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México D.F. Viernes 17 de octubre de 2003
Pide recursos a la educación
El actual gobierno ni siquiera es buen gerente: Aboites
Tres años después de que la administración foxista se planteara como meta destinar 8 por ciento del producto interno bruto (PIB) a la educación, lo que incluye el presupuesto a este rubro a escala federal, estatal y municipal, no se tiene una política presupuestal clara para lograr ese objetivo, además de que es evidente la falta de oficio e incapacidad administrativa para canalizar los recursos, "llegando al extremo de que ni siquiera son buenos gerentes", afirmó Hugo Aboites, profesor-investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y miembro de la Coalición Trinacional en Defensa de la Educación.
El investigador señaló que el sobrejercicio en el que han incurrido las autoridades educativas "habla de una falta de oficio en la gestión, lo que en sí ya resulta grave, pues la inversión en materia educativa se ha mantenido prácticamente estancada desde la década de 1990"
Agregó que cualquier aumento generado en los dos años recientes en el gasto educativo, "si es que de verdad existe", no puede compensar el déficit generado en los 10 años anteriores, ya que desde 1994 "el gasto promedio por alumno en todos los niveles educativos era de 2 mil 521 pesos, mientras que para finales de la década era de 2 mil 503, es decir, prácticamente el mismo".
Si a ello, dijo, se agrega el aumento de la matrícula escolar, "lo que realmente tenemos es un retroceso, pues el presupuesto educativo debe ser dinámico e incluir a los nuevos estudiantes, pero también mejorar la calidad educativa, mientras que hoy en día no tenemos ni expansión de la matrícula con recursos suficientes ni calidad educativa".
Especialista en temas educativos, Aboites indicó que la agenda educativa impulsada por el gobierno del presidente Vicente Fox "pretende consolidar la calidad de la enseñanza mediante mecanismos de competencia que no son idóneos, porque vulneran un esquema de solidaridad y equidad educativa, como sucede en las escuelas de calidad, en las que sólo una pequeña proporción de los planteles recibe los recursos, marginando a los que más lo necesitan, es decir, en lugar de crear redes de solidaridad y el intercambio de experiencias, se fortalece la competencia para ver quién se queda con los recursos" LAURA POY SOLANO
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