México D.F. Sábado 8 de noviembre de 2003
El cese, por quejarse de violaciones a sus derechos
laborales, dicen afectados en Cancún
50 despidos en hotel recién comprado por españoles
DAVID SOSA FLORES CORRESPONSAL
Cancun, QR, 7 de noviembre.
Más de 50 empleados del hotel Gran Caribe Riu, que era propiedad
de Fernando García Zalvídea, fueron despedidos por los nuevos
dueños del centro de hospedaje, la cadena española Riu, luego
de que presentaron sendas demandas ante las autoridades laborales por presuntas
violaciones a sus derechos y garantías.
Inclusive, los inconformes manifestaron que la Confederación
Regional de Obreros y Campesinos (CROC) solapa e ignora las violaciones
laborales de que son objeto por parte de los directivos españoles,
pese a que esta central les descuenta cada quincena sus cuotas.
Acompañados por familiares y amigos, que sumaron
más de 100, los trabajadores despedidos, la mayoría mujeres,
sobre todo camaristas y meseros, protestaron por las calles de la ciudad
contra la nueva administración del centro de hospedaje por violaciones
a sus condiciones laborales, como reducción de salarios y despojo
de sus propinas.
"Ya llegaron al punto de obligarnos a despegar chicles
del piso", acusaron. "Sabemos que su intención es hartarnos para
que, al renunciar, ellos metan a su gente, que con tal de obtener un empleo
aceptan sueldos más bajos que los de nosotros", señalaron.
Dijeron que durante la anterior administración,
encabezada por el accionista mayoritario Fernando García, propietario
de otros hoteles en Cancún y la Riviera Maya, se respetó
su fuente laboral, e incluso se les daba algunos incentivos extras, que
los nuevos directivos españoles les retiraron, sin que la CROC defienda
sus derechos.
Denunciaron que el comedor de empleados parece un chiquero,
pues desde antes de que los despidieran a ellos retiraron a empleados que
limpiaban esa zona.
Explicaron que como los directivos españoles se
negaban a escuchar a los trabajadores, éstos presentaron 56 denuncias
ante la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, señalando
las anomalías, como el hecho de que les daban los restos de las
comidas que dejaban los usuarios del centro de hospedaje, adquirido por
el consorcio hotelero el pasado mes de septiembre en poco más de
60 millones de dólares, según reveló el propio García
Zalvídea.
El consorcio hotelero citó a conferencia de prensa
para las 10 de la mañana, pero al mediodía personal de vigilancia
informó que el gerente salió de vacaciones y regresaría
hasta la próxima semana.
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