México D.F. Sábado 8 de noviembre de 2003
El acusado insiste en que es inocente
Miguel Nazar Haro -uno de los tres acusados de la desaparición de Jesús Piedra Ibarra, quien fue detenido en abril de 1975 en la ciudad de Monterrey por agentes de la Policía Judicial de Nuevo León y miembros de la extinta Dirección Federal de Seguridad (DFS)- aseguró en su ampliación de declaración ministerial, que consta de 27 cuartillas, que las declaraciones en que se basan las imputaciones en su contra son falsas o de oídas y que a pesar de las 2 mil fojas que integran la averiguación previa, destaca la falta de pruebas que demuestren su involucramiento en ese caso.
"En 1975, cuando presuntamente suceden los hechos, me desempeñaba como subdirector federal de Seguridad, que por su naturaleza era una institución encargada de obtener información de las policías que combatían los hechos delictivos llevados a cabo por miembros de la Liga Comunista 23 de Septiembre.
"La Dirección Federal de Seguridad era entonces el organismo del Estado para analizar la información respectiva y retroalimentar a las policías respectivas de toda la República de la información necesaria para combatir las conductas criminales que al amparo de una ideología diferente se cometían en agravio de la sociedad, tales como robos, secuestros, violaciones, homicidios, y dicha información era concentrada por los delegados estatales con el jefe del departamento de control.
"Resultaba elemental y del dominio público en ese entonces que miembros de grupos guerrilleros deseosos a toda costa de mantener oculta su identidad no portaran identificación a la hora de enfrentarse con policías, por lo que en el caso de caer abatidos difícilmente podían ser identificados, o bien, si eran detenidos, podían utilizar otros nombres para ocultar algunas de las conductas delictivas que se les conocían.
"En muchos de los casos, los propios miembros de las organizaciones guerrilleras tenían su brigada de ajusticiamiento en contra de aquellos compañeros que daban información de su organización o actividades, hechos que difundían en su periódico denominado Madera.
"También era frecuente que al ser detenidos, miembros de la guerrilla pedían a las autoridades cambio de identidad y salvoconductos al extranjero para poder escapar de sus propias brigadas de ajusticiamiento.
"Estas y otras tesis de investigación no han (con todo respeto) sido agotadas por la Fiscalía Especial, ya que resulta trascendental para la búsqueda de la verdad histórica.
"Concretamente: no conozco, ni conocí a Jesús Piedra Ibarra por no haberlo tenido nunca a la vista. No ordené la detención de Jesús Piedra. No me fue puesto a disposición ni telefónicamente, ni por oficio ni físicamente."
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