México D.F. Jueves 11 de diciembre de 2003
Tampoco se actualizará el equipo médico
de nosocomios y clínicas a cargo de la dependencia
Congela la Ssa programas de mantenimiento en hospitales
El Instituto Nacional de Medicina Genómica, sin
fondos para construir su sede ni equiparse
ANGELES CRUZ
Los proyectos y programas de inversión de la Secretaría
de Salud para 2004 están prácticamente cancelados, por lo
que las clínicas y hospitales del país no realizarán
obras de mantenimiento y/o remodelación, ni podrán actualizar
su equipo médico. El Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación
2004 plantea que los 152 millones de pesos que se requieren para este rubro
se apliquen hasta 2005.
De acuerdo con la propuesta enviada por el Ejecutivo a
la Cámara de Diputados, diseñada bajo el supuesto de que
se aprobaría la iniciativa de reforma fiscal que planteaba aplicar
el impuesto al valor agregado (IVA) de 10 por ciento a alimentos y medicinas,
entre otras medidas impositivas, el costo total de los programas de inversión
asciende a 9 mil 913 millones 326 mil 617 pesos, de los cuales únicamente
se aplicarían, el próximo año, 120 millones 180 mil
597 pesos. En años anteriores se ha dispuesto de mil 500 millones
de pesos para ese fin.
Para
enfrentar el problema, los gobiernos de los estados tendrían que
destinar recursos económicos a la atención de estas necesidades
en los centros de salud y hospitales que de por sí funcionan con
carencias. Sin embargo, en casos como el de los hospitales de la Mujer,
Homeopático y Juárez del Centro, que se localizan en el Distrito
Federal y que en conjunto requieren 17 millones de pesos para diversas
adecuaciones y remodelaciones, apenas tendrán -si los legisladores
lo autorizan- un millón de pesos cada uno.
Estos tres nosocomios trabajan desde hace varios años
con severas carencias, debido a la indefinición jurídica
en que se encuentran. En el organigrama de la Ssa se ubican bajo la responsabilidad
de la Dirección General para la Descentralización Hospitalaria,
la cual busca desde hace por lo menos tres años transferir esas
unidades al gobierno del Distrito Federal, hasta ahora sin éxito.
No obstante, siguen prestando atención médica a la población
que no tiene acceso a las instituciones de seguridad social.
El programa anual de adquisiciones para los servicios
de terapia intermedia, hospitalización y medicina nuclear, por el
cual la Ssa tendría que adquirir equipo de soporte de vida, camas
clínicas, camillas de traslado, sillas de ruedas, mesas de radioterapia,
entre otros, prevé que será hasta dentro de dos años
cuando podría disponer de los 50 millones de pesos que necesita
desde hace varios años.
Una situación similar ocurre con la estrategia
para la adquisición de coaguladores, mesas quirúrgicas, instrumental
médico, controladores de temperatura, estaciones de anestesia, ambulancias,
entre otros. También está pendiente una inversión
de casi 48 millones de pesos que el gobierno federal plantea realizar en
2005.
El laboratorio de Haemophilus Influenza es una obra parcialmente
terminada que no cumple con el programa médico arquitectónico
que requiere el área para ofrecer los volúmenes de producción
que demanda el mercado. Su adecuación implica un gasto de 60 millones
de pesos que el Ejecutivo no tendrá el próximo año.
Los hospitales siquiátricos Samuel Ramírez
Moreno y el infantil Juan N. Navarro, también están incluidos
para participar en el programa de fortalecimiento y mantenimiento de sus
instalaciones, pero igual que en los casos anteriores tampoco podrán
disponer de los 20 millones que les hacen falta.
Ni siquiera el Instituto Nacional de Medicina Genómica
tendrá recursos económicos para la construcción del
edificio que lo albergará, ni para el equipamiento respectivo. Esa
inversión de 636 millones de pesos, tal vez se realizará
un año antes de que termine el gobierno de Vicente Fox.
Otro de los programas sacrificados es el de Calidad, Equidad
y Desarrollo en Salud (Procedes), a pesar de que cuenta con el respaldo
de un financiamiento del Banco Mundial. Con base en el convenio suscrito
entre el gobierno de México y la institución financiera,
la Secretaría de Hacienda y Crédito Público todavía
debería destinar mil 500 millones de pesos a gastos de operación
e inversión.
La dependencia que dirige Francisco Gil Díaz ha
postergado esta inversión porque no se ha aprobado la reforma fiscal
que asegure mayores ingresos económicos a la Federación.
Sin embargo, el proyecto de presupuesto 2004 tampoco plantea incrementar
la asignación al Procedes. Hasta 2003 apenas se han utilizado 98
millones de pesos.
Algunas de las áreas que sí contarán
con financiamiento el próximo año para inversión serán
la vigilancia y control epidemiológico, el programa de adquisiciones
para la equidad de género y el Centro Nacional de Rehabilitación.
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