México D.F. Jueves 11 de diciembre de 2003
Razonable, compartir la reconstrucción
con quienes apoyaron la guerra: la Casa Blanca
Ola de críticas a EU en Europa por la parcial
concesión de contratos en Irak
Francia, Alemania y Rusia, entre otros, fuera de la
lista de los elegibles para inversiones por 18 mil mdd
REUTERS, AFP Y DPA
Washington, 10 de diciembre. Estados Unidos consideró
hoy "totalmente apropiado" impedir que los opositores a la invasión
a Irak, como Francia, Alemania y Rusia, participen en los jugosos contratos
financiados por Washington en el país árabe, y sostuvo además
que los procedimientos de atribución de esos contratos no están
sometidos a las obligaciones de la Organización Mundial de Comercio
(OMC).
La
decisión estadunidense, anunciada el martes por el Pentágono,
provocó una ola de críticas en Europa, mientras el secretario
general de la Organización de Naciones Unidas, Kofi Annan, consideró
que "la estabilidad de Irak es asunto de cada uno de nosotros y deberíamos
unir nuestros esfuerzos".
La medida, calificada por el New York Times como
"la más consecuente represalia de la administración Bush
contra los aliados de Estados Unidos que se opusieron a la decisión
de hacer la guerra en Irak", afecta en especial a Francia, Alemania, Rusia
y Canadá.
"Es normal y razonable esperar que los principales contratos
para la reconstrucción financiados con dinero de los contribuyentes
estadunidenses vayan al pueblo iraquí y a los países que
comparten con Estados Unidos la difícil tarea de construir un Irak
libre, democrático y próspero", justificó tras las
protestas el vocero de la Casa Blanca, Scott McClellan.
El portavoz destacó que el presidente George W.
Bush estaba "al tanto de la decisión y la apoyaba".
Además, Richard Mills, portavoz del representante
estadunidense para el Comercio, Robert Zoellick, sostuvo que los contratos
concluidos por el gobierno transitorio iraquí ?instaurado y controlado
por Estados Unidos? no están sometidos a las obligaciones en materia
de llamados a ofertas internacionales.
Estas declaraciones fueron realizadas luego de que la
Comisión Europea anunció que examinará si la adjudicación
de contratos es conforme a los compromisos de Estados Unidos ante la OMC.
Pero en Ginebra, donde la OMC tiene su sede central, expertos
de comercio dudaron que cualquier caso presentado por los países
excluidos pueda llegar lejos: "Estados Unidos usará el argumento
de seguridad, como lo hizo cuando anunció la decisión", señaló
un especialista, en alusión a las reglas del organismo que permiten
a un país romper las normas si alega que está en riesgo su
interés sanitario o de seguridad.
Los contratos en juego en Irak, que suman 26, representan
un total de 18 mil 600 millones de dólares. Van desde el equipamiento
de un nuevo ejército iraquí, hasta la reconstrucción
de caminos, redes de agua y de electricidad.
Scott McClellan sostuvo, por otro lado, que los países
excluidos podrían beneficiarse de los contratos financiados con
los fondos internacionales dados para reconstruir Irak y que sus empresas
podrían participar como subcontratistas.
En
una circular del 5 de diciembre publicada el martes en el sitio Internet
del Pentágono, el secretario adjunto de Defensa, Paul Wolfowitz,
precisó que la exclusión de los países debe favorecer
la llegada de nuevas fuerzas a Irak.
Precisamente, McClellan dijo que Estados Unidos podría
abrir los contratos a países que no participaron en la guerra si
ayudaban a los "esfuerzos de la coalición" de otras maneras.
El documento del Pentágono difundido ayer indica
que 63 países han sido declarados elegibles para participar en los
llamados a licitación. Las naciones europeas presentes militarmente
en Irak, como Gran Bretaña, España, Italia o Polonia, son
parte de la lista.
Pero pese a su estatus de primer aliado de Washington
en Irak, Londres teme que las empresas británicas sean excluidas
para beneficiar a las estadunidenses. "Hay mucha preocupación sobre
el hecho de que importantes sumas aprobadas por el gobierno estadunidense
para la reconstrucción de Irak sigan inaccesibles a las empresas
británicas y a las de otros países", reconoció la
víspera Christopher Segar, jefe de la misión diplomática
británica en Bagdad.
Alemania, por su lado, consideró inaceptable la
decisión de Estados Unidos.
Por su parte, el vocero del ministerio francés
de Relaciones Exteriores, Hervé Ladsous, declaró: "estudiamos
la compatibilidad de esas decisiones con el derecho internacional de competencia,
en relación con nuestros socios involucrados, en especial la Unión
y la Comisión europeas".
Para el jefe de la diplomacia rusa, Igor Ivanov, "se debe
dar a todos los países dispuestos a participar" en la reconstrucción
de Irak "todas las posibilidades para hacerlo".
Paul Martin, quien a partir del viernes será primer
ministro canadiense, consideró "muy difícil de comprender"
la información del Pentágono.
"Comprendo la importancia de ese tipo de contratos, pero
el tema no debe ser quién los gana, quién hace el negocio,
sino qué es lo mejor para el pueblo iraquí", agregó.
Al excluir de los contratos para la reconstrucción
de Irak a los países que no participan en la invasión, Washington
arriesga nuevos conflictos con la comunidad internacional, estimaron diplomáticos
y analistas en Washington.
La decisión no castiga únicamente a las
naciones más notorias del campo contrario a la guerra. "De hecho,
un centenar de países son excluidos del proceso, entre ellos la
mitad de los miembros de la Unión Europea, incluidos países
neutrales como Suecia y Austria", destacó un diplomático
europeo.
Por el contrario, la lista de los 63 países cuyas
empresas podrían ser elegibles para contratos en Irak incluye estados
como Ruanda o la república de Palau, recompensados así simbólicamente
por un apoyo, también simbólico, a la ocupación.
Ivo Daalder, experto en asuntos internacionales del Instituto
Brookings, estima que la decisión de Washington se explica en gran
parte por consideraciones electorales ?especialmente con la mención
a los "contribuyentes"? pero "reabre las heridas que apenas comenzaban
a cerrarse" en el seno de la comunidad internacional.
Para Thomas Carothers, especialista de la Fundación
Carnegie de Washington, la administración Bush "perdió una
buena ocasión de ganarse el apoyo de aliados importantes".
Los rusos, destacó, son "relativamente ambiguos
sobre la intervención en Irak, y lo que les molesta más es
la sensación de que son echados del país en beneficio de
estadunidenses. Hubiera alcanzado con acordar uno o dos contratos medianos
a empresas rusas para que ese país sea mucho más positivo"
hacia Washington.
Estados Unidos ha sido criticado por la manera en que
ha otorgado los contratos de reconstrucción a compañías
como Halliburton, que tiene estrechos vínculos con la administración
Bush y es de los más importantes donantes del Partido Republicano.
Empresarios iraquíes también han acusado
al gobierno provisional de casi no dejar contratos de reconstrucción
en manos de iraquíes, aun en los casos en que éstos presentan
los más bajos presupuestos.
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