Cobras ganó 1-0 y con global de 2-0 es finalista de la Primera A

Zacatepec, eliminado; su afición lo apedreó al final

Los azucareros fallaron un penal casi al término del encuentro

LA JORNADA MORELOS

ZACATEPEC, MOR., 13 DE DICIEMBRE. Al final del encuento entre Zacatepec y Cobras de Ciudad Juárez, que ganó este último 1-0 (global 2-0), los aficionados se liaron a golpes, presas de la desilusión de que nuevamente su escuadra, como hace más de 18 años, se queda en el camino, en esta ocasión en las semifinales.

Aparentemente el local tenía mejor nómina y futbolistas, pero los de Chihuahua mostraron mejor trabajo de equipo, dirigido por el morelense Sergio Orduña.

Los aficionados, quienes se dieron cuenta de que los jugadores no estaban concentrados en el encuentro, empezaron por guardar silencio, mas después de que Mario Grana falló un penal, ya en las postrimerías del cotejo, desde las tribunas empezaron los insultos y al final del compromiso se inició la gresca en las tribunas, lo que ocasionó que los guardianes del orden intervinieran y hubo varios detenidos, sin que se precisara el número, como tampoco de los lesionados.

A mediados de 1985, cuando los Cañeros descendieron a la segunda división nacional, al perder con Toros del Atlético Español, se dieron hechos mucho más violentos, puesto que los aficionados se metieron a la cancha y apedrearon los vestuarios de los jugadores locales y ocasionaron que se vetara la instalación por un par de cotejos.

En el encuentro, los morelenses se mostraron desconcentrados, tanto que en los primeros 7 minutos ya los visitantes tuvieron una oportunidad, pero el remate de Carlos Fretes se estrelló en el poste; a los 15, Valtencir Gómez cobró un tiro libre en las inmediaciones del área; el guardameta Jorge Ocampo rechazó, pero Héctor del Angel remató e hizo el definitivo 1-0.

Antonio Mohamed terminó con cuatro delanteros, Roberto Nurce, Juan Angel Paredes, Francisco Bravo y Miguel Salcedo, pero con Mario Grana y Jorge Alberto Collazo en la media cancha sin mandar balones a modo, por lo que sólo se generó una oportunidad en el complemento, cuando Miguel Salcedo fue derribado dentro del área, a los 43 minutos, pero Mario Grana entregó el esférico al guardameta Carlos Zamora.

El entrenador del Zacatepec mandó a jugadores que normalmente no habían visto acción, lo que se comentó en las tribunas en donde se armó una gresca al final del compromiso.

Un buen número de aficionados arrojó piedras y toda clase de objetos contra el vestidor del equipo Zacatepec, golpeando además los autos tanto de jugadores como de representantes de medios de comunicación.

Después la policía dispersó a los aficionados e informó que hubo algunos detenidos y lesionados, mas no especificó el número.