México D.F. Jueves 4 de diciembre de 2003
Constituiría una legalización
de hecho a tales acciones, alerta organismo civil
Impuesto a actividades que dañan el ambiente,
propone el Ejecutivo
Considera gravar tráfico ilegal de especies,
manejo inadecuado de residuos, tala clandestina de bosques y otros delitos
ecológicos; lo recaudado se destinaría para el gasto público
en la materia
ANGELICA ENCISO L.
El
tráfico ilegal de especies en riesgo de extinción, el manejo
inadecuado de residuos peligrosos y la tala clandestina de bosques serán
actividades lícitas si se aprueba la iniciativa de impuestos ambientales
que envió al Congreso el Ejecutivo federal. El documento plantea
el pago de impuestos para cada una de esas actividades, lo cual es una
"atrocidad", señala el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda).
La iniciativa se propone modificar actividades que afectan
al medio ambiente, "reflejando los costos sociales que causan dichas conductas",
y el ingreso que se recaude se destinaría al gasto público
en la materia, señala en su exposición de motivos.
Propone gravar -mas no sancionar- delitos ecológicos.
La propuesta considera poner impuestos a la producción, enajenación,
importación, uso, transporte, almacenamiento y tenencia de sustancias
tóxicas prohibidas en el país, aunque reconoce que su uso
no puede ser una práctica sostenible. En caso de que la persona
que posea las sustancias presente un programa de destrucción aprobado
por las autoridades, ese impuesto no se cobrará.
Asimismo considera impuestos para "combatir la tala ilegal
de recursos maderables y fomentar el aprovechamiento sustentable de nuestra
riqueza forestal". Indica que se gravaría la tenencia o el aprovechamiento
de productos forestales maderables, con excepción de aquellos que
acrediten la legal procedencia.
En relación con la pérdida de biodiversidad,
establece que "por el riesgo que la extracción inmoderada de las
especies de flora y fauna silvestres representa para el equilibrio de nuestros
ecosistemas, así como por los riesgos potenciales que constituye
la introducción a dichos ecosistemas de especies exóticas",
se proponen impuestos a la tenencia, enajenación, importación
o exportación de dichas especies, incluidas las que están
bajo protección especial porque están en riesgo de extinción
o amenazadas. En ese caso están desde el loro cabeza amarilla hasta
el águila real.
El texto propone el cobro del impuesto por medio de "la
aplicación de una cuota sobre el valor actualizado del último
espécimen similar de la misma especie que haya sido objeto de comercio
de manera legal en nuestro país o, en su defecto, sobre el precio
más alto que en el mercado internacional haya tenido la especie".
Refiere que los ingresos que se recauden por concepto
del impuesto a la pérdida de biodiversidad serán destinados
al fortalecimiento de las capacidades de las autoridades federales y estatales
encargadas de la inspección y la vigilancia contra el comercio ilegal,
a los gobiernos de los estados, y se destinarán a la conservación
de la vida silvestre.
Ante esta iniciativa, Gustavo Alanís, del Cemda,
señaló que lo único que se logrará será
meter "lo ilegal dentro de lo legal" y regularizar todas las actividades
ambientales ilícitas que se realizan cotidianamente en el país.
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