México D.F. Jueves 13 de noviembre de 2003
VIDEO
Leonardo García Tsao
INUTIL RESULTA BUSCAR en la cartelera algo bueno de cine de horror si uno está de vena macabra, para ponerse a tono con las hechos recientes. Más recomendable es un estreno en video, Muñeca diabólica (May), de Lucky McKee, editada en DVD por la compañía Zima Entertainment.
A PESAR DE lo sugerido por el título en castellano, no se trata de la novia de Chucky o algo similar. Emparentado con toda película centrada en un personaje enajenado, el segundo largometraje de McKee narra la existencia marginal de May (Angela Bettis), una joven que por padecer estrabismo ha desarrollado desde niña una personalidad de nerd: es incapaz de llevar una relación personal por lo que se aísla en su mundo privado, donde la muñeca hecha a mano que le regaló su mamá, como sucedáneo de una amistad, es su principal fetiche.
Ritmo pausado
ANCLADA EN EL muy expresivo desempeño de Bettis, Muñeca diabólica guarda más relación con el estudio de personajes que con el actual cine de horror, abocado a la exageración y los golpes efectistas. McKee adopta un ritmo pausado para describir la patología de su persona titular, construido -como sus propias muñecas- de retazos. May participa de la torpeza social de Carrie (no es casual: Bettis interpretó a la heroína creada por Stephen King en una versión televisiva), es heredera de la sicopatía de la protagonista de Repulsión y acaba siendo una especie de bisnieta del Dr. Frankenstein, en cumplimiento del adagio materno: "Si no tienes amigos, crea uno".
LO MAS IMPORTANTE para el tono emocional de la cinta es que el director simpatiza con su personaje. Si bien es evidente su naturaleza freak, no lo es menos que las personas aparentemente normales de su entorno. El galán inaccesible Adam (Jeremy Sisto) es un machín que hace películas estudiantiles sobre amores caníbales, mientras que Polly (Anna Faris), su compañera de trabajo, se revela como una lesbiana voraz. (Por cierto, Faris ofrece una temeraria interpretación que desmiente su trabajo soso en las tres lamentables partes de Una película de miedo.)
Atmósfera enfermiza
HAY BASTANTES MUESTRAS de la capacidad de McKee por crear una atmósfera enfermiza con elementos mínimos. El momento en que May se talla furiosamente los ojos -su punto vulnerable- en un acto de autodestrucción, resulta tan violento como las escenas de asesinatos. Igualmente acertados son los abundantes detalles de humor negro.
SI BIEN MUÑECA DIABOLICA no logra evitar algunos clisés (la música de tono infantil para acentuar el trauma subyacente, por ejemplo) y no es nada innovadora en su retrato del personaje marginal como monstruo, al menos evoca una época más afortunada cuando uno podía descubrir joyitas en los cines de segunda. Ahora nos queda la opción del video.
EL DVD DE Muñeca diabólica contiene imprecisos subtítulos en castellano -un gato llamado Loopy se traduce como Lupe-, no respeta el formato widescreen y el material adicional es bastante pobre: filmografías de director e intérpretes, e información de los premios obtenidos en los festivales internacionales. [email protected]
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