México D.F. Viernes 31 de octubre de 2003
ENTREVISTA /OSVALDO
CHATO PEREDO, DIRIGENTE DEL MOVIMIENTO
AL SOCIALISMO
El MAS debe prepararse para gobernar Bolivia
"TRAS LA CAIDA DE SANCHEZ DE LOZADA, SOMOS LA PRIMERA
FUERZA"
"Nuestro país está hoy en la primera
línea de confrontación con el imperialismo. Hay que recordar
que el anterior embajador de Estados Unidos, Manuel Rocha, llamó
abiertamente a no votar por Evo Morales. Su sucesor, David Greenslee, presiona
para que los diputados desafueren a nuestro líder"
BLANCHE PETRICH
El movimiento social de Bolivia, "a partir de ahora, tiene
que prepararse para poder gobernar", asegura Osvaldo Peredo, dirigente
del Movimiento al Socialismo (MAS). Pero ésta es, al menos para
los partidarios de Evo Morales, una perspectiva a largo plazo.
Antes hay un largo trecho que recorrer: aprender a caminar
junto con las otras organizaciones populares, entre ellas el Movimiento
In-dígena Pachacuti -con el que existen antagonismos-, preparar
la asamblea constituyente a la que se comprometió el presidente
Carlos Mesa, ampliar su base política en las elecciones municipales
(diciembre de 2004) y demostrar, desde el poder municipal, su capacidad
para ejercer un buen gobierno.
"Hoy -sostiene Peredo- somos la primera fuerza política
del país". Encuestas recientes, posteriores a la renuncia del ex
mandatario Gonzalo Sánchez de Lozada, le atribuyen al MAS 39 por
ciento de apoyo de la población, un salto respecto al 21 por ciento
de votos que obtuvo en las elecciones presidenciales del año pasado.
Realista, el líder reconoce: "Ojo, esto no es suficiente."
En lo inmediato, a diferencia del plazo de tres meses
que el mo-vimiento que conduce el aymara Felipe Quispe y otras fuerzas
de izquierda han fijado a Mesa para cumplir las demandas centrales de las
movilizaciones populares, el MAS insiste en no hablar de plazos sino de
hechos y logros.
Peredo -sicólogo de formación, egresado
de la Universidad Patricio Lumbumba de la ex Unión Soviética-
reconoce que hay discrepancias entre Morales y Quispe. Pero considera que
"encontrar puntos coincidentes para la constituyente es un reto muy fuerte.
Eso va a garantizar por lo menos durante un buen trecho caminar juntos."
Viejas derrotas
Hace
33 años Peredo transitaba una vía muy distinta. Hermano menor
de Coco e Inti Peredo, que acompañaron al Che
Guevara en la guerrilla de Ñancahuazú y cayeron con él,
Osvaldo El Chato intentó reorganizar un pequeño foco
rebelde en Teoponte (en el subtrópico de los llanos altos) con otros
67 guerrilleros, entre ellos la plana mayor de la Confederación
Universitaria Boliviana. A los tres meses (1970) este pequeño e
inerme grupo estaba liquidado, con la mayoría de sus combatientes
muertos de inanición.
Pero a la distancia, El Chato ha-ce un balance
y asegura que en medio de esa derrota hubo un rédito: "A partir
de ese momento se rompe el pacto campesino-militar que habían forjado
las dictaduras posteriores a la revolución de 1952, se agota el
paternalismo con el campesinado y se inicia lo que hoy es la Confederación
Sindical Unica de Trabajadores."
-¿Qué queda de la revolución de 1952
en los movimientos actuales?
-Algunos máusers de aquella época
que han salido a relucir ahora junto con las piedras y palos en los bloqueos
carreteros. A raíz de 1952 se formaron las milicias armadas de obreros
y campesinos. Fue la oportunidad más grande que hubo en América
Latina para realizar una revolución hacia el socialismo, pero el
proceso fue dirigido por la burguesía y boicoteado por ella. Derrotada
la experiencia (1964), la burguesía se recompone, el ejército
se organiza y se hace el pacto militar-campesino con el fin de enfrentar
a los obreros, que eran el sector mejor organizado.
El resultado -resume- fue un retroceso de décadas,
exilio, asesinato de líderes y desaparición de partidos políticos.
El repunte
-¿Cómo y cuándo repunta el movimiento
popular?
-En 1992 yo ya pensaba que el protagonismo no vendría
de los partidos sino de los movimientos sociales. El proyecto liberador
nace de los pueblos ancestrales y de los campesinos, porque ni siquiera
la reforma agraria había podido contra la concepción de propiedad
comunitaria que tienen dichos pueblos. Estos empiezan a reclamar su derecho
a la ciudadanía. Por eso empiezan las marchas de campesinos desde
las tierras bajas, amazónicas, al altiplano. Eso no lo advirtieron
los partidos de izquierda.
-¿Cómo entra el MAS a la carrera electoral?
