Acuerdo en la ALDF

Descontarán faltas a los diputados

RAUL LLANOS Y GABRIELA ROMERO

El pleno de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) aprobó ayer un punto de acuerdo para que aquellos diputados que no trabajen, no cobren.

De acuerdo con el planteamiento, presentado en tribuna por el vicecoordinador de la fracción del PRD, Carlos Reyes Gámiz, a los legisladores que falten a las sesiones del pleno se les descontará un día de dieta, es decir, aproximadamente 2 mil pesos, en tanto que para quienes no asistan a las reuniones de comisiones el descuento será de 50 por ciento, o sea, mil pesos.

Quedarán exentos de esta medida quienes justifiquen adecuadamente su ausencia o hayan tenido permiso de la mesa directiva de la ALDF, de su comisión o del comité correspondiente.

Al exponer los considerandos del punto de acuerdo, el perredista afirmó que esa medida "garantiza un trabajo real y efectivo de los representantes populares", y representa una "muestra clara a la sociedad de que los legisladores están comprometidos con su trabajo; tal es su compromiso que están dispuestos a no percibir la dieta correspondiente en caso de no poder cumplir con su responsabilidad encomendada".

En el mismo punto de acuerdo se plantea que cuando un diputado acumule cuatro faltas sin justificación o sin permiso procederá de manera automática su baja de la comisión o el comité respectivos, con excepción de la Comisión de Gobierno.

El pleno también aprobó el reglamento interno de las comisiones de la ALDF. Correspondió al diputado panista Obdulio Avila Mayo fundamentar el dictamen.

Más adelante los diputados también aprobaron reformas y adiciones a la Ley Orgánica y al Reglamento para el Gobierno Interior de la ALDF, que establecen que los diputados podrán hablar en tribuna no más de 30 minutos, para agilizar los trabajos en las sesiones ordinarias.

También Avila Mayo presentó este dictamen. Destacó que el trabajo previo en comisiones permite a los grupos parlamentarios exponer sus posturas y decidir el sentido de su voto de la manera más consensuada posible, para que en la tribuna se acelere el debate legislativo, sin detrimento en su calidad.