México D.F. Viernes 28 de noviembre de 2003
"šFuera, chillona, ya no te queremos!", los gritos priístas
Desconocen 118 diputados a Gordillo como coordinadora
Madrazo se negó a aceptar disculpa privada de la maestra
ENRIQUE MENDEZ Y ROBERTO GARDUÑO
En una violenta plenaria de la fracción del PRI en San Lázaro, 118 diputados -de un total de 223- desconocieron anoche a Elba Esther Gordillo Morales como su coordinadora de bancada. Hoy mismo, a la una de la tarde, una comisión de legisladores, encabezada por María Esther Sherman, entregará al presidente de ese partido, Roberto Madrazo Pintado, la solicitud para que el domingo la Comisión Política Permanente convoque a una elección extraordinaria en la cual se defina el relevo de la maestra.
Anoche, Gordillo y su grupo de diputados incondicionales intentaron poner en práctica viejas formas del asambleísmo para alargar indefinidamente la plenaria. Argumentaron que los inconformes con la coordinación solicitaron una sesión plenaria, y no una asamblea. El caso es que ella se presentó ante 190 legisladores con un reglamento distinto al que éstos aprobaron en agosto, en Puebla, en el que se señala que una asamblea es resolutiva y una plenaria sólo es informativa.
Ese fue el argumento que utilizaron una y otra vez los elbistas para alargar la reunión. La discusión se amplió tres horas y en ese tiempo se negó la posibilidad de iniciar el debate en asamblea. Luego de una intervención de la diputada por Tlaxcala Martha Palafox, quien adujo que ante los acuerdos de la maestra a espaldas de los legisladores era necesario elegir "un nuevo interlocutor" de la bancada, Gordillo pidió la palabra y ella misma colapsó su liderazgo.
Los autogoles
Habló de su amistad con la esposa del Presidente, Marta Sahagún; relató a medias la entrevista de dos minutos con Madrazo, y aseguró que él le había prometido visitar la Cámara el martes próximo para inaugurar el comedor de los priístas. No dijo que ella lo fue a buscar hasta la Torre Omega de Polanco, donde le pidió perdón. La respuesta del dirigente priísta fue tajante: "Perdóname, una ofensa pública no admite una disculpa privada. Confío en que la decisión de la mayoría de los diputados será la mejor. Y mejor vete, porque se te está haciendo tarde y sería una descortesía hacerlos esperar".
Al llegar a ese punto, la maestra soltó que a algunos diputados les debió conceder "algunos caprichos", y acusó al mexiquense Emilio Chuayffet de atacarla porque no le cumplió "intereses personales".
Los legisladores, que hasta ese momento habían mantenido una actitud expectante, se levantaron de las butacas del auditorio ubicado en el edificio H de la Cámara de Diputados. "šRespeto a don Emilio!", le gritaron.
Chuayffet se incorporó y a gritos pidió el micrófono: "Leí sus declaraciones del lunes, en las que usted dice que es la única que está por México, y nos pone a nosotros como traidores, y así se infiere de sus afirmaciones. šAquí las tengo grabadas! Pero usted sólo satisface a nuestros opositores. Y nosotros ya no estamos dispuestos a admitir que usted diga que no estamos con México. Quiero decirle que con Beatriz Paredes había cuando menos dos reuniones, antes de cada sesión, y eran informativas.
"šYo soy un buen diputado, aunque no sea coordinador ni presidente de una comisión! Es una falta de respeto de usted que nos diga que quien está con México es sólo usted. Diputada, šya no la queremos!"
El respaldo a Chuayffet fue mayoritario. "šFuera, fuera, fuera!", le exigieron a la maestra. Otras voces sugirieron terminar con la reunión. El griterío se hizo más intenso. Los elbistas pidieron "tener un poco de cordura", y Gordillo pretendió ofrecer una disculpa a Chuayffet: "Quiero disculparme con Emilio, siempre lo he respetado".
"šVotación, votación, votación!", reclamaron otros. Y una voz le reviró: "šChillona!" La maestra intentó nuevamente recomponer y quiso aclarar que su único esfuerzo es para lograr que todo lo que le haga bien a México, también le haga bien al PRI. "Diputado, le ofrezco una disculpa", reiteró.
En esos momentos, Miguel Angel Yunes intentó acercarse a Chuayffet para calmarlo, pero se interpuso el mexiquense José Rangel, quien lo detuvo con un empellón. Yunes, cinta negra en kick-boxing, se puso en guardia, pero fue detenido por otros diputados que los separaron.
La descomposición en el auditorio se extendió hasta el terreno de las mujeres. La nayarita Hilaria Domínguez, quien abogó por Gordillo, intercambió improperios con la oaxaqueña Sofía Castro.
En medio del escándalo, los inconformes lograron que María Esther Sherman leyera el documento dirigido a Madrazo, en el que se desconoce a la maestra como coordinadora:
"El grupo parlamentario del PRI en la 59 Legislatura se ha visto sometido a un creciente e innecesario proceso de desgaste y enfrentamiento interno. Se ha pretendido, desde la actual coordinación, someter nuestro desempeño a intereses ajenos y contrarios a los del PRI.
