.. |
México D.F. Jueves 13 de noviembre de 2003
Hoy eligen presidente para el trienio 2003-2006
Impugnan clérigos voto corporativo en la CEM
Pretenden beneficiar a Martín Rábago, acusan unos
Otros apoyan a Rivera, que aún no acepta ser postulado
JOSE ANTONIO ROMAN
En la pugna por la presidencia de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), un sector de obispos y arzobispos cuestiona que desde la directiva saliente se fomente un "voto corporativo" en beneficio del actual vicepresidente y obispo de León, José Guadalupe Martín Rábago. "No se puede ser juez y parte", han expresado varios miembros de la jerarquía católica reunidos en su 76 asamblea plenaria.
Asimismo han remarcado que en la Iglesia todos los obispos son "autónomos", situación que se ve afectada cuando se llega a una asamblea electoral con las ternas elaboradas, porque no se tiene certeza de la forma en que se conformaron para cada cargo a elegir. En este caso están las ternas para el Consejo de Presidencia -presidente, vicepresidente, secretario general y tesorero- y los responsables de las 24 comisiones en que se divide el trabajo episcopal, así como los representantes que tiene la Iglesia mexicana ante diversos organismos, como el Consejo Episcopal Latinoamericano, entre otros.
De esta forma, en un proceso en que la jerarquía católica elegirá la tarde de este jueves a su presidente para el trienio 2003-2006, ha salido a flote el fuerte jaloneo que existe en la CEM, principalmente entre los jerarcas que tienen como candidato al vicepresidente saliente, José Guadalupe Martín Rábago, y al arzobispo primado de México, cardenal Norberto Rivera Carrera.
Aun cuando los trabajos de la CEM, iniciados en los hechos el domingo pasado, se realizan a puerta cerrada, trascendió que el nombre de Martín Rábago ha sido postulado por la mayoría de las 15 regiones pastorales en que está dividido el Episcopado Mexicano. Esta situación hace pensar todavía al cardenal Norberto Rivera en la conveniencia de aceptar su postulación y llevarla hasta el final, es decir, hasta el momento en que los 106 obispos asistentes a la asamblea con derecho a voto decidan quién los representará en los próximos tres años.
Decisión que no será fácil para el cardenal Rivera, si se toma en cuenta que en 1997 perdió una oportunidad, cuando fue electo el actual presidente Luis Morales Reyes, en ese entonces obispo de la diócesis de Torreón, cuando él era ya arzobispo primado de México. La diferencia en aquella votación, que llegó hasta el tercer escrutinio, fue de apenas 15 votos. Ahora, como están las cosas, Rivera podría sumar su segundo revés en la búsqueda de la presidencia de la CEM, frente a un prelado que sólo tiene grado de obispo, cuando él ya es cardenal.
Si bien cabe reconocer que de manera personal ninguno de los dos candidatos fuertes, Martín Rábago y Rivera Carrera, hace campaña, lo cierto es que el "círculo de amigos" de cada uno está en pleno cabildeo con el resto de sus "hermanos" obispos, identificando los pros y los contras que representaría elegir a uno u otro.
En el caso de Norberto Rivera, quienes lo consideran la mejor opción para presidir la CEM señalan que no sólo Martín Rábago tiene una sólida formación teológica -fue presidente de la Comisión de la Doctrina de la Fe-, sino que el arzobispo primado posee una "igual o mejor formación", así como mejores logros y una congruencia con lo que establece la Santa Sede, independientemente de las buenas relaciones que mantiene en Roma.
Sin saber lo conversado, ayer a la hora de la comida, en las instalaciones de Lago de Guadalupe, en Cuautitlán Izcalli, sorpresivamente compartieron una amplia mesa sólo tres personas: Norberto Rivera y Juan Sandoval Iñiguez, cardenales de México y Guadalajara, respectivamente, y Luis Morales Reyes, presidente de la CEM. Para algunos obispos esta reunión fue sintomática del momento de tensión que se vive.
En los primeros días de la asamblea plenaria los obispos se han dedicado, con el apoyo de un grupo de especialistas del Tecnológico de Monterrey, a hacer una evaluación sobre el hacer y el quehacer del Episcopado, tanto en lo interno como en su relación con la sociedad, y de manera colectiva se trazaron metas para los próximos años, tarea que concluyó anoche.
La mañana de este jueves los obispos sostendrán una reunión con el nuncio apostólico Giuseppe Bertello, para iniciar, después de la comida, el proceso electoral del que surgirá la nueva mesa directiva de la CEM, probablemente para los siguientes seis años, pues aunque el periodo es de tres, los estatutos permiten una relección, que tradicionalmente se ha dado.
|