México D.F. Jueves 4 de diciembre de 2003
La escritora recibió el premio Sor Juana
Inés de la Cruz 2003, en Guadalajara
El rastro, de Margo Glantz, motiva en el lector
''la sensación de la eternidad''
El nombre de la colaboradora de La Jornada figura
ya junto al de Elena Garro
La galardonada hace patente en ese libro su admiración
y erudición por la Décima Musa
MONICA MATEOS-VEGA Y JOSE DIAZ BETANCOURT ENVIADA
Guadalajara,
Jal., 3 de diciembre. Desde este miércoles, el nombre de Margo
Glantz figura junto al de Elena Garro, Silvia Molina y Marcela Serrano,
entre otras ganadoras del premio Sor Juana Inés de la Cruz que otorga
la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, en cuya memoria
se construyó el ágora Sor Juana, un jardín ubicado
en la glorieta de la colonia Chapalita, presidido por una escultura monumental
de la llamada Décima Musa.
Glantz, reconocida sorjuanista, develó esta mañana
la placa alusiva y por la tarde recibió un breve homenaje en la
FIL. La escritora y colaboradora de La Jornada considera este galardón
un doble reconocimiento,''algo así como llover sobre mojado", pues
recibe el premio por su novela El rastro (Anagrama) en la cual está
presente no sólo su admiración, sino su erudición
de la obra de Sor Juana.
''En muchos aspectos mi novela es un homenaje a Sor Juana,
pero también un relato sobre el sentimiento amoroso, cuyo centro,
lo sabemos, es el corazón, y quise abordarlo en sus acepciones más
trilladas.
''Quería que en mi novela los temas y las voces
acabaran fundiéndose y circulando por la venas como la sangre que
circula por el cuerpo", explicó la autora durante la ceremonia de
la entrega del reconocimiento, efectuada en el auditorio Juan Rulfo.
Protagonismo del corazón
Eduardo Antonio Parra, en nombre del jurado -que por primera
vez en todas las versiones del premio sesionó para elegir a la ganadora-
dijo que leer El rastro representa ''una experiencia estética
para el lector", pues la narradora ofrece una serie de disertaciones y
reflexiones eruditas sobre el tiempo, la música, la voz perfecta
de los castrati y sobre el corazón, ''verdadero protagonista
del relato".
Glantz, continuó el escritor, logra una trama apretada,
precisa, musical, que la reafirman como autora concentrada en el lenguaje
y su sonido, su ritmo y su capacidad poética. Se trata de una novela
llena de endecasílabos perfectos y citas a poemas clásicos
que son indistinguibles del lenguaje de la autora; ''en El rastro,
pensamiento, vida y muerte se funden en una sola materia", y el resultado
final es provocar en el lector ''la sensación del tiempo detenido,
de eternidad".
Nubia Macías, presidenta de la FIL, consideró
que el galardón a Glantz, ''le dará caché"
a un premio que pretende consolidarse entre los más importantes
en su tipo en el mundo de habla española.
Margo fue obsequiada con una sorpresa extra al ser recibida
en el recinto con música de Bach y Vivaldi, interpretada por el
cuarteto Aires de México.
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