Martín Rábago censura pobreza y falta de acuerdos

Navidad sin "alegría" para obreros y campesinos, prevé el Episcopado

JOSE ANTONIO ROMAN

Será muy difícil que los campesinos, desplazados de sus lugares de origen a causa de la pobreza y la difícil situación del campo, y los obreros, muchos de ellos desempleados, puedan vivir con alegría la fiesta de la Navidad en medio de tantas carencias, inclusive de las cosas más necesarias como alimento, casa y vestido, afirmó el presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), José Guadalupe Martín Rábago. En su mensaje de Navidad lamentó la falta de acuerdos entre gobernantes y legisladores, lo que crea obstáculos cada vez más difíciles de superar e impide la creación de condiciones adecuadas para que el país avance hacia el progreso y el desarrollo.

"Cuántos hombres, verdaderos hijos de Dios, pero carentes de recursos económicos, vienen a llamar a la gran posada de nuestro mundo y no hay lugar para ellos porque sólo son recibidos con las puertas abiertas los que son capaces de producir o de influir por su poder", indicó el prelado.

Asimismo, se refirió al creciente problema que viven miles de niños de la calle en todo el país, en quienes se refleja la problemática de la drogadicción, del alcoholismo, la falta de oportunidades, la pobreza y la profunda crisis de valores, situación por la cual la familia es una de las instituciones más afectadas. Recordó que el papa Juan Pablo II ha dicho que el "el futuro de la Iglesia, más aún, el futuro del mundo, pasa necesaria y obligatoriamente por la familia".

Expuso que del análisis de la realidad "aparecen algunos signos preocupantes de la actual situación familiar: desintegración, falta de comunicación entre las parejas, violencia doméstica, carencia de comprensión entre parientes, que sufren los continuos ataques de la propaganda y práctica antinatalista; el problema del alcoholismo y la drogadicción, la plaga del divorcio y la cultura deshumanizadora del machismo".

En la carta, que es distribuida en todos los templos y parroquias de la diócesis de León, Martín Rábago señaló que "es muy notorio el aumento de parejas que viven en unión libre o bien casadas sólo por lo civil, practicando lo que se ha dado en llamar 'matrimonio a prueba', que consiste en una unión provisional, sin compromiso definitivo y sin sacramento del matrimonio. Esto es un claro reflejo de que el matrimonio sacramental ha perdido, entre muchos jóvenes, su valor y su significado, y ahora lo ven más bien como carga y cadena que limita la libertad humana"

Añadió:"se constata que el flagelo del divorcio sigue haciendo estragos en la familia; en muy poco tiempo ha aumentado el número de parejas divorciadas, sin contar las que se separan en la práctica, sin formalizar un divorcio. De los resultados de algunas investigaciones llama la atención la elevada preocupación que se tiene por las cuestiones económicas como el desempleo y la insuficiencia del salario.

"El debilitamiento de los valores humanos y cristianos en el seno familiar es causa de disgustos frecuentes y de falta de comunicación y comprensión que luego conducen a la desintegración y finalmente al rompimiento de la vida matrimonial. La desobediencia, el alcoholismo y la drogadicción son problemas que siguen afectando gravemente a la vida familiar, males cuyas raíces podrán ser erradicadas con valentía y eficacia sólo con una acción conjunta de toda la sociedad. La problemática familiar está íntimamente conectada con la situación de la juventud".