México D.F. Jueves 13 de noviembre de 2003
Aparece la edición ''definitiva'' de
la biografía que escribió del guerrillero
Nueva inmersión de Paco Ignacio Taibo II en
la vida del Che Guevara
Con casi un millón de ejemplares vendidos, el
autor incorpora testimonios inéditos
Las obras de Kalfon y Castañeda, desahogos personales
contra Fidel Castro, señala
ARTURO GARCIA HERNANDEZ
Siete años después de su publicación
inicial, acaba de aparecer la edición ''definitiva, corregida y
aumentada" de Ernesto Guevara también conocido como El Che,
biografía del mítico guerrillero argentino escrita por Paco
Ignacio Taibo II y próxima a llegar al millón de ejemplares
vendidos. La nueva edición -la número 32 en español-
incluye testimonios y documentos, desconocidos hasta hace poco, que se
han ido haciendo públicos en los años recientes.
Era
algo que Taibo II ya anticipaba en el prólogo de la primera edición,
''donde yo decía que la biografía era un alien provocador
que entre otras cosas iba a dar lugar a la aparición de materiales
que hasta entonces habían permanecido ocultos".
Dicho y hecho: ''Salieron otras tres biografías,
un libro sobre el Che fotógrafo, un nuevo diario y se publicó
el diario de Africa que decían que yo había inventado. Apareció
un testimonio muy importante, que no se había podido dar a conocer
antes por temor a provocar un conflicto entre cubanos y rusos, en el que
se cuenta que mientras el Che estuvo escondido en Praga había
estado tomando notas sobre los manuales de economía soviética
al uso, una notas muy cabronas porque planteaban que el socialismo en Europa
oriental se desmoronaba y que se regresaba al capitalismo. Esto no se habían
atrevido a publicarlo para no crear tensiones con la Unión Soviética".
El papel de Tania
La nueva edición de Ernesto Guevara también
conocido como El Che (Editorial Planeta), incluye un capítulo
nuevo, dedicado por completo al papel jugado por Tania como compañera
de armas del guerrillero en Bolivia: ''El motivo es que se publicaron dos
libros sobre ella que decían que era agente de los rusos y que había
provocado la denuncia de la guerrilla del Che. Eso me obligó
a revisar con minuciosidad la historia de Tania, para ver si era cierto,
y descubrí que todo era mentiras y calumnias, una pinche falacia
hecha con base en especulaciones insostenibles".
Otra información que el escritor destaca en esta
edición de su libro son los papeles de Ciro Bustos, quien fue detenido
junto a Régis Debray después de haber estado con la guerrilla
del Che en Bolivia: ''Fueron papeles muy importantes para valorar
si la guerrilla del Che había sido o no traicionada por la
detención de Bustos y Debray. Evidentemente no fue así. Después
se dio la polémica entre Debray y Aleida Guevara, la hija del Che,
que mutuamente se acusaban. Debray decía que Fidel Castro embarcó
al Che en Bolivia y ella decía: 'tú lo denunciaste'.
Es una polémica enloquecida porque ninguno de los dos tiene razón".
Sobre el particular, Taibo II expresa su desacuerdo con
las biografías escritas por Pierre Kalfon, Che, y por Jorge
G. Castañeda, La vida en rojo: ''Mantienen tesis de manera
muy especulativa en el sentido de que Fidel embarcó al Che
en Bolivia y creó las condiciones para que ahí fuera a morir.
Estudié con cuidado sus argumentos y no tienen ningún sustento,
están basados en pura especulación. Reconstruí minuciosamente
cómo el Che tomó la decisión de ir a Bolivia,
cómo la armó a lo largo de muchos años, cómo
no era Bolivia el objetivo final, sino una base de operaciones para un
proyecto continental, desde ahí actuaría en Perú y
Argentina".
Opina que tanto Castañeda como Kalfon desahogaron
en sus respectivos libros diferencias personales que tienen con el presidente
de Cuba: ''Si a estos cuates no les gusta Fidel, que escriban una biografía
de él en lugar de escribir una del Che y con ese pretexto
soltar la artillería antifidelista. Si tienen bronca con Fidel por
lo que hizo en 1972, en 1975 o en 2000, pues que discutan con él,
pero que no fabriquen un fraude histórico con tan mala leche".
Que el lector juzgue y decida
La nueva información y documentos que tuvo a la
mano Taibo II le dieron para añadir 100 cuartillas más a
la edición original: ''Me tomó seis meses de trabajo y éste
es el resultado". Después de esto, ''esencialmente sigo pensando
del Che lo mismo que pensaba cuando terminé la primera edición.
No hubo nada que me desconcertara. Cambió, sí, la descripción
que hago de la relación entre Hilda Gadea y el Che en México.
En la primera versión me había basado en el diario de Gadea.
Ahora tuve en mis manos por primera vez la anotaciones de Anderson sobre
los papeles del guerrillero que no se habían mostrado antes. Ahora
confronto una y otra y veo que es más ácida la relación
de lo que me pareció en un principio".
Sobre los errores que pudo cometer Guevara durante su
incursión en Bolivia y que finalmente le costaron la vida, Taibo
II reflexiona: ''Los errores son algo natural. Pero cuando los historiadores
hacen historia de adelante para atrás miden por los resultados,
pero no hablan de los errores, de los aciertos, y es cuando dices, por
ejemplo, que la travesía del Granma salió bien de
churro, que tenían que llegar de México a Cuba en 48 horas
y tardaron siete días. ¿Qué dirían los historiadores
si hubiera salido mal? Se hablaría del desastre que fue la planeación
de Fidel en la expedición.
''El éxito también fue casual, pero en historia
se da muy poco valor a la casualidad, tiende a medirse todo por los resultados.
El Che es un genio, pero también fue un milagro. Lo que hay
son riesgos y consecuencias. Por eso cuando lees libros como el de Kalfon
o Castañeda dices: no se vale."
Luego de esta nueva inmersión en la vida del Che
y al referirse al éxito editorial en que se ha convertido su libro,
Taibo II afirma: ''El que vende es el Che, sigue siendo una enorme
fuerza. Lo que hice fue escribir una buena biografía, muy justa,
tan justa como pude. Desde la admiración, pero desde una admiración
muy crítica, nada condescendiente. No le hice ningún favor
ni me callé nada, no quité nada, todo lo conté, que
el lector juzgue y decida. El cariño por el Che no se me
ha ido, un cariño que de repente raspa, asusta, sorprende, desconcierta".
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