Asegura haber erradicado las "bandas más violentas"

Se ufana Macedo de golpes a la industria del secuestro

La PGR ha encarcelado "a las grandes leyendas del plagio"

GUSTAVO CASTILLO GARCIA

Las bandas más violentas de secuestradores han sido detenidas, e inclusive se ha llevado a prisión, otra vez, "a las grandes leyendas del plagio, que eran incapturables", aseguró Rafael Macedo de la Concha, titular de la Procuraduría General de la República (PGR), al dar a conocer la detención de tres integrantes de una banda de plagiarios que operaba en el barrio de Tepito, del Distrito Federal, y en el municipio de Ecatepec, estado de México.

Según el funcionario, en los últimos tres años la PGR ha capturado a los integrantes de 38 bandas de secuestradores, y son más de 200 los detenidos.

Reconoció que se han detectado los modus operandi de diversos grupos y que hoy ya no sólo son secuestrables empresarios y gente de gran capacidad económica, sino que estas bandas se han enfocado a los secuestros exprés o a obtener dinero mediante presiones psicológicas a familiares de las víctimas.

Macedo de la Concha indicó que las bandas más violentas, aquellas que utilizan las mutilaciones para presionar el pago de rescates, ya han sido detenidas, y señaló que hace poco se detuvo a uno de los principales plagiarios que operaban desde hace 20 años en México, en alusión a Nicanor Guzmán Rosales, El Nica.

Según lo declarado por Macedo de la Concha, el grupo que operaba en el barrio de Tepito y el municipio de Ecatepec, identificado como la banda de El Wilbert, era altamente violenta ya que este conjunto de secuestradores no sólo mutilaba a sus víctimas sino que también eran homicidas.

Los detenidos de esta banda fueron Wilbert Enrique Verde May, quien fungía como negociador y encargado de cobrar los rescates; Daniel Hernández Torres, encargado de la custodia y alimentación de los secuestrados, quien también fue el encargado de mutilar dos dedos meñiques a la última de sus víctimas, un empresario transportista; la tercera detenida fue Angelina Hernández Torres, quien además de ser la esposa de Verde May, se encargaba de conseguir los medicamentos para las víctimas.

Los tres secuestradores fueron puestos a disposición de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada, en donde ya rindieron sus declaraciones ministeriales y quedaron bajo arraigo.