México D.F. Sábado 8 de noviembre de 2003
El ayuntamiento de ese municipio veracruzano y el INAH se culpan mutuamente
Denuncian ante la PGR la destrucción de la base de una pirámide de terracota descubierta en Jamapa
ANDRES T. MORALES CORRESPONSAL
Veracruz, Ver., 7 de noviembre. El ayuntamiento de Jamapa y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) interpusieron una denuncia ante la Procuraduría General de la República (PGR) por la destrucción de la base de la pirámide de terracota descubierta en la comunidad de Las Puertas y que tenía una antigüedad calculada en cerca de 2 mil 500 años.
La destrucción de la parte inferior del edificio prehispánico, en cuyo interior se localizaron entierros funerarios y la efigie de una diosa degollada, fue cometida el pasado fin de semana por personas que hasta el momento no han sido identificadas, según señalaron autoridades municipales.
La alcaldía del lugar y el INAH se culparon mutuamente de no brindar la seguridad adecuada al sitio.
Víctor Morales Castro, presidente municipal de Jamapa, confirmó en entrevista que el lunes pasado se descubrió la destrucción de la pirámide elaborada con barro apisonado, ubicada en el poblado Las Puertas.
Según los estudios levantados por arqueólogos del Centro INAH-Veracruz que iniciaron la excavación del edificio el pasado mayo, el sitio pertenece a los inicios del periodo Preclásico y principios del Clásico de la cultura Remojadas.
Pese a que sólo 25 por ciento del área arqueológica original se conservaba al momento del hallazgo, en la misma se encontró la construcción más importante -la pirámide de tierra apisonada- que aparentemente fue edificada como santuario de los dioses locales ligados al inframundo y como sepultura de dignatarios.
Un mes más tarde, investigadores del INAH informaron la extracción de seis entierros localizados dentro de grandes ollas de barro cocido, a su vez colocadas en las diferentes capas de la pirámide, así como la efigie de una diosa nariguda decapitada, cuya antigüedad se dató entre 2 mil y 2 mil 500 años, según el arqueólogo Martín Guerrero, responsable del proyecto.
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