México D.F. Jueves 13 de noviembre de 2003
Grupos de activistas lo increpan severamente
ante el ombudsman nacional
Reclaman a Fox incumplimientos y omisiones en derechos
humanos
Representantes de ONG exigen al Presidente aclarar los
asesinatos de mujeres en Juárez
Externan su malestar con la situación en Chiapas
y los resultados del caso Digna Ochoa
JUAN M. VENEGAS Y VICTOR BALLINAS ENVIADOS
Puerto Vallarta, 12 de noviembre. La primera vez
que el presidente Vicente Fox Quesada acude a una reunión de la
Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), ombudsman estatales
y organizaciones no gubernamentales (ONG) acabó en medio de un tenso
ambiente de reclamos para el Ejecutivo federal.
Desde
la recepción misma, los gritos de "¡Juárez, Juárez,
Juárez..!", en alusión a las más de 300 mujeres asesinadas
en la ciudad fronteriza, evidenciaron que las organizaciones civiles llevaron
su propia agenda, muy distante del discurso oficial.
Chiapas y los "15 minutos" que no se han cumplido en el
reloj foxista; la situación de los indígenas en el país;
el asesinato de Digna Ochoa y el rechazo al proyecto de privatizar el sector
energético fueron otras de las consignas que debió escuchar
el mandatario.
Con un mensaje al principio improvisado, Fox trató
de calmar los ánimos en el abarrotado salón Jalisco del Hotel
Krystal, donde se reunieron más de 600 representantes de las ONG.
De alguna manera lo logró y hasta arrancó algunos aplausos
cuando planteó una "alianza" entre el gobierno, el ombudsman
y las organizaciones para la protección y defensa de los derechos
humanos, así como cuando festejó la oportunidad que abrió
la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para "el ejercicio
de la acción penal" en contra de los responsables de la guerra
sucia de las décadas de los setenta y ochenta.
También escuchó palmas -sobre todo de los
comisionados estatales de derechos humanos-- en la exposición que
hizo de algunas de las acciones que su gobierno ha emprendido para frenar
los asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez y "encontrar y castigar"
a los responsables de los crímenes cometidos.
"Mi compromiso con la búsqueda de la verdad y el
castigo de los responsables es tan fuerte como el agravio que estos homicidios
nos ha provocado", enfatizó.
Hasta ahí todo iba bien para Fox. Pero apenas trajo
a colación el diagnóstico que el gobierno mexicano presentará
a la Organización de las Naciones Unidas respecto de la situación
de los derechos humanos en el país, sugiriendo que lo importante
es que "hablemos, actuemos y vivamos con la verdad", se vinieron en cascada
las manifestaciones de rechazo al discurso oficial.
-¡Digna Ochoa, Digna Ochoa..! -empezaron a gritar
los representantes de las ONG inconformes por el resultado de las pesquisas
sobre la muerte de la abogada.
-¿Qué hay con Digna Ochoa? -reviró
Fox a los gritos que ya para entonces impedían la continuidad de
su mensaje.
-¡Que se investigue y que se llegue a la verdad!
-Todos, todos queremos conocer la verdad (del caso). Aprovecho
para solicitarle al Gobierno del Distrito Federal y al procurador capitalino
que nos informe sobre este asunto. ¡Todos queremos conocer la verdad!
-expresó Fox al aclarar que la responsabilidad de la indagatoria
no es suya.
Pero entonces las voces fueron por los indígenas,
por Chiapas y por "los quince minutos" que ya son tres años.
-¡También, también, también...
Estoy listo y presto para recibir todas sus informaciones y observaciones!
-trató de parar Fox a los inconformes. Pero fue en vano.
Las consignas se escuchaban en todo el salón. Siguieron
con la situación de los pensionados; por las muertas de Juárez
y lo "nada" que se ha hecho. "¡Juárez, Juárez, Juárez...
Justicia!", volvieron las ONG. Y un reclamo más, por la "privatización"
del sector energético. "¡No a la venta de Pemex!", "¡No
a la venta de la CFE!", exigían.
Fox trataba de regresar a su mensaje. "(...) por supuesto
que también... todas estas acciones (el diagnóstico a la
ONU, el nombramiento de la comisionada para el caso de las asesinadas en
Juárez) parten de la convicción de que la defensa de los
derechos humanos nos pertenece a todas y a todos; a todos los sectores
del gobierno, a todos los sectores de la sociedad. A todos nos corresponde
cerciorarnos de su cumplimiento".
Poco más pudo hilvanar, resurgieron los gritos
y el momento se volvió caótico. De entre el sector de los
ombudsman estatales surgió el llamado: "¡respeto (al
Presidente), carajo!". Fue peor. Digna, Chiapas, indígenas, privatización
de la industria nacional... desde todos los rincones del salón se
oían las frases antifoxistas.
-¡Déjame terminar, déjame terminar!
¡Respeto, respeto, déjame terminar, respeto! -exigió
al Presidente.
"¡Van a tener dos días para hablar!" en su
reunión anual, terminó por cortar Fox a quienes interpelaban
su discurso.
Prácticamente ahí terminó la presentación
presidencial en la inauguración del encuentro, que se prolongará
hasta el viernes. "¡Enhorabuena y mucho éxito en sus trabajos!",
les deseó el mandatario. Y salió del salón Jalisco
como llegó, entre el coro: "¡Juárez, Juárez,
Juárez..!"
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