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México D.F. Jueves 11 de diciembre de 2003
Olga Harmony/ II y última
24 Muestra Nacional de Teatro
Dentro de la paralela Muestra Institucional (MI) la Compañía de Teatro de la Universidad de Guadalajara presentó, bajo la dirección de Saúl Meléndez, Un hombre es un hombre de Bertolt Brecht (autor de fuerte presencia entre las obras escogidas por las instituciones de los estados), en un montaje muy preciso y muy cuidado, pero que se antoja como de los años 70, en que todo consistía en expresión corporal y gritos de los actores al decir sus parlamentos, sin posibilidad de verdadero trabajo actoral que es el sustento del teatro verdaderamente contemporáneo; para peor, las canciones de la viuda Bebgick resultaban estruendosamente desentonadas. De Chihuahua llegó el texto de Edeberto ''Pilo" Galindo, dirigido por él mismo, Lomas de Poleo, con el tema de los asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez, que sin duda fue elegido por la dirección artística para dar a conocer con mayor amplitud el tema, pero que transita del documental al melodrama, con la tesis casi invalidada del asesino serial calcado de teleseries estadunidenses.
El Centro Dramático de Michoacán (MI) que es la nueva sede de Luis de Tavira y su escuela-compañía, en Pátzcuaro, presentó La honesta persona de Sechuán de Brecht en adaptación libre de De Tavira, quien la dirige. El texto se presenta en ropas de esta época sin hacer a un lado los originales nombres chinos, en una estética de lo grotesco en la que los actores con máscaras muestran toda la deformidad de sus personajes -excepto los tres licenciados en que se han convertido los dioses- y acosan a Shen-Té, la única que se sale de esta estética e incluso su máscara es tenue y deja vislumbrar el rostro de Karina Díaz, quien canta con muy agradable voz. No es una escenificación que añada mucho a la trayectoria del talentoso director. El grupo La Acequia, de Coahuila presentó el espectáculo de Gerardo Moscoso Poeta de barro y viento con poemas de León Felipe, bien estructurado y con muy buenas soluciones escénicas; a pesar de que por muchas razones estoy contra el amateurismo he de reconocer que este conjunto de trabajadores, con las naturales desigualdades de un grupo de esta naturaleza, propiciaron uno de los momentos más legítimos de la Muestra.
La compañía que se formó para el 8Ɔ ciclo de Teatro Escolar, en Michoacán, fue seleccionada con El tesoro perdido de Jorge Ibargüengoitia en un buen montaje que desde luego debe haber sido para secundarias, porque la idea de la compra de una mujer no es un tema para mentes infantiles, a pesar del engañoso título. También para Teatro Escolar, Alborde Teatro de Chihuahua presentó Una luna de pinole, encantadora historia de Antonio Zúñiga -que ya fue transformada en ópera- bajo la dirección de Rodolfo Guerrero y en la que intervinieron excelentes diseñadores, sobre todo Philippe Amand que diseñó una carpa con la que se recorrieron muchos pueblos de ese estado. En general, la Muestra constató las disparidades del teatro que se hace en nuestro país y en lo personal me consta todo el trabajo realizado por Luz Emilia Aguilar Zinser, Alberto Lomnitz y Roberto Briceño a lo largo y ancho del país para armar la programación de lo que vimos.
Se realizaron foros de discusión acerca de las obras presentadas y varias mesas redondas con personalidades del centro y de los estados (algunos no asistieron, a pesar de haber confirmado su presencia, pero los organizadores, sobre todo Enrique Singer, lograron subsanar las ausencias con otros invitados de igual, y a veces mayor importancia). Una, especial, como homenaje a Sergio Magaña y las otras -que además del panel de expositores tuvo a dos comentaristas- tocaron los temas que más preocupan a los teatristas del país. En la primera, tocante a la Producción oficial, pidió la palabra el encargado de teatro de la Secretaría de Cultura del DF, Leonel Maciel, quien sin haber renunciado a su puesto, atacó las políticas de su jefe, el por otro lado indefendible Enrique Semo, en un inelegante y desleal acto que molestó a la mayoría de los presentes. Las otras mesas tocaron La dramaturgia, La formación teatral, Las compañías y grupos y El teatro mexicano: tradición o rompimiento. Además, la mayoría de los teatristas presentes discutió y firmó una carta que se hará llegar a las comisiones de Cultura de ambas cámaras con algunas de las demandas más sentidas del gremio.
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