México D.F. Sábado 6 de diciembre de 2003
La comisionada para los crímenes en esa
ciudad no descarta formar una fiscalía especial
Firme apoyo de Guadalupe Morfín para crear comisión
de la verdad en caso Juárez
Se elabora un diagnóstico para afinar
los programas nacionales de seguridad pública
JENARO VILLAMIL
El trabajo de una comisión de la verdad que "documente
lo que ha sucedido, analice las causas profundas de la violencia en Ciudad
Juárez, entregue insumos valiosos al trabajo de los fiscales e impulse
la verdad procesal" es uno de los objetivos centrales de la comisionada
nacional para los crímenes contra mujeres en esa ciudad fronteriza,
subrayó Guadalupe Morfín, quien también se mostró
en favor de crear una fiscalía especial que atraiga todos los casos,
tal como propuso recientemente la Comisión Nacional de Derechos
Humanos (CNDH).
Entrevistada en vísperas de realizar un nuevo viaje
a Ciudad Juárez, Guadalupe Morfín subrayó que "es
indudable, que si se aterriza o no en una fiscalía especial,
debe haber más involucramiento del gobierno federal en las investigaciones".
Para la ex ombudsman de Jalisco, en la historia
de diez años de feminicidios en la ciudad fronteriza "no
puede haber reparación del daño si persiste la impunidad,
si se ocultan los nombres de los responsables, si se dejan de fincarles
proceso, si nos conformamos con una política de resultados que arroja
muchas sombras, sospechas de que han sido declaraciones autoinculpatorias
obtenidas por métodos ilegítimos y no ha habido ningún
otro elemento de convicción probatorio, objetivo, racional".
Cuidadosa
en sus palabras, Morfín también coincide en que una de las
hipótesis relacionadas con el feminicidio es la del crimen
organizado, y por eso se debe apuntar a "las cabezas". "En la estructura
del crimen organizado quienes conocen la cárcel son los eslabones
más débiles de la cadena delictiva y la mata retoña
cuando no caen las cabezas de estos grupos. Esto sucede lo mismo en la
industria del secuestro, del narcotráfico, que en todas las vertientes
y modalidades del crimen organizado", apuntó.
Al inicio de la entrevista, Morfín anuncia que
la estructura formal de la comisión que encabeza estará lista
en la primera semana de febrero de 2004, pero aún no está
definido el presupuesto. Cuenta con una plantilla de 12 personas, cuyo
trabajo ahora es elaborar un diagnóstico con los datos más
importantes que arrojen otros informes preliminares, tanto de organismos
de derechos humanos internacionales como nacionales.
"A partir de ese diagnóstico se hará una
afinación del programa federal de los 40 puntos que incluye el Programa
Integral de Seguridad Pública, que son una serie de acciones del
gobierno federal para trabajar en la línea de procuración
de justicia y en la de prevención", sintetizó.
Morfín precisó que el objetivo es "propiciar
una presencia del gobierno federal de calidad con base en una correcta
determinación de la situación de las mujeres en Ciudad Juárez".
Las tres líneas específicas sobre las que trabajarán
serán:
-Un área de verdad y justicia que "acompañe
los trabajos de la Procuraduría General de la República para
que se cumplan las recomendaciones de los organismos internacionales".
Lograr lo mismo "por la vía de la colaboración" con la procuraduría
local.
-Una agenda de reconciliación aplicada a la promoción
de los derechos de las mujeres, atención a víctimas, aterrizaje
de fórmulas distintas de reparación del daño. Morfín
sostuvo que "no hay mejor reparación del daño que dar a conocer
a los responsables y liberar a los inocentes" y que "no puede haber reparación
del daño cuando hay impunidad". En este sentido, califica como "realmente
preocupante" la cifra de la CNDH sobre más de 100 procesados y consignados
que reportan tortura. "Parece una práctica sistemática de
agentes del Ministerio Público y de los jueces no dar continuidad
a estas denuncias que deben ser investigadas de oficio, sin cortapisas",
anotó.
Esta área también se encargará de
promover activamente los derechos humanos de las trabajadoras en la industria
maquiladora. "Significa que esta industria cuide su capital social, que
son sus empleadas, que las más de las veces son jefas de familia,
con hijos pequeños".
