México D.F. Jueves 13 de noviembre de 2003
En los próximos meses mejoraría la calificación
Aun sin reformas, el país mantendrá grado de inversión, asegura Moody's
DAVID ZUÑIGA
La firma calificadora Moody's no le quitará el grado de inversión a México ni reducirá la calificación de su deuda si no se aprueban las llamadas reformas estructurales; más aún, en los próximos 18 meses podría revisar al alza esta evaluación, anunció el director de la consultora en México, Benito Solís.
Por su parte, el subsecretario de Egresos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, Carlos Hurtado, reconoció que si no se aprueba la reforma fiscal en los términos planteados por el Ejecutivo no ocurrirá una catástrofe; no obstante, reiteró que aun en ese escenario el gobierno federal cumplirá su meta de déficit, y aseguró que las entidades federativas serán las principales beneficiarias de una reforma que aumente la recaudación.
Hace apenas una semana el secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, advirtió que el rechazo a la reforma fiscal podría provocar devaluación, aumento de tasas de interés, salida de inversiones y retroceso de la economía.
Entrevistado luego de inaugurar el seminario Perspectivas financieras y mecanismos de financiamiento para gobiernos estatales y municipales, Benito Solís recordó que Moody's le dio grado de inversión a México aun sin reformas. El grado de inversión mide la capacidad de un país para pagar su deuda externa de mediano y largo plazos. La calificación actual de la deuda mexicana es Baa2, dos niveles arriba del grado de inversión, "con perspectiva positiva". De ser así, México llegaría al nivel de Chile, el país mejor calificado de América Latina.
México también tiene grado de inversión de Standard and Poor's y Fitch.
Los factores que Moody's toma en cuenta, explicó, son el perfil de vencimientos de la deuda mexicana; las políticas fiscal y monetaria; la reducción del déficit y de las tasas de interés, y el comportamiento de las exportaciones.
"Creemos que a medida que se consolide el crecimiento internacional, México podrá tener una mayor calidad crediticia", agregó. En caso de que se aprobaran las reformas, la calificadora sería "muy cuidadosa" para analizar si éstas mejoran el perfil crediticio del país. "Pudiera haber reformas que no sean benéficas o que incluso la economía se desenvuelva mejor sin reformas"; sin embargo, "siempre es benéfico para la calificación de un país que disponga de más recursos". Una ventaja de México, agregó, "es que todos los agentes políticos están conscientes de la necesidad de tener finanzas públicas sanas".
En su ponencia, Carlos Hurtado afirmó que si no se aprueba una reforma fiscal que aumente la recaudación, Hacienda se empeñará en reducir el déficit a sólo 0.3 por ciento del producto interno bruto y se dará prioridad, "en la medida de lo posible", al gasto social.
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