de trabajo, como los músicos de verdad.
Cerca de una tercera parte de los documentos de viaje han sido en 2003 para ''no inmigrantes'', como turistas, ministros de culto, periodistas, cooperan- tes con relación directa con entidades mexicanas y otros.
De los más de 5 mil visados otorgados sin autorización expresa del INM, casi todos fueron para funcionarios o empleados del gobierno o instituciones locales. El 52 por ciento del total de viajeros en estos 11 meses ha ido avalado por alguna entidad oficial cubana.
García Guillén estima que al cierre del año habrá viajado legalmente a México un número igual de cubanos que en 2002, en torno a los 11 mil 500, un rango similar al de 2001. En contraste, el INM rechaza peticiones de ingreso a México equivalentes más o menos al doble de las que autoriza.
Entre los nuevos mecanismos introducidos por el consulado está un control de trámites con candados. Por ejemplo, una base de datos revela, si es el caso, el historial migratorio del solicitante, las visas son expedidas por computadora, sin anotaciones manuales y las formas valoradas (los formularios legales) salen foliadas diariamente de un armario bajo llave, en número aproximado a la necesidad de la jornada y del mismo modo se guardan al concluir labores, bajo la responsabilidad personal de la cónsul.
Hasta la fila de solicitantes en la calle está reorganizada. En la acera de la residencia donde está la misión mexicana, dos funcionarios consulares ofrecen información y comprueban que quienes entran al edificio tengan un trámite concreto, que será desahogado ese día.
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