Las compras al país norteamericano, 30% de las importaciones de alimentos de la isla

Presiones de la iniciativa privada de EU debilitan el bloqueo contra Cuba

El valor de los intercambios comerciales superaría este año 500 millones de dólares

GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL

La Habana, 3 de noviembre. El bloqueo económico que mantiene Estados Unidos contra Cuba desde hace cuatro décadas empezó a perder fuerza bajo la presión de sectores de la iniciativa privada estadunidense, ansiosos de recuperar un mercado a 45 minutos de vuelo y a dos días de navegación marítima.

Paso a paso, como gota que cae sin cesar y humedece las paredes, ramas de la economía o regiones de Estados Unidos están percibiendo las opciones de negocios a las que no tienen por qué renunciar en la isla.

Aunque la fisura es apenas una línea, Estados Unidos se ha colocado como el principal suministrador de alimentos a Cuba, el segundo emisor de turistas a la isla y uno de sus principales socios comerciales.

Una reforma legal en 2000 abrió la puerta para que compañías estadunidenses puedan vender a Cuba medicinas y alimentos, bajo condiciones rigurosas, como el pago de contado y la vigencia de otras normas aplicables del embargo, como la prohibición de que La Habana utilice el dólar, así como restricciones para la llegada de buques a puertos de la isla.

El presidente Fidel Castro reaccionó agriamente y encabezó una marcha de protesta de cientos de miles de cubanos, en la que el mensaje oficial fue que, bajo esas condiciones, la isla no compraría "ni una aspirina ni un grano de arroz".

Pero un año más tarde cambió de parecer. El huracán Michelle azotó dos tercios del territorio cubano y produjo pérdidas por casi 2 mil millones de dólares. A una oferta estadunidense de ayuda humanitaria, Castro respondió que sería mejor aprovechar aquella rendija legal.

Desde que se iniciaron las operaciones en diciembre de 2001, Cuba brincó del lugar 144 en la lista de mercados agrícolas de Estados Unidos al sitio 35, según un informe del mes pasado del Consejo Económico y Comercial Cuba-Estados Unidos, consultora especializada con sede en Nueva York.

Para Cuba, las compras a Estados Unidos ya representan 30 por ciento de sus importaciones de alimentos, informó Pedro Alvarez, presidente de la Empresa Importadora de Alimentos (Alimport), la agencia del gobierno cubano encargada de las operaciones.

Las negociaciones incluyen la compra de más de 300 artículos, como manzanas, pollo, pavo, huevos, trigo, maíz, frijol de soya y cabezas de ganado. Se han realizado con más de mil compañías, entre ellas las firmas más poderosas del gran capital trasnacional agroalimentario, como Cargill y Archer Daniels.

El valor total puede rebasar este año 500 millones de dólares, agregó Alvarez.

Esos resultados colocan a Estados Unidos en un rango entre los primeros socios comerciales de Cuba (con Venezuela, España, China, Canadá y Rusia).

Fármacos caros

Los cubanos intentaron comprar medicamentos, al amparo del mismo hueco jurídico, pero el negocio fracasó por las cotizaciones de las compañías estadunidenses, que se fueron a tres y cuatro veces por encima de los precios que La Habana obtenía en otros mercados, explicó Angel Alfonso Sánchez Díaz, director de la empresa importadora y exportadora del sector, Medicuba.

El pasado 11 de julio una barcaza con mercancía a bordo y bandera estadunidense entró en la bahía de La Habana, por primera vez desde 1961.

Además de sumarse al flujo comercial, la llegada de la Helen III marcó simbólicamente el surgimiento de una de las varias paradojas que salpican el conflicto entre Washington y La Habana: una nave estadunidense, con licencia de su gobierno, pudo comerciar con Cuba, mientras embarcaciones de terceros países enfrentan la represalia de no poder atracar en Estados Unidos durante seis meses si tocan puertos cubanos.

El flanco portuario y naval es uno de los que han cedido a la incipiente dinámica comercial entre los dos países.

Alimport firmó este año convenios con las autoridades de Mobile, Alabama, y Corpus Christi, Texas, para agilizar la carga y el despacho de mercancía hacia Cuba desde esos puertos del sureste de Estados Unidos.

Por contraste, Cuba ha perdido unos 10 millones de dólares por el costo del cambio de moneda, indicó Alvarez. Como Alimport no puede operar con dólares por la legislación del bloqueo, tiene que triangular sus pagos con bancos europeos, afrontando comisiones y fluctuaciones cambiarias.

Con el comercio alimentario, otro frente débil del bloqueo es el turismo. Los casi 180 mil visitantes de Estados Unidos que vinieron a Cuba el año pasado sólo son superados por los 400 mil canadienses, según informes oficiales.

Aunque la mayoría de los viajeros son de origen cubano, más de 70 mil son estadunidenses y quizá la mitad vinieron violando la ley de su país.

Una batalla política se libra en estos días en el Congreso de Estados Unidos para decidir si una cláusula que elimina indirectamente las restricciones de viaje a Cuba será finalmente incluida en un proyecto de ley.

Con dos fuertes mayorías respaldando la moción (227-118 en la Cámara, 59-36 en el Senado), el conflicto radica en que, si prospera, el proyecto legislativo enfrentará el veto del presidente George W. Bush y detonará un choque entre la Casa Blanca y el Capitolio, que no había ocurrido en esta administración.