México D.F. Viernes 19 de diciembre de 2003
El plan de "separación voluntaria" y
otras formas de retiro inducido, los instrumentos
Este año se han cancelado 30 mil plazas en el
gobierno federal, según sindicalistas
FABIOLA MARTINEZ
En el año que concluye han sido canceladas por
lo menos 30 mil plazas en la estructura de la administración pública
federal mediante el programa de "separación voluntaria" y otras
formas de retiro inducido, señalaron dirigentes de sindicatos de
trabajadores al servicio del Estado.
Las cifras oficiales respecto a los programas de retiro
no han sido difundidas por la Secretaría de Hacienda y Crédito
Público (SHCP) ni por el área de servicio civil de carrera
de esa dependencia, y aunque la Federación de Sindicatos de Trabajadores
al Servicio del Estado (FSTSE) sólo reconoce el recorte de 4 mil
plazas por esta vía, en diversas secretarías (Comunicaciones
y Transportes, por ejemplo) se admite un desplome de 3 mil 500 puestos
en la nómina de empleados de base.
El
miércoles pasado, el secretario del Trabajo y Previsión Social,
Carlos Abascal Carranza, dejó en claro que el gobierno no debe ser
el "gran empleador" y ratificó que continuará el adelgazamiento
de la plantilla de empleados públicos. Lo anterior, con el argumento
de que el gobierno debe administrar de manera eficiente los recursos de
la población; además, "aquellos que se retiran se van bien
jubilados con su ahorrito", afirmó.
Lo cierto es que el programa de separación voluntaria
-el cual cumplió cinco etapas de recepción de solicitudes-
ha sido bien acogido por diversos sectores, en especial porque otorga una
liquidación superior a la que marca la ley. Por ejemplo: a un empleado
con más de 25 años de servicio, con sueldo promedio de 4
mil pesos, le correspondería un finiquito de cien mil pesos, pero
con el esquema referido puede obtener hasta el doble.
Mientras tanto, trabajadores adscritos a la SHCP y al
Servicio de Administración Tributaria denunciaron que la Dirección
de Recursos Humanos de esta dependencia ha transgredido la ley burocrática,
la Ley Federal del Trabajo y las condiciones laborales generales para aplicar
un despido colectivo de aproximadamente 900 empleados, con el argumento
de presuntas faltas administrativas.
En un ambiente en el que persiste la disputa por el reconocimiento
oficial del sindicato en la SHCP (actualmente dos grupos se ostentan como
los "auténticos" representantes), la dependencia que encabeza Francisco
Gil Díaz emitió oficios idénticos, expedidos por la
Dirección General de Recursos Humanos, que, de acuerdo con los afectados,
no precisan los detalles de las presuntas faltas y mucho menos son resultado
de un proceso administrativo o de conciliación, canal legal para
llegar a un eventual despido.
El documento referido, firmado por el director general
de personal, Jorge Sergio Félix Cortes, señala: "Me permito
comunicarle que la Dirección General de Recursos Materiales y Servicios
Generales hizo del conocimiento de esta Dirección General de Recursos
Humanos que las funciones encomendadas a usted no han sido desarrolladas
con la intensidad, cuidado y esmero apropiados, lo que ha provocado la
deficiencia del servicio en su área de adscripción y, por
ende, en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público,
tal y como quedó acreditado en la constancia de hechos levantada
por su jefe inmediato de fecha 17 de octubre.
"Por lo anteriormente expuesto se desprende que usted
ha omitido cumplir con la obligación contenida en el artículo
44, fracción I de la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio
del Estado y, consecuentemente, se configuró la hipótesis
prevista por el artículo 46 fracción I de la ley invocada;
por lo que en ejercicio de las atribuciones conferidas en el artículo
67, fracción XII del reglamento interior de la SHCP, comunico a
usted que el nombramiento expedido a su favor deja de surtir efectos sin
responsabilidad para esta secretaría a partir de la fecha de notificación
del presente proveído".
Al respecto, el dirigente de la federación de burócratas,
Joel Ayala Almeida, manifiesta constantemente su rechazo a ese tipo de
programas. Sin embargo, asegura Víctor Bernardo López, dirigente
del sindicato de la SCT, "lo cierto es que no se ha emprendido ninguna
acción de resistencia ni ha dado pelea. Por el contrario, se especula
que la FSTSE obtiene una tajada por cada plaza que cancela el gobierno
federal".
López, uno de los promotores de la central alterna
a la FSTSE que impulsa el sindicato magisterial, admitió que el
gremio que encabeza sufrió una pérdida de 3 mil 500 puestos,
es decir, alrededor de 10 por ciento de la membresía total en esa
secretaría. En un caso similar estarían otras dependencias,
a excepción de los organismos ligados al sector salud y al magisterio.
Manifestó que los únicos que poseen información
exacta del número de bajas son, por supuesto, el servicio civil
de carrera de la SHCP y el líder de la FSTSE. No obstante, el grupo
opositor a la federación de empleados públicos, encabezado
por el magisterio, calcula que la pérdida es de por lo menos 30
mil puestos. Lo anterior, en concordancia con la meta de gobierno de reducir,
en el año que concluye, la nómina en 125 mil lugares, para
alcanzar una reducción presupuestal de cada dependencia federal
de 17 por ciento, en promedio.
Señaló también que continúa
en ascenso el "terrorismo laboral" y que pese a ello "la actitud pasiva
de la FSTSE, salvo en las estridentes declaraciones de Ayala ante la prensa,
sólo refuerza las versiones de que hay contubernio entre Hacienda
y el senador".
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