México D.F. Viernes 17 de octubre de 2003
Nuestro empeño, construir un "continente
libre y justo", dice Lula da Silva
Pactan Argentina y Brasil dar prioridad a lo social
antes de pagar deuda externa
"Queremos crecer como sociedades integradas": Kirchner;
firman acuerdo de 20 puntos
STELLA CALLONI CORRESPONSAL
Buenos Aires, 16 de octubre. El presidente argentino,
Néstor Kirchner, y su par brasileño, Luiz Inacio Lula da
Silva, firmaron hoy aquí el llamado Consenso de Buenos Aires, mediante
el cual ambos países -las mayores economías sudamercianas-
asumen la posición de dar prioridad a la cuestión social
antes que a los compromisos financieros externos.
Lula,
quien llegó anoche a esta capital, dijo ante el Congreso que "estamos
los dos países) llamados a desempeñar un papel decisivo en
la construcción de un continente libre y justo". Kirchner habló
de la importancia de fortalecer "una asociación estratégica".
El mandatario argentino recibió al visitante con
un fuerte abrazo a su llegada a la Casa Rosada, y después firmaron
el documento con el cual ambos países intentan "conformar un espacio
económico, político y cultural unificado que nos permita
crecer como sociedades integradas y modernas", dijo Kirchner.
El eje del Consenso de Buenos Aires, de 20 puntos, está
en asumir una posición común frente a los acreedores externos
para enfrentar la responsabilidad sobre la situación social y las
desigualdades. Así, el desarrollo social y económico y las
pautas fijadas de recuperación, no podrán ser relegados por
cumplir compromisos externos.
Para algunos analistas, se reivindica así la llamada
"cláusula social" que el gobierno argentino desarrolló en
su reciente negociación con el Fondo Monetario Internacional, y
podría ser la base de la posición que ambos países
tomarán dentro de un mes en Miami , donde se realizará una
conferencia de ministros del Area de Libre Comercio de las Américas
(ALCA).
Hay quienes consideran que el Consenso de Buenos Aires
podría aparecer como simbólicamente contrapuesto al llamado
Consenso de Washington, la base del modelo neoliberal que hoy estalla en
la región, e información llegada desde la prensa brasileña
mostró a uno de los artífices de aquel consenso, John Williamson,
sobre el peligro de volver a una política industrial o el riesgo
que los brasileños corren por asociarse a los argentinos.
El texto, por lo pronto, reafirma la decisión de
continuar "desde el Mercosur" las negociaciones hacia la formación
del ALCA, y habla de mantener las conversaciones de la Organización
Mundial de Comercio (OMC) con "bases equilibradas y con reales perspectivas
de éxito, en particular en el campo agrícola".
Durante esta jornada, la agenda de Lula fue seguida por
la simpatía de los porteños, que lo aplaudieron cuando frente
al monumento al Libertador General San Martín dijo que "nos embarcamos
en un ambicioso proyecto para construir una comunidad de naciones unidas
y solidarias". El ex obrero brasileño fue nombrado ciudadano ilustre
de Buenos Aires y recibió las llaves de la ciudad.
Cuando era candidato presidencial, Kirchner recibió
el apoyo de Lula, y el argentino hizo su primer viaje oficial a Brasil
el pasado 11 de junio.
Algunos grupos económicos y también sectores
mediáticos han intentado hablar de desavenencias, celos y otros
asuntos que podían producir un alejamiento entre ambos mandatarios,
pero al parecer la visita trata de abortar esos rumores. "Es el mejor momento
de los dos", declaró el asesor de Lula, Marco Aurelio García,
al diario Página/12, y agregó que " hay ruidos porque
todo está muy bien".
La visita de Lula ocurrió el mismo día en
que el centro de Buenos Aires -donde se encuentra la casa de gobierno-
sufrió un breve pero masivo apagón, justamente un día
después de que las compañías de electricidad privatizadas
insistieran en que sin un aumento de las tarifas el servicio se verá
afectado. "Queremos creer que fue un hecho casual", dijo el jefe de gabinete,
Alberto Fernández.
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