Gustavo Leal F* .

Espagueti de reglas irreales

El presidente Vicente Fox solicitó a su gabinetazo "transparentar" las acciones para cumplir con el Acuerdo Nacional para el Campo (ANC) y, después de reconocer que existen programas que "todavía no operan con la eficacia comprometida", lo instruyó para que "impulse el cumplimiento de metas aún no cubiertas".

ƑCuánto ha "cumplido" el sector salud? El ANC establece que el Ejecutivo federal "realizará una evaluación con las organizaciones de productores y campesinos, de la etapa piloto del Seguro Popular. Con base en ello se impulsarán las acciones que permitan el acceso de la población rural a los servicios de salud".

Lamentablemente, ese controvertido Seguro Popular crea expectativas que no podrán ser atendidas. Basta escuchar a Juan Antonio Fernández Ortiz, coordinador de Procampo: se "trabajará en las reglas de operación para que 100 mil productores empadronados, mayores de 65 años, con menos de cinco hectáreas y no afiliados al Instituto Mexicano del Seguro Social y al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, accedan a servicios de salud".

Para disponer del Seguro Popular, agregó, es requisito "indispensable que los productores tengan una unidad de salud cerca del Centro de Atención para el Desarrollo Rural". Y como si no fuera suficiente, remató: "Procampo no tiene recursos. Lo que se destinará a salud forma parte de los 2 mil 800 millones de pesos que se consiguieron para el ANC. Para poder ser beneficiario, hay que residir en cualquiera de los ocho estados que firmaron convenio con la Secretaría de Salud (Ssa)".

Este espagueti de reglas irreales mostró, pronto, su mala cocción. Héctor Hernández Llamas, coordinador del Seguro Popular de la Ssa, sostuvo que, debido a la "limitada infraestructura de clínicas y hospitales en el medio rural, los compromisos del ANC sólo podrán cumplirse en ocho estados. Están fuera las entidades del sur, donde las carencias son graves".

Bastaron siete semanas para que el espagueti empezara a apestar. Fernández Ortiz y Hernández Llamas comunicaron que -al mes de junio- sólo se "había inscrito 3 por ciento de las familias rurales" y que la "cobertura" había sido obstaculizada por la carencia de recursos y de infraestructura adecuada.

Pero eso no era todo: aunque el costo real del seguro, puntualizaron, es "de mil 572 pesos por persona, hay un fuerte subsidio", y para el próximo año la "aportación por familia será de mil 200 pesos". Para "acelerar la cobertura y garantizar los servicios", subrayaron, "dependerá de los servicios estatales". šEl espagueti se estaba pudriendo!

Pero el 7 de agosto, ante 66 nuevos diputados cenecistas, Julio Frenk todavía se atrevió a solicitar su "respaldo para impulsar el Seguro Popular y que tenga presupuesto suficiente".

Correspondió a la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) asestar la puntilla. Después de que en sus reuniones de San Luis Potosí (30 de julio) y Durango (primero de noviembre) acordara que "el gobierno federal absorba al 100 por ciento las repercusiones financieras" del Seguro Popular o, en su caso, "postergue su entrada en vigor", al afinar su propuesta de política fiscal para el 2004 los secretarios de finanzas estimaron que los problemas financieros del sector salud "afectan" las arcas de las entidades federativas: la Federación no ha transferido con suficiencia los recursos comprometidos, además de que "establece los planes, políticas y procedimientos con los que presupuesta, sin acordarlo con las administraciones de los estados".

Y aún más. La Conago destacó que "no existe" transparencia en la distribución de los recursos, ni se cubre el costo de las plantillas, ni tampoco los gastos de operación de las unidades médicas construidas conjuntamente con la Ssa.

Es ésta, acaso, la "consensuada" descentralización a que gusta aludir el Banco Mundial (México, estrategia de asistencia para el país 2003-2005). šVaya espagueti!

No obstante lo cual, el tercer Informe de Gobierno estima que al finalizar 2003 el número de familias "beneficiarias" del Seguro Popular alcanzará 500 mil, de las cuales "se espera que 100 mil sean de productores del campo", aunque la Confederación Nacional Campesina manifieste que "más de 84 por ciento de los habitantes rurales carecen de seguridad social" y diferentes organizaciones de productores reconozcan que el Consejo Mexicano para el Desarrollo Rural Sustentable "no garantiza" el cumplimiento del ANC.

El viacrucis del Seguro Popular apenas empieza. Después de degustar un espagueti tan insípido, resulta evidente que la mejor decisión que pueden tomar los diputados que animan la 59 Legislatura consiste en canalizar los recursos previstos para ese engendro -que ni es "seguro" ni es "popular"- hacia el Programa IMSS-Oportunidades, cuyas clínicas están saturadas.

En el IMSS, los fondos originalmente presupuestados para ese Seguro Popular encontrarán un destino genuinamente sanitario y, de paso, se sacudirán definitivamente su putrefacto espagueti de reglas irreales.

* Universidad Autónoma Metropolitana, Xochimilco