México D.F. Martes 4 de noviembre de 2003
Rubrica el Festival Cervantino con un concierto
en el Palacio de Bellas Artes
La orquesta que dirige Zukerman ofrece la música
como un sentido de la existencia
PABLO ESPINOSA ENVIADO
Guanajuato, Gto., 3 de noviembre. La última
función del Festival Internacional Cervantino (FIC) ocurrirá
la noche de este martes a las 20:30 horas en el Palacio de Bellas Artes
de la ciudad de México, a pesar de que la clausura oficial ocurrió
la noche del domingo en Guanajuato. Se trata de un concierto magistral
a cargo de la Orquesta del Centro Nacional de las Artes de Canadá,
dirigida por uno de los más grandes violinistas del mundo, el maestro
Pinchas Zukerman.
El
programa que podrá escucharse en Bellas Artes será el mismo
que presentaron en el teatro Juárez de Cuévano y está
integrado por dos partituras de Beethoven y una obra de Denys Bouliane,
de Quebec, quien como parte de la gira impartirá un taller, junto
con el propio Zukerman y otros músicos, en el Centro Nacional de
las Artes de la capital mexicana.
Entre los atractivos de esta orquesta visitante figura
su sonido cálido y su conformación, casi simétrica,
entre sus integrantes: prácticamente en la mitad de los atriles
destacan las mujeres, presencia entretejida con igual número de
instrumentistas hombres y en todas las secciones de esta orquesta de cámara
grande o bien sinfónica pequeña, si tomamos en cuenta el
número total de músicos, que oscila en la cincuentena.
La obra de Bouliane abrió el programa: 20 minutos
de incursiones tímbricas en cuerdas, atmósferas intimistas,
aventuras en pos de hallazgos sonoros desde el nombre mismo de la partitura:
La nieve es blanca pero el agua es negra.
Actividades didácticas
Enseguida sonó la Sinfonía Segunda
de Beethoven con todo el encanto posmozartiano de esta obra premonitoria
de las sinfonías monumentales del mismo autor. Aunque no se trata
de una orquesta de rendimientos interpretativos que provoquen espasmos
de placer, la presencia de esta orquesta canadiense muestra de cuerpo entero
la actitud cultural de una nación, Canadá, por completo entendida
como parte de las actividades normales de la sociedad y no como el contraste
de lujo y hambre que muestra el ejercicio de la música de conciertos
en sociedades como la mexicana, donde asistir a un concierto de este tipo
sirve como mero pretexto para los dueños del dinero puedan mostrar
su prepotencia, su ignorancia, su guardarropa y sus juegos de tarjetas
de crédito en la cena.
El proyecto musical de la Orquesta del Centro Nacional
de las Artes de Canadá, por el contrario, ofrece el disfrute de
la música como un sentido de la existencia y como una práctica
gozosa para todo aquel interesado en ella. Una prueba de esto son las actividades
didácticas que acompañan la actual gira mexicana de esta
orquesta y que incluyen la repartición en escuelas mexicanas del
método Let's go Mozart, ideado por Pinchas Zukerman con esta
orquesta y con el cornista Felix Acevedo.
La parte final de este concierto es un portento: Pinchas
Zukerman en la parte solista y al mismo tiempo dirigiendo el Concierto
para violín de Beethoven. Un prodigio. Así sonó
la noche del domingo en Cuévano.
|