México D.F. Viernes 21 de noviembre de 2003
Aclara el filósofo: no es necesario que
sea partidista
Sánchez Vázquez llama a intelectuales
a la participación activa y política
El filósofo Adolfo Sánchez Vázquez
advirtió que frente a un sistema económico mundial que intensifica
los sufrimientos de casi 80 por ciento de la humanidad mediante el hambre,
la miseria y la desigualdad, se impone la necesidad y validez de la responsabilidad
intelectual, pues si el profesional no asume sus tareas se hará
cómplice de la hostilidad mercantil contra su propia actividad y
de los males sociales que el sistema genera para toda la sociedad.
Al ligarse con los conceptos encarnados en su obra y con
sus efectos prácticos, el intelectual vivirá no al margen
de su condición, sino justo por ella, señaló el también
investigador emérito de la Universidad Nacional Autónoma
de México (UNAM).
En la conferencia Dimensión político-moral
del compromiso intelectual, realizada dentro del ciclo Etica y Política,
en la Facultad de Filosofía y Letras, apuntó que lo anterior
se traduce en la participación activa, práctica y política,
aunque ésta no sea partidista necesariamente.
Lo anterior significa rechazar la política de expolio,
defender la soberanía y la autodeterminación nacional, pronunciarse
por un verdadero internacionalismo de los pueblos frente a la globalización
del capital y ser solidario con todos los pueblos agredidos económica
o militarmente.
También significa oponerse a toda injusticia social,
luchar por un reparto equitativo de la riqueza, propugnar por una democratización
cada vez más amplia y participativa, exigir el respeto a la diversidad
cultural, étnica, religiosa y sexual, reivindicar los derechos de
los pueblos indígenas, alentar la educación pública
y gratuita, promover una justa política ambiental y hacer una defensa
incondicional y no selectiva de los derechos humanos.
Sin embargo, agregó, hay una figura del intelectual
que se considera libre al amurallarse en su actividad, al desdeñar
la plaza pública y al desligarse de todo lazo político o
social. Con dicha visión, el filósofo sólo tendría
deberes con la fundamentación de su filosofía, el poeta con
el dominio del lenguaje ordinario para hacer de él algo estético,
y el científico con la verdad de sus descubrimientos, indicó.
Pero esta postura puede perder su carácter de acción
autónoma y responsable al sujetarse a las leyes implacables del
mercado. De modo que se esfumarían los efectos sociales que constituyen
su razón de ser, añadió, según informó
la UNAM en un comunicado.
Sánchez Vázquez destacó que el terreno
del filósofo, el científico, el escritor, el artista o el
docente que ha establecido una obligación con su obra o conducta
se verificará siempre en la práctica, en la realidad.
|