México D.F. Viernes 17 de octubre de 2003
Kirchner y Lula acuerdan enviar una misión
de observadores a La Paz
Cuba atribuye al neoliberalismo la violencia y las
muertes en Bolivia
EU reitera su apoyo a Sánchez de Lozada Solidaridad
con bolivianos en ciudades de AL
AFP, DPA Y REUTERS
La Habana, 16 de octubre. Cuba afirmó hoy
que sigue con "gran preocupación" los sucesos en Bolivia y denunció
que el causante "de la violencia y la sangre derramada es el neoliberalsismo".
Al mismo tiempo, los presidentes de Argentina, Néstor
Kirchner, y de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, acordaron en Buenos Aires
enviar este viernes una misión de observadores a Bolivia encabezada
por los diplomáticos Eduardo Sgiuglia (argentino) y Marco Aurelio
García (brasileño), e intentarían mediar entre gobierno
y oposición.
La
cancillería cubana señaló que "lo que ocurre allí
es el resultado de una profunda y prolongada crisis social y económica,
agudizada hasta niveles inostenibles como resultado de la aplicación
de políticas neoliberales impuestas a América Latina por
Estados Unidos".
De acuerdo con un comunicado difundido por la televisión
estatal, refirió "los crecientes índices de pobreza y desigualdad,
el saqueo, la exclusión de sectores cada vez más amplios
de la sociedad boliviana y las desmedidas exigencias externas", todo lo
cual "ha creado condiciones para el estallido popular".
No obstante, se pronunció contraria a cualquier
intento de injerencia extranjera en los asuntos internos de Bolivia, al
considerar que el actual conflicto debe ser resuelto por los propios bolivianos.
Siempre, dijo, sobre la base de una solución justa y sin nuevos
derramamientos de sangre sino apelando al diálogo interno y los
más sagrados intereses de la nación.
A su vez, Kirchner y Lula analizaban la convulsión
política que atraviesa Bolivia, y estuvieron de acuerdo en mantenerse
"alertas" ante la evolución de los acontecimientos y dispuestos
a colaborar en caso de que pudieran ser requeridos por el gobierno de Gonzalo
Sánchez de Lozada.
Se ofrecen como mediadores
El gobierno de Lula estaba incluso listo para enviar un
negociador a Bolivia si así lo solicitaba La Paz, declaró
el canciller Celso Amorim. El asesor diplomático de la presidencia,
Marco Aurelio García, confirmó que el gobierno brasileño
se "dispone" a ayudar en la búsqueda de una salida pacífica
a la crisis del país vecino.
Fuentes diplomáticas en Buenos Aires señalaron
que el gobierno argentino no descarta ofrecerse como mediador entre las
diferentes partes en conflicto. Por lo demás, el gobierno considera
que "existe consenso entre los países de la región para que
en caso de un golpe de Estado en Bolivia el país andino quede aislado",
indicó un portavoz de la Casa Rosada.
El presidente Kirchner expresó que "la situación
en Bolivia desgarra a los latinoamericanos", y confirmó que analizaba
con Lula el problema para luego tomar una decisión, en decalaraciones
hechas poco antes de anunciarse el envío de emisarios de ambos países
para tratar de colaborar en Bolivia.
En La Paz, el canciller boliviano Carlos Saavedra anunció
que los emisarios de Buenos Aires y Brasilia intentarán mediar entre
el presidente Sánchez de Lozada y la oposición que encabezan
los dirigentes indígenas Evo Morales y Felipe Quispe.
El gobierno de Brasil también confirmó que
Lula ordenó la evacuación de unos 53 brasileños varados
en La Paz, y al efecto se dispuso al menos de dos aviones de la Fuerza
Aérea y un helicóptero que se encuentran en la zona fronteriza.
Otro tanto hacían las autoridades chilenas que
coordinaban un operativo para rescatar a una treintena de sus conciudadanos
atrapados en Bolivia, mientras que Perú dijo que enviará
este viernes un segundo avión para sacar a unos 50 peruanos de dicha
ciudad, aunque en El Alto se informó de 80 peruanos varados en el
aeropuerto.
Comerciantes chilenos se declararon confiados en que la
crisis en Bolivia no paralice las negociaciones bilaterales para la firma
de un tratado de libre comercio. El líder de la Cámara Nacional
de Comercio chilena, Fernando Lihn, expresó no obstante preocupación
y deploró el sentimiento antichileno como uno de los detonadores
de la efervescencia social, reportó el corresponsal Enrique Gutiérrez.
Por su parte, Estados Unidos reiteró su respaldo
al presidente Sánchez de Lozada, e instó a la oposición
a acudir al diálogo con el gobierno para poner fin a la violencia.
El secretario de Estado adjunto para América Latina, Roger Noriega,
dijo estar preocupado por "elementos antidemocráticos" que busan
derrocar al régimen boliviano y que eso sería una "tragedia"
para el pueblo.
Mientras, Estados Unidos aconsejaba a sus ciudadanos retornar
de inmediato de Bolivia y abstenerse a quienes planeaban viajar allá,
Rusia llamó a evitar una mayor escalada de violencia en el país
andino, y el presidente del gobierno español, José María
Aznar, expresó su apoyo a las instituciones y al gobierno de Bolivia.
La coalición española Izquierda Unida expresó
su "solidaridad" con el pueblo boliviano. Otros actos de apoyo se desarrollaron
en Montevideo y Washington.
En la ciudad de México, decenas de personas se
manifestaron ante la embajada boliviana para exigir la renuncia del presidente
Gonzalo Sánchez de Lozada.
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