-La tercera área incluye el trabajo de promoción
de un desarrollo urbano equilibrado para que haya infraestructura y equipamiento
en las áreas más depauperadas de Ciudad Juárez, como
las colonias del poniente (Anapra, Lomas de Poleo, etcétera). En
este sentido, destacó que según datos recientes del Instituto
Municipal de Investigación y Planeación, dirigido por Luis
Felipe Siqueiros, existe "un nivel alarmante" de población juvenil
e infantil que no acude a la escuela por falta de acceso a las mismas.
Morfín informó que se trabajará con redes de la sociedad
civil juarense, como la Fundación del Empresariado Chihuahuense,
los albergues para mujeres maltratadas, centros de crisis como Casa Amiga,
dirigida por Esther Chávez Cano, organizaciones que trabajan con
personas que viven con VIH-sida, etcétera.
-Todas estas labores dan una idea de una superestructura
por encima de los tres niveles de gobierno ¿Es esa la idea de la
comisión?
-Por supuesto que no. Son trabajos de coordinación
y de enlace que para operar bien necesitan contar con la voluntad política
de todas las estructuras de gobierno. No es nada que se les imponga. Es
algo a lo que se les llama para que acudan con legitimidad democrática
para cubrir la enorme agenda pendiente en Ciudad Juárez.
¿Fiscalía o comisión de la verdad?
-Existe una polémica respecto a la necesidad de
crear dos figuras jurídicas que afronten el problema de Ciudad Juárez:
una fiscalía y una comisión de la verdad, pues se dice que
dichas instancias son incompatibles.
-El trabajo de una comisión de la verdad es el
que queremos hacer en la segunda área de trabajo: documentar lo
que ha sucedido, analizar las causas profundas y poder entregar insumos
valiosos al trabajo de los fiscales, además de funcionar, en términos
acotados, proporcionados, como una comisión de la verdad que acumule
testimonios y trabaje sobre lo que sucedió históricamente,
aunque también impulse la verdad procesal.
-¿Podría pensarse en algún momento
en que una figura de este tipo llamara a cuentas al propio Poder Judicial
federal?
-Para que esto suceda tendría que haber la atracción
de la PGR. Hay una averiguación previa de 14 casos que atrajeron
y anunciaron que realizan investigaciones sobre otros 11 casos y eso abre
la posibilidad de que intervenga directamente toda la estructura de poder
federal.
"Es indudable que, si se concreta o no una fiscalía
especial, debe haber más involucramiento del gobierno federal en
las investigaciones, así sea en términos de asistencia pericial,
profundización de las líneas de investigación que
no se hayan cubierto o para enmendar los procesos de los primeros años
que han sido muy poco investigados".
-¿No está cerrada a la idea de una fiscalía
especial?
-No. La idea merece respeto, debe estudiarse aunque no
necesariamente tenga que derivar en ello la participación cada vez
más intensa de la PGR en estos asuntos.
-¿Y si la comisión se transforma en una
fiscalía especial?
-Si eso sucediera se tendría que concentrar exclusivamente
a los aspectos de tipo procesal penal. Eso no me corresponde a mí
decidirlo. Creo que son otros quienes deben decidir. Sobre todo, hay que
esperar si hacia esto apunta el trabajo de la comisión de expertos
de Naciones Unidas que tuvo a la mano todos los expedientes.
-Ha crecido la impresión de que no se trata de
crímenes aislados, ni siquiera de algo que sea exclusivo de Ciudad
Juárez, sino que hay un modus operandi, una organización.
¿Cuál es su posición frente a estas hipótesis?
-Preferiría conocer más. Sé que hay
hipótesis de que son asuntos que tienen que ver con delincuencia
organizada. Es una de las líneas que se investiga por parte de la
fiscalía mixta, encabezada por Rolando Alvarado, aunque tampoco
se niega la presencia de dos o más asesinos seriales, ni tampoco
la actuación de bandas violentas ni la vertiente de ejecución
en el contexto de narcotráfico. Esto nos invita a reflexionar si
se han agotado líneas de investigación en los homicidios
que procuren el desmantelamiento de grupos de asociación delictuosa.
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