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México D.F. Martes 4 de noviembre de 2003
MEXICO SA
Carlos Fernández-Vega
El paquete financiero 2004 y el juego foxista de las reducciones
Hoy, el Presidente ya perdió la sensibilidad
ES INMINENTE LA entrega del llamado paquete financiero 2004 del Ejecutivo federal a la Cámara de Diputados, y el adelanto de su contenido no difiere en prácticamente nada de los previos: austeridad -que no juarista- del gobierno, aumento de impuestos (aunque se quiera vestir de reducción), hipotético crecimiento económico de 3.1 por ciento, tipo de cambio de 11 pesos por dólar e inflación de 3 por ciento.
EN RESUMEN, LA anterior sería la meta que el inquilino de Los Pinos y su gabinete económico tratarán de alcanzar el próximo año, no sin olvidar su intención de obsequiar el mismo regalo propuesto en años anteriores: el cobro, para todo y todos, del impuesto al valor agregado (IVA), sólo que ahora disfrazado de "reducción".
LA ORIGINAL PROPUESTA del presidente Vicente Fox es "reducir" de 15 a 10 por ciento la tasa del IVA, pero aplicándola a todos los productos y mortales, comenzando por medicinas y alimentos. De aprobarse dicho cobro, aseguran los analistas del cambio, el gobierno federal obtendría un ingreso anual adicional cercano a 45 mil millones de pesos, siempre en el supuesto de que los niveles de consumo en el país -especialmente el de los sectores pomposamente llamados "menos favorecidos"- se mantengan, tras el garrotazo fiscal que implicaría el referido esquema.
NO HAY QUE olvidar que no es la primera vez que el presidente Fox se fascina con la idea de jugar a las "reducciones". Fresca en la memoria, pero sobre todo en el bolsillo, tienen los mexicanos aquella inmisericorde goliza que les metió a los mexicanos y a las mexicanas con las tarifas eléctricas. En ese entonces, febrero de 2002, el inquilino de Los Pinos y su gabinetazo económico juraron y perjuraron que la "reducción" de subsidios no afectaría al grueso de la población y que la mencionada "disminución" de ninguna manera debía considerarse como aumento de tarifas.
DE NUEVA CUENTA, Fox se anima a jugar a las "reducciones". Y en reunión, ayer, con corresponsales de la prensa extranjera, detalló su novedosa oferta: "Nuestra propuesta sí es ir a un IVA generalizado de 10 por ciento, y siempre estaremos atentos a platicar con el Congreso de la Unión qué se puede hacer en el caso de las personas de menor ingreso en el país... Hemos señalado que una propuesta sensata, una propuesta sólida, sería reducir el IVA de 15 al 10 por ciento".
VALE MENCIONAR QUE si el objetivo presidencial es meramente recaudatorio, para qué brincar si el suelo está parejo. Como en ocasiones anteriores, si la intención del inquilino de Los Pinos y su gabinetazo económico es captar recursos fiscales extraordinarios por cerca de 45 mil millones de pesos anuales (que, de acuerdo con los analistas oficiales, obtendría con el nuevo juego de las "reducciones") tras gravar medicinas y alimentos, entonces el asunto está resuelto sin necesidad de esperar la aprobación legislativa. Podría, por ejemplo, evitar la confrontación y dedicarse, simple y llanamente, a cobrar a los sacrosantos bancos los impuestos diferidos (causados, pero no enterados a la Secretaría de Hacienda) que adeudan al fisco nacional y que a la fecha rondan los 50 mil millones de pesos.
POR CIERTO, COMO gobernador de Guanajuato, Vicente Fox fue uno de los más radicales opositores ("estoy en absoluto desacuerdo", decía), dentro del universo panista de aquellos tiempos, a que el Congreso aprobara una iniciativa del gobierno zedillista (agosto de 1997) que perseguía el mismo fin, es decir, reducir la tasa del IVA de 15 a 10 por ciento, pero aplicándola a todo y todos, comenzando con medicinas y alimentos.
PERO ESO FUE cuando era opositor. Ahora que es Presidente de la República su sensibilidad cambió y a los corresponsales extranjeros les aseguró estar dispuesto a "negociar medidas que compensen a las familias pobres" por el cobro del IVA en medicinas y alimentos. Nadie sabe qué es lo que en su momento "compensaría", porque de acuerdo con sus propias palabras -con irremediable sintaxis del cambio- "el beneficiario número uno de la reforma fiscal son, precisamente, las familias pobres".
COMO EN EL juego de las tarifas eléctricas, Fox prometió: "Los pobres aportarán 10 por ciento, pero se van a llevar 100 por ciento de la recaudación del IVA, puesto que va toda de regreso a las familias más pobres y humildes del país... De ninguna manera vamos a permitir que una reforma haga más pobres a los pobres. Todo lo contrario. Si va a haber una reforma, es para que los pobres tengan mejores condiciones de las que hoy tienen".
ESA SERA SU propuesta al Legislativo. Y como la profesora Armani no ha dado una, lo más seguro es que se la rechacen. Acto seguido, Vicente Fox, dedo flamígero alzado, culpará de nueva cuenta a los chiquillos y chiquillas de San Lázaro de "ponerle el freno al cambio", y con ese pretexto seguirá haciendo su esfuerzo.
OTRO ESFORZADO ES el secretario de Hacienda, Francisco Gil, quien en Madrid, de acuerdo con un despacho de Notimex, aseguró que "son muy buenas las posibilidades de que se apruebe una reforma fiscal... En caso de que se logre habrá más recursos para llevar a cabo programas adicionales... Nuestra obligación como gobierno es convencerlos (a los miembros del Congreso) de cuáles son las políticas que consideramos apropiadas para ponernos de acuerdo, por lo menos, con la mayoría de los diputados y los senadores".
TODO INDICA QUE, llegado el caso, también habría un IFE fiscal, aunque, como se menciona, la profesora Armani no ha hecho bien su chamba y una porción creciente de diputados tricolores no sólo la mandó a paseo, sino que rechazó la posibilidad de cobrar IVA en medicinas y alimentos, como proponía un documento atribuido a Elba Esther Gordillo pero que todo mundo supo de dónde provenía.
Las rebanadas del pastel:
EL SECRETARIO DE Hacienda admite que buena parte de los recursos previstos para 2004 ya tienen dueño en el Presupuesto de Egresos de la Federación... Ojalá que las asignaciones no se utilicen para atender la voracidad del Jefe Diego... La Ardilla exige que la Secretaría de la Reforma agraria le pague "ya" los mil 214 millones, que le cubran 118 millones "por daños y perjuicios" y que no sea a plazos, como propuso la SHCP... Todo ello, en año de austeridad anunciada. [email protected]
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