Colin Powell se declara en "serio desacuerdo" con Adolfo Aguilar Zinser

El acuerdo migratorio México-EU quedó en promesas; tardará años, dice Derbez

JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES

Washington y Nueva York, 12 de noviembre. México salió hoy sin nada en las manos a no ser promesas y declaraciones de buena fe sobre el tema migratorio al concluir la reunión anual binacional de gabinetes en esta capital.

Cierto, se firmaron acuerdos que, por ejemplo, permitirán la presencia del servicio social Peace Corps (Cuerpos de paz) en México por primera vez; se estableció un "teléfono rojo" entre Gobernación y el Departamento de Seguridad Interna, y el canciller obtuvo una foto con el presidente George W. Bush, pero más allá de algunos logros de afinación de la relación diplomática, eso fue todo.

El secretario de Estado, Colin Powell, y el canciller Ernesto Derbez, en conferencia de prensa conjunta al final de la reunión, subrayaron que el tema migratorio es importante, pero ambos utilizaron la misma frase para comentar el ritmo del trabajo hacia un acuerdo migratorio: "paso a paso". Pero ningún funcionario se atrevía a ofrecer un calendario para establecer adelantos concretos sobre el tema y Derbez señaló que apenas se empieza a construir "el proceso" sobre cómo regularizar el flujo migratorio, algo que podría tardar "varios años", según el.

Estas declaraciones contrastan con los anuncios realizados por funcionarios mexicanos en las semanas pasadas de que esperaban que se estableciera por lo menos un calendario para llegar a un acuerdo sobre los asuntos migratorios. El presidente Vicente Fox había declarado el viernes pasado que durante esta reunión de la comisión binacional "habremos de poner este tema en la agenda, con el propósito de fijar un calendario y determinar la logística y el programa a seguir para que rápido volvamos a estar con avances sustanciales". Varios de sus funcionarios reiteraron este punto antes de hoy.

Pero a pesar de que nada de esto se cumplió, los participantes -9 secretarios por cada gabinete- como suelen hacer los diplomáticos, rechazaron que no se haya logrado nada sustantivo aquí.

El secretario de Gobernación, Santiago Creel, declaró que a pesar de que cualquier reforma del tema migratorio requiere la participación del Poder Legislativo estadunidense, ambos gobiernos analizan medidas no legislativas a nivel de los ejecutivos que podrían ofrecer algunos avances en este rubro. Tom Ridge, el secretario de Seguridad Interna, explicó que estas medidas incluyen reducir la acumulación de solicitudes pendientes de mexicanos para obtener la residencia legal permanente y, tal vez, ampliar algunos programas de visas para mexicanos. Pero Ridge advirtió a los medios que esto sólo se estaba discutiendo, aunque, quizá, vez podría lograrse parte de estas iniciativas mínimas para febrero del año entrante.

Otro logro diplomático fue establecer una buena relación con Ridge y su nueva secretaría gigantesca de Seguridad Interna, que por primera vez participa en la comisión binacional, según afirmaron funcionarios de ambos gobiernos al señalar aspectos importantes de esta reunión.

Sin embargo, cuando se les preguntó a Ridge y Creel si sus gobiernos habían resuelto las controversias sobre la matrícula consular como identificación legítima aquí o sobre el programa de repatriación bilateral de inmigrantes mexicanos, a la cual se oponía el gobierno mexicano, ambos secretarios respondieron que se necesitaban más discusiones sobre estos temas.

Pero acerca del asunto que ambos gobiernos insisten en que es prioritario, y sobre el cual el gobierno de Fox aseguró renovar sus esfuerzos para lograr algunos avances, hoy sólo hay algunas reiteraciones de compromisos de trabajar más. Derbez señaló que "estamos creando el diseño. El diseño original en que pensábamos es algo que simplemente no podrá prosperar en este punto en el tiempo. Y porque el diseño viejo no opera, estamos redefiniendo el diseño y trabajamos en este punto en el tiempo para crear el fundamento. Estamos haciendo un gran hoyo donde aparecerá el edificio", dijo en referencia a la construcción de un acuerdo sobre migración.

En la misma conferencia de prensa, Powell expresó su indignación por los comentarios recientes del embajador Adolfo Aguilar Zinser, quien dijo que la relación bilateral no era a nivel de socios, sino de subordinación, y que México sigue percibido como un "traspatio" de Estados Unidos. Powell comentó que aunque no leyó la declaración, "México si es un socio de Estados Unidos, un vecino de Estados Unidos, un gran amigo de Estados Unidos, y nunca, nunca, de ninguna manera, trataríamos a México como algún tipo de traspatio". Agrego "que cualquiera que afirmara estas cosas, yo estaría en serio desacuerdo. Es atroz (decirlo)".