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México D.F. Domingo 14 de diciembre de 2003
Laura Alicia Garza Galindo
Y otra vez, en red nacional
De nuevo, los legisladores hemos sido objeto del discurso del presidente Fox en red nacional, en horario triple A, para brindar a sus iguales, representantes legítimos del pueblo, los legisladores, reproches y Ƒamenazas?, por haber ejercido su derecho a seleccionar un proyecto de nación diferente al presidencial, quien vuelve a repetir cansinamente -pálido, desencajado, con voz pastosa, esa en la que se percibe el miedo y el nerviosismo y, con dos que tres gallitos- el mismísimo discurso que nos ha regalado durante tres largos años en el poder:
"Quienes decidieron votar en contra de la reforma han optado por aplazar la solución de los rezagos sociales y posponer la recuperación del crecimiento sostenido para impulsar el desarrollo del país".
La primera pregunta que se antoja es: ƑQué hizo usted, señor Presidente, con los recursos que se le han aprobado a su gobierno, cuyos resultados no se ven? Y no se ven porque se ha profundizado la pobreza en México, han desaparecido miles de empresas, sus empleos y salarios, y la calidad de vida de los mexicanos -con contadas excepciones- es pésima. ƑEn dónde quedó la lana, Presidente? De qué sirve la democracia que usted no se quita de la boca, si sus gobernados -que deben ser el único objeto de su desvelo- no reciben los esfuerzos que a usted le corresponde retornar, contra el pago de sus impuestos. ƑEn dónde está la lana, Presidente? Porque se dice y se dice bien que usted gastó mal, muy buena parte de los recursos, en frivolidades, en gasto corriente para que los suyos, de adentro y de afuera, vivan como príncipes, mientras los nuestros viven como mendigos.
Se dice y ni siquiera podemos comprobarlo, porque si algo falta en este gobierno es transparencia en la información y sobra el irrespeto a las leyes más elementales, como lo es la Ley Orgánica de la Administración Pública de la Federación, que se han instalado 72 subsecretarías más -por supuesto, sin la anuencia del Congreso- y se incrementaron excesivamente sueldos a los funcionarios de mandos medios y altos, y a usted mismo, señor Presidente. El incremento al gasto corriente es de más de 137 mil millones de pesos, poca austeridad en el gobierno "del cambio", señor Presidente, y mucho abuso a costillas de la calidad de vida de los mexicanos, resultado además de la poca o nula atención al aparato productivo nacional y el descuido a la forma y fondo del desarrollo nacional y del estado de derecho, del imperio de la ley.
Y dice el señor Presidente: "La democracia no justifica el desacuerdo, la expresión de la pluralidad no debe ser excusa para servir a intereses de grupos. La democracia debe ofrecer resultados y dividendos para la sociedad." Y con todo respeto le recuerdo que la democracia, precisamente ésta, no le da a usted autoridad para involucrarse y manosear las discrepancias y desacuerdos de los diputados, para buscar cumplimentar los compromisos de usted, ajenos al interés nacional. Respete a sus iguales, respete los contrapesos y el equilibrio entre los poderes de la Unión y respete al pueblo de México, al menos a su inmensa mayoría. No hostilice de nuevo al Congreso, que seguimos dispuestos a cumplirle a la nación. Debe usted aceptar que la visión del país, del proyecto de nación que la mayoría del Congreso compartimos es, con mucho, diferente a la suya y los intereses de grupo... sólo de los suyos. Así, que quede claro, no aceptamos el traslado de sus culpas, mucho menos sus pactos con los extraños al país. Cargue usted con sus propias culpas y deje trabajar al Congreso, para que éste le cumpla a México. Basta de farsas. Tienen múltiples razones los diputados que votaron en contra de la reforma fiscal, que se pensó iban a votar mansamente. Una reforma perversa y mentirosa, con trampas y distracciones, para que no se vea la búsqueda aviesa de lograr mayores recursos para realizar su obsesión privatizadora. ƑQué acaso cree usted que no estudiamos sus propuestas? šClaro que lo hacemos! Por supuesto que no al IVA, y disfrácelo de lo que quiera. Desea usted 90 mil millones de pesos más del IVA, que amuela más a los muchos. ƑQué quiere, usted tan piadoso? ƑEjércitos de desnutridos? Pues debo advertirle que ya empezaron a aparecer. ƑO son acaso para pagar sus dichosas licitaciones de los contratos de servicios múltiples (CSM), para que además se lleven grandes ganancias y nos dejen sin gas y sin petróleo, y además lo quiere usted pronto y expedito? Pues no, la razón la tienen los diputados.
ƑA poco cree usted que no nos dimos cuenta de que intentó pasar escondida en la Ley de Derechos, de nuevo subrepticiamente, la legitimación de los CSM? ƑNo? ƑY qué significa entonces la introducción de un nuevo régimen fiscal de hidrocarburos, con artículos que inician: "Quienes exploten yacimientos de petróleo crudo o gas natural estarán obligados al pago anual de derechos sobre la extracción de hidrocarburos"...? ƑQué pasó, Presidente? ƑCómo que "quienes"? ƑQué acaso no ha aprendido usted lo establecido por la Constitución Política -que usted juró guardar y respetar-, que el único ente posible autorizado para explotar hidrocarburos: gas y petróleo, es sólo Pemex y sus organismos subsidiarios y nadie más? ƑCómo? ƑAsí quiere usted reforma fiscal? ƑO así le llama a los asaltos en despoblado? No, señor, así no hay reforma. No al menos la que usted quiere. Será sólo la que beneficie al pueblo, el poseedor de estos recursos y a las futuras generaciones, que no son preocupación del Presidente de México. šLástima, Margarito!
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