Les pide frenar cualquier intento de movilización

La dirigencia del SNTE calla por órdenes de su lideresa moral

CLAUDIA HERRERA BELTRAN

Luego de dos días de descalificar al dirigente nacional del PRI, Roberto Madrazo, y de advertir que iban a emprender una estrategia de "lucha" contra la destitución de Elba Esther Gordillo, los dirigentes del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) guardaron ayer silencio y se atrincheraron en sedes alternas al edificio sindical.

A decir de líderes del sector institucional, hubo una orden expresa de la profesora chiapaneca para "frenar" cualquier intento de movilización. La maestra, explicaron sus allegados, no pretende dilapidar su activo más importante, en referencia a lo que representa el sindicato magisterial y su millón 300 mil afiliados.

Por la mañana, el secretario general del SNTE, Rafael Ochoa, todavía ofreció entrevistas en radio y televisión reiterando las fuertes críticas contra Madrazo. Pero en cuanto se conoció el nombramiento de Emilio Chuayffet como coordinador parlamentario del PRI, Ochoa y los miembros de la cúpula sindical desaparecieron de la escena pública.

A lo largo del día, su equipo de prensa insistió en que en cualquier momento se iba a dar información sobre la postura del SNTE, pero no ocurrió así. Ni siquiera se confirmó oficialmente si el Comité Nacional de Acción Política se reunió para definir su plan de lucha. Un día antes se había acordado que hoy se iba a definir la estrategia ''a corto, mediano y largo plazo'', y que posteriormente ésta se iba a dar a conocer a los medios.

Nada de eso se cumplió. Los dirigentes magisteriales fueron convocados a las 10 de la mañana en la Casa Hotel del Maestro, donde sostuvieron una reunión a puerta cerrada, y una vez que se confirmó la designación de Chuayffet, se repartieron en comisiones. En las reuniones de ayer ya no participaron los secretarios generales de las secciones sindicales ni los políticos estatales que surgieron del gremio. Desde la tarde del martes pasado abandonaron la ciudad de México, con la consigna de que se "atrincheraran" en sus estados y que esperaran la línea del Comité Ejecutivo Nacional.

Pero desde el martes había una directriz. Ante los rumores de que los integrantes del SNTE leales a Gordillo iban a tomar la Cámara de Diputados y las oficinas del PRI, la orden de la profesora fue que se calmaran los ánimos, que no iba a desgastar uno de sus activos más importantes. Ochoa reconoció en entrevista televisiva que habían atemperado los ánimos, después de momentos de "ofuscación y enojo", en que se mostraron dispuestos a abandonar el PRI.

" (...) Con los ánimos más calmados decidimos quedarnos adentro y dar la pelea contra el conservadurismo; lo vamos a combatir estado por estado".

Involucrado de lleno en la pugna interna del PRI, acusó a Emilio Chuayffet de haber urdido un operativo con un grupo de "delincuentes y ex judiciales" del municipio de Ecatepec, que iban a irrumpir en la Cámara de Diputados o en las oficinas del partido haciéndose pasar por maestros. La denuncia que hizo Ochoa finalmente no se cumplió, pero horas antes él insistía en que el SNTE era víctima de un "trabajo sucio".

Al líder magisterial no le importaron las críticas en su contra por la utilización del gremio con fines partidistas. Por la mañana todavía insistía en su lealtad a Gordillo, porque -aseguró- se trata de una "reformadora", y le agradeció que en 1992 haya impulsado el voto secreto para la elección de los dirigentes magisteriales, la "pluralidad y el respeto a la libre militancia".

Hoy se espera que continúen las reuniones de los maestros elbistas y que, en función de lo que ocurra en el PRI, el SNTE diseñe su táctica para los próximos días. Por lo pronto, los institucionales le apostaron al silencio.