México D.F. Sábado 8 de noviembre de 2003
Presentaron la biografía de Michael K.
Schuessler sobre la escritora y periodista
Elenísima ya no es de ella, sino de todos sus
lectores-admiradores
Autografió varios ejemplares del libro en el
que figura como personaje central Un video mostró a la persona
honesta, inocente, amiga, madre, que se une a la causa de los olvidados
ERICKA MONTAÑO GARFIAS
La fila se hizo larga. Apenas entraron su cuerpo menudo
y su sonrisa, las centenas de ojos en la sala se fijaron en ella. Sin pretenderlo,
en segundos concentró la atención de los asistentes. Alguien
le pidió un autógrafo en la primera página de un libro
nuevecito, recién comprado en la entrada. Lo curioso es que ella
no es la autora sino el personaje principal. Es su vida y trabajo el que
se lee en las 327 páginas de Elenísima. Ingenio y figura
de Elena Poniatowska, escrito por Michael K. Schuessler. Biografía
convertida en homenaje.
A ese primer libro firmado, ya fuera su biografía
o Tinísima, siguió otro y otro y uno más, hasta
que la fila se hizo de 10, 15 o 20 personas. La presentación todavía
no comenzaba.
Elena en primera persona
La
escritora de cuentos, novelas, crónicas, ensayos y, sobre todo,
textos periodísticos, se sentó en la primera fila del salón
destinado la noche del jueves a concentrar a sus lectores-admiradores.
Elena Poniatowska no es de ella, es de todos. Algunos cuellos se estiraban
para poder ubicarla y sentirse así un poco más cerca a ella.
Las luces se apagaron, y brilló entonces una pantalla
donde se ve un video grabado especialmente para la ocasión, que
comienza con un paisaje en el que las estrellas forman la constelación
Poniatowska: su inconfundible rostro dibujado con brillos nocturnos, como
en esos dibujos para niños en los que se unen puntitos con líneas
para formar figuras.
Ella, en su silla de la primera fila, sonrió al
verse.
Elena Poniatowska en primera persona, cuenta anécdotas
y se acerca más y más a quienes la miran en la pantalla,
y de repente, para que no quede duda, sentencia: ''Tengo el oficio de escribir
desde 1953 y lo ejerzo". Cincuenta años de escritora.
La actriz Jesusa Rodríguez y la escritora Guadalupe
Loaeza acompañan a la Poni en el video. Por ellas se descubre
a la Elena honesta, que cree en la humanidad, humilde, inocente, amiga,
madre, trabajadora, luchona, entrona, la que se une a la causa de los olvidados,
de las mujeres, la que invita a un pordiosero a comer a su casa, la que
recibe a su biógrafo con una mascarilla de aguacate.
Ganar gravedad junto a la gracia
En Elenísima, obra publicada por la Editorial
Diana, no está todo lo que es posible saber de la autora, dijo Schuessler
en una entrevista reciente con La Jornada (26/09/03).
Eso se debe, explicó entonces, ''a su enorme capacidad
de trabajo, lo cual ha generado tanto material que se antoja inabarcable.
Lo que alcancé a indagar, que de cualquier forma no fue poco, le
da al lector un panorama amplio para acercarse a una periodista y escritora
tan prolífica como ella. La Elena Poniatowska que descubro, además
de la que todos en México conocen, es la persona que ha tenido un
gran impacto en el mundo literario en otros países".
Para este libro, Michael Schuessler, profesor universitario,
tuvo acceso al archivo personal de la autora de La noche de Tlatelolco:
decenas de cajas en las que estaba escrito lo mismo ''entrevistas y varios",
y pudo acercarse a ella también mediante los testimonios de su madre
Paulette Amor, su nana Magda y sus amigos.
Uno de ellos escribió la presentación del
libro. Carlos Fuentes dice en la primera página: ''Como una de esas
niñas de Balthus, como una Shirley Temple sin hoyuelos, Elena se
reveló al cabo como una Alicia en el país de los testimonios.
Sin abandonar nunca su fingido asombro ante la excentricidad que se cree
lógica, que se cree excéntrica, Elena fue ganando gravedad
junto a la gracia".
Entre anécdota y anécdota
Hablan entonces, ya en vivo y a todo color, Miguel Capistrán,
Rosa Beltrán, Adriana González y el autor. Le hablan a Poniatowska
de ella misma. Entre anécdota y anécdota el público
soltaba la carcajada, cada vez conocían un poco más de la
escritora.
En la mesa colocada a la entrada, los libros, de a 150
pesos en precio especial, se acabaron. Eran cien ejemplares con la fotografía
de Elena Poniatowska en la portada. Se le ve en la imagen con unos cuadernos
abrazados, su cabello rubio peinado hacia atrás, el rostro hacia
arriba mirando quién sabe qué cosa.
Así la captó la cámara de otro de
sus amigos, Héctor García, con quien compartió varias
visitas a la cárcel de Lecumberri para entrevistar, por ejemplo,
al muralista David Alfaro Siqueiros.
Los discursos se agotaron y comenzó la competencia
para ver quién llegaba más pronto al lugar en el que ella
se encontraba sentada. Se extendió un brazo con un libro y luego
otro y uno más. Elena empezó a firmar.
Otra vez la fila se hizo larga.
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