México D.F. Viernes 21 de noviembre de 2003
No hubo acuerdo sobre los prisioneros británicos
y las sobretasas al acero
Reiteran EU y GB que permanecerán en Irak hasta
restablecer la democracia
El país árabe es el "principal campo de
batalla de la lucha contra el terrorismo": Bush
AFP, DPA, REUTERS Y THE INDEPENDENT
Londres, 20 de noviembre. El presidente estadunidense,
George W. Bush, y el primer ministro británico, Tony Blair, dijeron
hoy que ambos mantienen su postura de permanecer en Irak hasta restablecer
en esta nación el orden democrático, pese a la inesperada
re-sistencia que se cierne sobre ellos y que combate por todos los medios
a las fuerzas invasoras desde la caída de Saddam Hussein, el pasado
mes de abril.
"Nuestra misión en Irak es noble y necesaria. Ningún
acto cometido por bandidos y asesinos cambiará nuestra determinación
ni su destino. Irak será libre cuando se haya librado de su presencia.
Terminaremos el trabajo que hemos empezado", dijo el mandatario republicano
en la tercera jornada de su visita de Estado a Inglaterra.
Blair
calificó a Irak de "principal campo de batalla" de la lucha internacional
contra el terrorismo, haciendo eco de esta definición que Bush comenzó
a emplear cuando los ataques de la guerrilla iraquí contra las fuerzas
de ocupación comenzaron a ocurrir casi a diario.
Ambos manifestaron su satisfacción por la formación
de un gobierno provisional en Irak antes de finales de junio de 2004, por
la presentación de una Constitución y la celebración
de elecciones nacionales antes de finales de 2005.
Los gobernantes estadunidense y británico agregaron
que están de acuerdo en todos los puntos para el traspaso del poder
a los iraquíes, y los pasos que habrá que seguir para que
esto se concrete.
Pero la reunión no resolvió ninguno de los
temas en los que los dos dirigentes políticos discrepan: el envío
a Gran Bretaña de los prisioneros británicos detenidos en
la base militar estadunidense de Guantánamo, en Cuba, y la suspensión
de las sobretasas que Estados Unidos impone a las importaciones de acero
británico.
Londres quiere que los estadunidenses entreguen a los
nueve prisioneros británicos para que sean juzgados en Gran Bretaña.
Alrededor de 650 prisioneros de 42 países están
actualmente encarcelados como parte de la llamada "guerra contra el terrorismo"
lanzada por Estados Unidos después de los atentados del 11 de septiembre
de 2001 contra Nueva York y Washington.
Bush no dio garantías este jueves a Blair sobre
la repatriación de los prisioneros británicos en Guantánamo,
y reiteró que todos los que están presos en la isla son "combatientes
ilegales detenidos en el campo de batalla" de Irak.
"Son tratados humanamente", agregó du-rante una
conferencia de prensa conjunta en Londres con Blair, e indicó que
"hay un contexto judicial que les permitirá ser juzgados en forma
equitativa".
En lo que se refiere "a la cuestión de los detenidos
británicos, estamos trabajando en ese asunto con el gobierno inglés",
se limitó a indicar.
Por su parte, el primer ministro británico dijo
que "la cuestión será resuelta de alguna manera: serán
juzgados por la comisión militar allá, o serán enviados
de regreso a este país. Esto no se resolverá hoy, pero lo
será en un futuro próximo".
Sensible a opiniones ajenas
El secretario de Estado estadunidense, Colin Powell, sostuvo
ante los periodistas que "en lo que respecta a los detenidos, puedo asegurarles
que el presidente (Bush) es muy sensible a las opiniones del primer ministro
(Blair) y del pueblo británico. Es-peramos resolver este problema
en un futuro muy cercano".
Bush indicó este jueves en Londres que aún
no ha tomado una decisión sobre si suprimirá o no las sobretasas
impuestas por su gobierno a las importaciones de acero desde Gran Bretaña,
lo que ha creado diferencias insalvables entre ambos gobiernos.
"Por ahora examino los informes y tomaremos una decisión.
El primer ministro británico abordó esta cuestión
no una vez, ni dos, sino tres veces."
La Organización Mundial de Comercio falló
la semana pasada contra la imposición por Washington de aranceles
de entre 8 y 30 por ciento a sus importaciones de acero, a la vez que las
declaró ilegales y demandó su inmediata supresión.
Europa ha amenazado en reiteradas ocasiones con emprender
represalias económicas contra Estados Unidos.
Pese a todo, Blair y Bush colocaron hoy una ofrenda floral
ante el monumento al soldado desconocido y visitaron a familiares de oficiales
británicos caídos en Irak, sin que trascendieran muchos detalles
de esta última actividad que, según medios de prensa, provoca
cierta preocupación, pues hay familias que no deseaban recibir la
visita de los gobernantes, a quienes culpan por el no regreso de sus parientes.
El miércoles Bush pronunció un discurso
que parecía dirigido a sus detractores, en el que enfatizó
que la historia ha demostrado que el uso de la fuerza es necesario para
evitar el avance del terror, y aseguró que la democracia "triunfará"
en Irak.
El mandatario estadunidense aprovechó este discurso
para destacar que su gobierno no rechaza el multilateralismo y apoya "las
instituciones internacionales y las alianzas eficaces y sólidas".
Pero no vaciló en criticar veladamente a los países
opuestos a la guerra, Francia, Alemania y Rusia, al hablar de "tres pilares"
igualmente importantes en el mundo actual: "el apoyo a las instituciones
internacionales, la necesidad de actuar mediante la fuerza, de ser necesario,
para defender la paz y los valores democráticos y su promoción,
sobre todo en Medio Oriente".
Sin embargo, estas naciones afirmaban que era necesario
respetar sobre todo a la Organización de Naciones Unidas, antes
de atacar unilateral y "preventivamente" el territorio iraquí.
Asimismo, Bush fustigó a los países europeos
que aún mantienen contacto con "dirigentes palestinos que traicionan
la causa de su pueblo", en referencia al presidente Yasser Arafat, que
ha sido considerado irrelevante para la paz tanto por Washington como por
Tel Aviv.
De su lado, Blair aseguró que la relación
Londres-Washington es "vital para la paz mundial", y que por eso fue necesario
"retirar" de Irak a Saddam Hussein, quien era una "amenaza para la región
y el mundo en su conjunto".
Bush y su esposa Laura asistieron el miércoles
anterior por la noche a un banquete oficial como huéspedes de la
reina Isabel II de Inglaterra en el palacio de Buckingham, en el principal
acto social de su visita de Estado en Gran Bretaña.
La reina hizo referencia a la amistad entre Estados Unidos
y Gran Bretaña y recordó que "sus soldados sirven codo con
codo en Afganistán y en Irak para librar el combate en favor de
la libertad y la democracia".
Agregó: "Como todos los amigos, podemos hablar
francamente y no estar de acuerdo de vez en cuando".
|