México D.F. Viernes 19 de diciembre de 2003
Se han logrado avances en su tratamiento y sintomatología, pero no en su prevención
Refrigeradores, una de las causas de los numerosos casos de la enfermedad de Crohn, según especialista
JOSE GALAN
Los refrigeradores podrían ser la causa del auge de la llamada enfermedad de Crohn en los pasados 50 años, y que en México afecta a más de 50 mil personas al año. Caracterizada por una inflamación aguda del intestino, tendría su origen en una bacteria común que sobrevive en la comida congelada dentro de esos aparatos eléctricos, incluyendo carne de res, pollo y puerco; embutidos, quesos y lechuga.
El surgimiento de dicha enfermedad desde mediados de los años 50 del siglo pasado ha sido desde entonces un enigma para los científicos y médicos del mundo. Considerada principalmente como una enfermedad del sistema inmunológico, es hasta ahora uno de los dolores de cabeza de los investigadores internacionales.
Pero el doctor Jean-Pierre Hugot, del Hospital Debre, en París, Francia -citado por el diario londinense Daily Telegraph-, considera que el padecimiento está vinculado con los cambios en la forma que la comida es producida y almacenada. "Todos los descubrimientos apuntan a la refrigeración como un potencial factor de riesgo en el surgimiento de la enfermedad", declaró a ese diario.
En México, si bien la sintomatología y el tratamiento son bastante conocidos, no se ha podido avanzar en su prevención, debido al desconocimiento sobre su origen. La afección se define en los textos médicos como "una forma de enfermedad inflamatoria del intestino que sigue un curso crónico imprevisible". Entre los síntomas están calambres, fatiga, diarrea, fiebre, pérdida de peso y fuertes dolores.
Para los médicos, se trata de una enfermedad asociada a la colitis ulcerativa que se traduce en inflamación crónica del tracto digestivo. Sin embargo, la colitis ulcerativa afecta al colon, mientras que la enfermedad de Crohn puede encontrar como zona de influencia cualquier punto del tracto digestivo, desde la boca hasta el ano.
Los pacientes de dicha enfermedad, generalmente personas cuyas edades fluctúan entre los 25 y 35 años, presentan síntomas como dolores en el abdomen inferior derecho, fiebre y diarrea, por lo que a veces se confunde con una apendicitis. El examen más común para detectarla es el llamado colonoscopía. Su tratamiento es de por vida.
El equipo del doctor Jean-Pierre Hugot analizó la llamada hipótesis de cadena fría, la cual sugiere que bacterias como Yersinia y Listeria -comunmente presentes en la carne de res, puerco, pollo, los embutidos, el queso y la lechuga- contribuyen a generar la enfermedad. Estas bacterias pueden vivir en temperaturas muy bajas y contaminan la comida en los refrigeradores. Una vez en el tracto digestivo, las bacterias disparan una respuesta inmunológica excesiva que podría provocar la inflamación.
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