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México D.F. Viernes 17 de octubre de 2003
Reivindicaron su movimiento con un concierto de música gótica en el Zócalo capitalino
La policía generó histeria colectiva contra nosotros, lamentan darketos
Estos chavos son los que compran libros, leen, pintan y crean, asegura H Pascal
Aseguran que la ''raza oscura'' es gente con cultura, ''no vagos como dijeron los medios''
CHAVA ROCK ESPECIAL
Llegaron en banda, vistieron sus cuerpos de negro, muchos pintaron sus rostros de blanco, adornaron con anillos los dedos de sus manos, tiñeron de negro y rojo sangre sus cabellos. La raza oscura pobló poco a poco el miércoles pasado una de las esquinas de la plancha del Zócalo capitalino, frente al escenario en que se presentarían tres bandas emblemáticas de la música gótica en México: Eidillion, Lahylat y Exsecror Vecordia.
Es el primer concierto de gótico sinfónico que se hace en este lugar, lo que significó para los organizadores una cachetada con guante blanco a las autoridades, quienes tras los actos violentos suscitados en las marchas conmemorativas del 2 de octubre, catalogaron a los vándalos como punketos y darketos. Para el escritor H. Pascal, profesor de literatura en la Secretaría de Cultura, fundador del colectivo Goliardos y principal organizador del concierto, fue un error que "por un funcionario de Seguridad Pública (Marcelo Ebrard, secretario de Seguridad Pública del D. F.), quien hizo un comentario descontextualizado de que los supuestos agresores en la marcha del 2 de octubre eran punks y darks; por culpa de esto se ha generado una histeria colectiva; se repite nuevamente el hecho de que ser joven es malo, que ser joven en este país es ya motivo de sospecha. Estamos mostrando que no es así, que esta cultura (la oscura) está viva, que los chavos son gente creativa, que hace música, escribe, lee, pinta. Estos no son los que rompen vidrios, son los que crean. Por eso creamos círculos culturales de nuevas identidades y culturas urbanas".
De los lamentos a la naturamúsica
Las actividades se iniciaron a las cuatro de la tarde con una serie de pláticas y lecturas relacionadas con lo gótico, en uno de los foros que se armaron en el Zócalo, dentro de la Feria del Libro de la Ciudad de México. Algunos vendedores en los puestos de libros cercanos al foro mostraron su ingenuidad al cerrar sus locales cuando vieron llegar a decenas de chavos que iban a las pláticas y al concierto. El propio Pascal les reclamaba a los puesteros: "no sean tontos, estos chavos sí compran libros".
Cerca de las 20 horas subió al escenario Exsecror Vecordia, joven banda que sorprendió por su calidad musical. Prácticamente se dividieron en el escenario: de un lado los instrumentos básicos del rock y del otro los de la música clásica y antigua. Son nueve músicos de formación clásica que interpretan varios estilos, del barroco a la música renacentista y clásica contemporánea, todo ello combinado con dark y un poco de black metal: se le puede llamar gótico sinfónico.
Cuando empezaron a tocar, una intensa lluvia cayó, los cuerpos arropados de negro resistieron estoicos, movían sus cabezas al compás del cello de Carlos Corpse, quien también entonaba guturaciones cuando Amatista, la joven soprano, dejaba de cantar. El resto de la banda la integran Luis Eduardo Demián, batería; Troglo, clarinete soprano; Talía, violín; Oscar, primera guitarra; Ricardo Demencia, segunda guitarra; Nina, corno francés y Valdos, bajo. Sus temas hacen alusión a varios poetas, destacando su tema en referencia a El Cuervo, de Edgar Allan Poe.
Lahylat fue el segundo de la noche: góticos, pero más duros, más heavys. Dicen que manejan más el concepto del ser ante el mundo, lo tratan en versos poéticos que apenas y se entienden en la ronca voz de Guillermo, quien emite guturaciones que raspan la noche y al mismo tiempo libera un dejo de lamento. Todos lucen maquillaje blanco en sus rostros y adornos de pintura negra alrededor de sus ojos. Aunque se percibe un tinte de black metal, no son satánicos, sino que tienden hacia conceptos románticos. La lluvia seguía bañando a los casi mil asistentes, muchos de ellos refugiados en las carpas de la Feria del Libro. El grupo se completa con Cabra Kan en la batería, Arjun en la guitarra, Alfredo al bajo y Alfonso en los teclados.
Los últimos en salir fue el trío Eidillion. Otra notable demostración de la buena manufactura de la música oscura mexicana. Entre su repertorio incluyeron La Llorona, que es un pasaje sonoro por la cultura de este país. Un ejemplo de que este tipo de música puede tomar más aspectos de nuestra propia cultura que importar características de otras naciones, así se lo hizo saber el grupo Lacrimosa a Eidillion. Silvia Salai, la vocalista, es enigmática, de mirada profunda y canto hermoso. Es soprano, pero no ha tomado clases de canto: es lírica. Sube descalza al entarimado y recorre todo el escenario sin problema alguno, tiene un fácil desenvolvimiento. La acompañan Dimitri en la batería y Samael en los teclados, éste es quien reproduce todo el sonido sinfónico; por su instrumento salen las cuerdas, violines, flautas, guitarras. Estos jóvenes son wicas, lo que los católicos y cristianos llaman "brujos". Comentan que no encontraron un género musical con el cual identificarse y por eso crearon uno propio, surrealista: naturamúsica, ya que sus interpretaciones están cargadas hacia la escuela de música antigua, sobre todo. Al concluir su actuación, la vocalista aclaró: "no somos tontos, no somos vagos, tenemos cultura".
''La gente dark es artista''
El concierto terminó casi en sincronía cuando la lluvia se convirtió en ligera llovizna. Más de tres horas de música gótica sinfónica. Para cada agrupación fue una grata experiencia, pues, por su propuesta musical, nunca imaginaron que les brindarían este espacio.
En cada actuación la consigna fue muy clara: reivindicar un movimiento que fue dañado, desprestigiado. Ricardo, guitarrista de Exsecror Vecordia, señaló que mucha gente confunde a los darquetos con "todos los que visten de negro; es mala la generalización, porque la gente dark es artista". Guillermo, el vocalista de Lahylat, explicó su descontento por la forma en que manejaron la información algunos medios de comunicación: "La televisión influye en la opinión pública, porque si dice que los darquetos somos anarquistas y hacemos desmadre, la gente se lo cree. Nos gusta que la banda que vino al concierto haya aguantado, pese a la lluvia, porque saben que vienen a apoyar. Este concierto es apenas un primer paso para que los machines de la cultura se den cuenta (de) que la gente en la música gótica hace cosas interesantes".
Finalmente la vocalista de Eidyllion, Salai, quien es pitonisa, se mostró contenta por este logro: "Imagínate, es como una venganza personal, yo que odio tanto a los católicos y los tengo aquí enfrente: es magnífico", dice mientras señala la Catedral Metropolitana ubicada a un costado del Zócalo capitalino, y agrega: "También tengo mi parte diplomática, porque me mereció el respeto del gobierno de la ciudad de México por permitirnos estar aquí. Mostramos que somos educados, no lo que muestran los medios de comunicación", acotó la también joven pintora.
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