-Nosotros no podíamos aspirar a puestos en el Parlamento
para una lucha de esta naturaleza más que por medio de un registro
me-diante un partido político. En 1995, durante un congreso sindical
de campesinos, se funda el Instrumento Político por la Soberanía
de los Pueblos (IPSP). Y nace en convergencia con pueblos ancestrales.
"Conseguimos el registro por el MAS, partido dirigido
por un ex militar y ex falangista, Lucio Añes. El se escinde de
la Falange y registra su partido en 1989, y nos ofreció las siglas.
En agradecimiento, es dirigente honorífico.
"Antes, Evo ya había logrado entrar al Congreso
junto con otros cuatro dirigentes del movimiento bajo las siglas de Izquierda
Unida. Pero en la práctica parlamentaria se les exigía negociar
cosas que no son mandato del movimiento. Y otra vez es el Partido Comunista
el que exige hacerle juicio a Evo. Con el MAS, en las elecciones de 2002,
Evo perdió apenas por 50 mil votos.
"Es a partir del IPSP que se empieza a perfilar lo que
se llama 'el proyecto liberador de Bolivia'. Se desarrollaría no
a partir de los partidos de izquierda tradicionales, sino de esas bases
que buscaban justamente un instrumento propio para participar en la política."
Apropiación de la agenda
La "gran diferencia" con el movimiento nacionalizador
de 1952 es que hoy los campesinos, mineros y obreros "se apropiaron de
la agenda", que pasa por tres ejes: revocar la legislación de hidrocarburos,
elaborar leyes que permitan a Bolivia capitalizar sus recursos y llamar
a la asamblea que apruebe una nue-va Constitución.
"En los 50 -dice- los campesinos y obreros salían
a la calle y apoyaban las demandas de nacionalización. A lo largo
de tantos golpes de Estado, el pueblo siempre estuvo consciente de su explotación.
Pero ahora lo están de su programa. Lo han hecho suyo. Esa es la
diferencia, incluso con otros mo-vimientos, como el de Argentina. Ahí
las demandas son reivindicativas. En Bolivia indígenas y sindicatos
agrarios han socializado una agenda de liberación y la plantean
a los obreros y mineros en las ciudades; parafraseando a Marx, es el cambio
para sí. Eso es lo grande de este momento".
-¿En qué coincide, en qué discrepa
Evo Morales con el mallku Felipe Quispe?
-El reto que tenemos de la constituyente es muy fuerte.
Esto va a garantizar que durante un buen trecho tengamos que caminar juntos.
-¿Y las discrepancias?
-Ellos a los no indígenas, a mí por ejemplo,
nos ven como extranjeros. Es un movimiento... no quiero decir racista,
pero sí excluyente, no revolucionario. Por otra parte, el movimiento
obrero, desesperado porque se ve desplazado de su hegemonismo social, está
exigiendo más de lo que es posible lograr en este momento. Es el
caso del plazo de tres meses a Mesa. Nosotros no hablamos de plazos sino
de hechos.
Es posible" enfrentar a EU
-¿Cuál es el papel, en esta coyuntura política,
de la embajada de Estados Unidos?
-Ingerencia directa. Bolivia está hoy en la primera
línea de confrontación con el imperialismo estadunidense.
Hay que recordar que el anterior embajador, Manuel Ro-cha, llamó
abiertamente al electorado a no votar por Evo. Su sucesor, David Greenslee,
de nuevo es-taba presionando, antes de la caída de Goni,
para que los diputados de-saforaran a Morales. Su objetivo sigue siendo
destruir al MAS.
-¿Cómo enfrentar esa ingerencia?
-Hay que entender qué es lo que pasó el
17 de octubre en Bolivia. El pueblo perforó el modelo neoliberal
de Estados Unidos para América Latina. Pero en este es-fuerzo no
estamos solos. Tenemos la simpatía de muchos en el continente. Ahora
hay que seguir internacionalizando el proceso.
Peredo relata que en el momento más crítico
del recambio, víspera del día 17 de octubre, en Buenos Aires
un enviado del presidente Luiz Inacio Lula da Silva, y Stugglia, del gobierno
de Néstor Kirchner, firmaban convenios comerciales en la capital
argentina.
¿Qué posibilidades -cuenta Pe-redo que les
preguntó en llamada telefónica a Buenos Aires- hay de que
vengan a La Paz?
"En 10 minutos -dice- me volvieron a llamar. 'Mañana
vamos para allá', me dijeron. Así, mientras Sánchez
de Lozada firmaba su renuncia, en La Paz enviados especiales de Lula y
Kirchner se estaban reuniendo con las directivas de la Central Obrera Boliviana,
la Confederación de Sindicatos Unidos de Trabajadores Campesinos,
con el MAS y otros opositores. Y es que ese es uno de los pies para enfrentar
la injerencia de Estados Unidos: la internacionalización del proceso,
la integración del movimiento de resistencia en Bolivia con otros
procesos similares.
"El otro pie es la acción parlamentaria. Y lo fundamental
es man-tener nuestra presencia en las calles y las carreteras. Así,
sí es posible", concluye.
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