México D.F. Viernes 31 de octubre de 2003
Se consolidan AL y el Caribe como primera zona libre de la amenaza atómica
El gobierno cubano reforzará su adhesión al Tratado de Tlatelolco
El organismo rector del acuerdo sesionará la próxima semana en La Habana
GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL
La Habana, 30 de octubre. El organismo rector del Tratado de Tlatelolco, que proscribe las armas nucleares en América Latina y el Caribe, sesionará aquí la próxima semana, como una forma de resaltar la adhesión de Cuba al pacto y, en consecuencia, la proclamación de esta zona como la primera jurídicamente libre de la amenaza atómica.
El 18 periodo ordinario de sesiones de la Conferencia General del Organismo para la Proscripción de las Armas Nucleares en América Latina y el Caribe (Opanal), se celebrará el miércoles 5 y el jueves 6, con asistencia de los 33 estados miembros y otra veintena de países, organizaciones no gubernamentales y organismos internacionales.
Entre los participantes estará el subsecretario de Relaciones Exteriores de México para América Latina, Miguel Hakim, así como una misión oficial de Estados Unidos, en calidad de Estado vinculado al pacto, informó hoy el vicecanciller Abelardo Moreno.
El hecho singular del encuentro es que se realiza después de que Cuba ratificó el tratado hace un año, con lo cual concluyó el último trámite para que el pacto tuviera plena vigencia y sea desde entonces el fundamento legal de la primera zona desnuclearizada del mundo.
El tratado de 1967 fue un resultado indirecto de la crisis de octubre de 1962, el despliegue de misiles nucleares soviéticos en Cuba, replicado por Estados Unidos con un cerco naval en torno a la isla y que puso al mundo al borde de una guerra atómica.
Aunque respaldó la idea de crear una zona libre de armas nucleares, Cuba rehusó adherirse al tratado mientras Estados Unidos mantuviera su política de hostilidad y coerción económica hacia la isla.
Sin embargo, el gobierno de La Habana firmó el 25 de marzo de 1995 y ratificó siete años más tarde el tratado, sin que cambiara esencialmente su objeción. ƑPor qué?
"Las condiciones del mundo han cambiado", explicó Moreno. "Nos encontramos ahora en circunstancias en que los tratados internacionales para algunas potencias han pasado a ser letra muerta".
"La lógica política nos indicó que era el momento en el que aquellos países que habíamos tenido reservas acerca de determinados instrumentos, debíamos abandonarlas, porque había cosas más importantes por las que luchar", dijo el vicecanciller.
Tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 y el viraje en la política de seguridad nacional de Estados Unidos (invasión de Afganistán, doctrina de guerra preventiva, confirmación de Cuba en la lista de "patrocinadores del terrorismo"), el gobierno de La Habana tomó tres decisiones:
a) Ratificó siete instrumentos para quedar plenamente adherida a los 12 mecanismos jurídicos internacionales contra el terrorismo (4 de octubre de 2001), b) Ratificó el Tratado de Tlatelolco (23 de octubre de 2002) y c) Se adhirió al Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares (4 de noviembre de 2002).
"No es porque nos sintamos más amenazados", dijo el viceministro Moreno, a cargo de Asuntos Multilaterales. "Indiscutiblemente lo estamos, pero esa no fue la razón, sino que vimos al multilateralismo y al estado de derecho cada vez más amenazados.
"No es que constituya una amenaza para Cuba. Es una amenaza para los países del Tercer Mundo", añadió el vicecanciller.
El Tratado para la Proscripción de las Armas Nucleares en América Latina y el Caribe es conocido como el Tratado de Tlatelolco porque fue una iniciativa de México y en la sede de su cancillería se abrió a la firma el 14 de febrero de 1967.
Su principal redactor, Alfonso García Robles (1911-1991), obtuvo por ello el Premio Nobel de la Paz en 1982, al cabo de una brillante carrera diplomática.
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