México D.F. Jueves 11 de diciembre de 2003
Al revelar sus ganancias "garantizan su imparcialidad"
Fiscal español propone que empresas de medios de comunicación rindan cuentas
ROSA ELVIRA VARGAS Y GUSTAVO CASTILLO, Y LUIS BOFFIL ENVIADOS Y CORRESPONSAL
Merida, Yuc., 10 de diciembre. La luz que es necesario llevar a la administración pública debe exigirse también a los medios de comunicación. No es que se deba crear la sospecha de que la información está mediatizada por intereses económicos, sino asegurar que los periodistas no se encuentran condicionados por los dueños de las grandes empresas multimedia, expuso Carlos Castresana, fiscal anticorrupción de la Asamblea Parlamentaria española, como parte de las nuevas definiciones que se impulsan para combatir la corrupción en el mundo.
Insistió en que aquello que se predica sobre los gobiernos y las grandes corporaciones, la transparencia en sus cuentas, debiera ser válido para las empresas periodísticas, "simplemente para que se sepa quiénes son sus accionistas, a quién deben dinero, qué apoyo financiero han buscado, cuáles son sus cuentas de publicidad... en definitiva, de dónde están obteniendo dinero, y a partir de ahí que el televidente o el lector pueda pensar por qué una cadena o un periódico están relacionados con cierto escándalo y tenga la oportunidad de buscar la información en otros sitios".
Porque, admitió el especialista, hay "muchos" periodistas y medios de comunicación que ambicionan el poder por el poder mismo. "Entonces tienen que rendir cuentas, no sólo de su labor profesional, sino también de sus percepciones económicas. Es una manera de transparentar la imparcialidad de los medios informativos".
Al participar en el panel El papel de los medios y la sociedad civil en la promoción de una cultura contra la corrupción, Castresana apuntó que los "adictos" a la corrupción son como los vampiros: organizan una cadena y chupan la sangre de sus víctimas, pero no salen a la luz, mientras que los infectados adquieren la misma práctica para poder sobrevivir.
Interesado también, como en muchos países, por el oprobio que significa el asesinato de mujeres en Ciudad Juárez, el fiscal Castresana, cuya actividad profesional lo vincula con ONG y medios de comunicación, dijo que en este caso se ha dado un colapso institucional y un fracaso del sistema, pues en muchos de los crímenes ni siquiera se han integrado de manera correcta las averiguaciones.
El Poder Judicial es en definitiva el responsable de decir aquello que estuvo mal hecho en las fases anteriores y por lo tanto se tiene que abordar el problema en su conjunto para superar todas las deficiencias de las distintas etapas, comentó.
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