México D.F. Jueves 13 de noviembre de 2003
Notable incremento de casos entre menores de 15 años
Padecen transtorno bipolar 1.5 millones de mexicanos
ANGELES CRUZ
Alrededor de 1.5 millones de mexicanos padece el trastorno bipolar, enfermedad que en casos extremos puede llevar al suicidio. Aparece entre los 15 y 25 años de edad, aunque cada vez con mayor frecuencia se observa en edades más tempranas, afirmó Maritza Leal, coordinadora de la Clínica de Trastornos Afectivos del Hospital Universitario de Monterrey, Nuevo León.
Comúnmente conocida como enfermedad maníaco-depresiva, el trastorno bipolar es un mal crónico y cíclico. Es una alteración en las áreas del cerebro que regulan el estado de ánimo. La manifestación más identificable de esta afectación se presenta cuando la persona tiene reacciones impulsivas y enérgicas, con un sentido exagerado de autoestima; mientras que la fase depresiva trae aparejados sentimientos abrumadores de ansiedad, baja autoestima y pensamientos suicidas, explicó Fernando Cañas, jefe del Departamento de Psiquiatría del Hospital Psiquiátrico de Madrid, España.
Mencionó que hasta ahora se desconocen las causas de la enfermedad, pero tiene una relación genética considerable.
En conferencia de prensa para presentar un nuevo fármaco para el tratamiento de la fase aguda de la etapa maníaca del mal, Leal resaltó que uno de los principales obstáculos para la atención de los afectados es que solicitan ayuda médica hasta 10 años después de haber iniciado el padecimiento.
Peor todavía es que aun cuando acuden a los servicios de salud, los pacientes obtienen un diagnóstico certero alrededor de ocho años después. Por lo general, el trastorno bipolar es confundido con el déficit de atención con hiperactividad en la infancia y la adolescencia, y con la depresión unipolar y la esquizofrenia en los adultos jóvenes.
El trastorno bipolar, subrayaron los especialistas, necesariamente pasa por las fases de manía y depresión. Para Fernando Cañas, lo más relevante en el control de la enfermedad es que exista un diagnóstico temprano y la eliminación del estigma hacia los afectados. Afirmó que los pacientes correctamente tratados -en la mayoría de los casos- se reintegran a la sociedad y llevan una vida normal.
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