"La pretensión de forzar nuestra aprobación al IVA en alimentos y medicinas o nuevos impuestos vulnera nuestro compromiso social, nuestros documentos básicos, la plataforma electoral y nuestros compromisos de campaña.
"Por ello, los abajo firmantes desconocemos a la actual coordinadora, Elba Es-ther Gordillo Morales, ya que no representa los intereses legítimos y la unidad de nuestra fracción. Lo anterior, para los efectos legales conducentes."
Todavía la jalisciense agregó: "Ya no estamos dispuestos a soportarla. ƑVamos a fracturar todavía más al PRI? Vamos a llevar este documento a Madrazo, con las firmas con las que ratificamos nuestro desconocimiento a usted. No vamos a tolerar más que nos siga ofendiendo".
Los 118 diputados inconformes salieron del salón a buscar un notario para dar fe de la autenticidad de las firmas. En ese momento, y como no lo había hecho antes, Roberto Campa decidió instalar la asamblea, que fue también desconocida por la mayoría que horas antes llegó a ese sitio con el objetivo de celebrarla.
Antes de la fractura final hubo un intenso debate entre ambos grupos. Sofía Castro emitió una severa crítica a las formas de hacer política de Gordillo y su burbuja: "ƑPor qué nos pide hoy un respeto que usted no está dispuesta a dar? El reglamento interno es muy claro: usted debía fomentar un ambiente de unidad y propiciar las oportunidades en el grupo; lamentablemente no le interesa llevar una asamblea en el marco de la legalidad".
Para defender a Gordillo subió Yunes, quien reprochó al diputado Angel Buendía Tirado que haya hecho declaraciones en el sentido de que la bancada estaba ya dividida antes de realizada la asamblea.
"Afuera el PAN está celebrando, porque esta noche les hemos entregado la mayoría de la Cámara de Diputados", arguyó.
A la medianoche, desconocida ya por la mayoría, Gordillo expresó su preocupación de "fortalecer al partido", y sostuvo que "el PRI sigue buscando los caminos de unidad y de respuesta a la ciudadanía, porque las controversias y la construcción de la cultura democrática provocan a veces divergencias, pero al final hay un fin común de todos: el partido y el país".
Al salir la mayoría de los diputados inconformes del auditorio, Gordillo y un grupo de legisladores cercanos permanecieron en ese lugar por más de media hora. En tanto, Chuayffet declaró que todo se había acabado y que, por encima de todo, está el respeto a la dignidad de los representantes populares. Por su parte, al abandonar la Cámara, la maestra desconocida sonreía con dificultad y por momentos agrió el gesto.
A lo largo del día la maestra y su burbuja habían intentado convencer a la mayoría de la bancada de retractarse de su petición de desconocerla, y por vez primera ella se dirigió a las curules de algunos de sus compañeros para pedirles otra oportunidad. En otros casos envió a Estela Ponce, quien le dijo a la oaxaqueña Sofía Castro:
-Sofi, échanos la mano. Rectifica y retira tu firma porque, mira, pues yo te he ayudado mucho, Ƒverdad?
-Pues sí que es bruta tu ayuda -le respondió la diputada istmeña.
-Por favor, no le hagas el trabajo sucio a (Arturo) Montiel y a Manlio Fabio (Beltrones) -insistió Ponce.
La desesperación de la burbuja de Gordillo se reflejó en Roberto Campa, quien cuestionó: "La Jornada se ha convertido en vocero de la conspiración".
A ese coro se sumó Yunes, quien acusó a este diario y sus reporteros de anteponer "filias y fobias", porque en la edición del miércoles se consignó que él intentó arrebatarle a Angel Buendía la lista de legisladores que exigían la asamblea plenaria. Su arranque fue observado por reporteros y confirmado por el propio Buendía: "Ustedes lo vieron, así fue".
Yunes no aceptó la réplica y sin responder se dio la media vuelta para continuar con su cabildeo y descalificar la rebelión contra Gordillo: "No se dejen engañar, ya hablé con Roberto Madrazo y él me dijo que hay que negociar".
En los corrillos de San Lázaro se difundió el rumor de que Gordillo habría ofrecido un millón de pesos a cada diputado que le apoyara y retirara su firma del documento en el que se le desconoce de manera formal. Más tarde, Rafael Ochoa, secretario general del sindicato magisterial, llegó al recinto legislativo con la misión de "atender" a los que reconsideraran y de hecho buscó a cada uno para hacerles la oferta. El oaxaqueño Jorge Franco hizo la denuncia.
"Está hablando con algunos diputados para ofrecerles aproximadamente un millón de pesos en efectivo, a efectos de que respalden totalmente a la profesora en su carácter de coordinadora de la fracción priísta. šEsto es gravísimo, si está ocurriendo! Son prácticas del tradicional y desgastado charrismo sindical", sostuvo.
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