México D.F. Jueves 11 de diciembre de 2003
Sylvia Ortega y Julio Rubio rehúyen opinar sobre impuestos a la educación
Todo lo que deba hacerse para fomentar el hábito de la lectura y reforzar la estrategia de los maestros para promover esa actividad es muy importante y no debe detenerse, afirmó Sylvia Ortega Salazar, subsecretaria de Servicios Educativos del Distrito Federal.
Interrogada respecto a la propuesta del Ejecutivo para que se aplique el impuesto al valor agregado (IVA) a los libros, la funcionaria resaltó la importancia de contar con programas encaminados a impulsar la lectura y mejorar el manejo del lenguaje. Los exámenes estandarizados que se han aplicado en ambos campos han señalado el bajo nivel en que se encuentra el país. "Una proporción de los niños y jóvenes no tienen el nivel que queremos y necesitamos", apuntó.
-ƑEl IVA a los libros contradice esto?
-El punto de vista de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana es que sí. Nosotros estamos esperando a que se desahogue el debate con los legisladores.
En entrevista al término de la ceremonia de entrega del Premio Innovación y Calidad 2003, Ortega Salazar intentó evadir la pregunta en un primer momento y señaló que el gravamen a libros y colegiaturas forma parte de toda la estrategia fiscal, por lo que no sería correcto aislar una parte de la discusión. El debate, agregó, es junto con el resto de los impuestos que se analizan en San Lázaro.
Sin embargo, admitió respecto al impuesto de 13 por ciento a las colegiaturas que es muy importante que los padres de familia tengan opciones para proporcionar a sus hijos la educación básica. Una de ellas son las escuelas particulares, "de muy buena calidad, algunas de ellas con matrículas importantes e incluso sin carácter lucrativo en varios casos".
Al respecto, el subsecretario de Educación Superior e Investigación Científica, Julio Rubio Oca, aseguró que esta iniciativa provino del Poder Ejecutivo. A los diputados les corresponde analizarla y, en su caso, aprobarla, apuntó.
Por su parte, Ortega Salazar retomó los argumentos de las instituciones educativas privadas y señaló que en la medida que se aplique el impuesto perderán la capacidad de seguir aportando recursos como apoyo al Estado. Ya ahora, dijo, contribuyen con 1.3 por ciento del producto interno bruto. Sólo en el Distrito Federal, 21 por ciento de la matrícula corresponde a los servicios particulares, subrayó. ANGELES CRUZ
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