México D.F. Jueves 9 de octubre de 2003
Martí Batres Guadarrama
Carlos Salinas: Ƒsecretario de Gobernación?
Dias aciagos esperan otra vez a los mexicanos. La cosa está más grave de lo que pensábamos. No es simplemente que Carlos Salinas esté ocupando el vacío que deja la incapacidad del presidente Vicente Fox. Es que Vicente Fox considera a Salinas un aliado de su proyecto. Y no un aliado ideológico simplemente, sino soporte político y operativo. Ha ocurrido un entrelazamiento inverosímil. El gobierno del cambio pide auxilio a lo peor del viejo régimen.
Salinas ha sido ya no digamos tolerado, sino discreta pero firmemente invitado a ser el operador central de la aprobación de las llamadas reformas estructurales.
Es el absurdo más absoluto. La autonegación. Si se trataba de que Salinas volviera a gobernar, špara qué entonces sacar al PRI de Los Pinos! Fox reniega de sí mismo y entrega su alma al mismísimo diablo.
Estamos ante una macabra paradoja. Una mala broma de la historia. Para hacer realidad el programa del "cambio" hay que entregar la operación del gobierno a los que fueron cambiados.
El mensaje involuntario es terrible. Tácitamente el gobierno panista nos dice a todos, a la nación entera, que su llegada al gobierno fue un error, que no era necesario, que Salinas debe seguir manejando al país, que él sí sabe gobernar y puede aplicar mejor su proyecto. Es la autonegación. Es la renuncia al papel renovador que la sociedad le asignó. Los "cerebros" del gobierno no buscaron a un ex priísta honesto para llevar a cabo reformas de avanzada social. No buscaron a quien aun dentro del viejo régimen luchara por la democracia para concretar la reforma del Estado. No, nada de eso, encontraron a un priísta que tiene las manos manchadas de sangre y el alma sucia de tanto dinero, para operar la realización de un nuevo sacrificio social de gran alcance.
La irresponsabilidad histórica, la traición, la candidez, la desesperación se mezclan en una conjugación suicida.
Comenzó Jorge Castañeda y lo siguió Santiago Creel. Buscaron oficiosamente a Salinas y le encargaron "las reformas". Algo así como si los operadores de Ricardo Lagos le encargaran a Pinochet la conducción de la economía y los "acuerdos políticos".
Salinas, invitado, autorizado y alentado por el propio titular de Gobernación, juega el rol de secretario de Gobernación. Está de nuevo frente al tablero de operaciones. Aprieta botones; levanta el teléfono una y otra vez; invita a comidas y cenas; se mete a los asuntos internos de todos los partidos; designa a más de un coordinador legislativo; lanza consignas; ubica a los enemigos, espía y susurra. Está activo y tiene una agenda muy cargada. Desde su periódico tira línea todos los días y una anémica clase política le va comprando sus fobias.
Sataniza al cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo para tejer una cortina de humo que impida el reinicio de las investigaciones del caso Posadas, que lo salpica directamente a la cara. Grilla en la UNAM contra Juan Ramón de la Fuente y pretende influir en la sucesión de Canacintra para reposicionar a los Kahwagi. Tiene sus candidatos para la renovación del Instituto Federal Electoral y hace labor minuciosa con los senadores para aislar a Bartlett en relación con el tema eléctrico. Quiere castigar a Telmex, promoviendo la apertura de la telefonía básica a un 100 por ciento al capital extranjero. Y, sobre todo, manda sus mensajes amenazadores todos los días contra el gobierno de la ciudad de México.
šNi siquiera Zedillo admitió semejante situación!
Salinas espera ansioso la aprobación de las "reformas" para alzarse con la victoria, reivindicar la ruta que él trazó desde los años ochenta, reconstruir el pacto con las trasnacionales estadunidenses y controlar la sucesión presidencial de 2006.
Sus operadores están actuando con todo su poder político, sus habilidades seductoras, su capacidad de cooptación y de compra y su fuerza amenazadora.
La maestra y Diego, Madrazo y Manlio, Montiel y el Maseco.
De concretarse esta ruta, el presidente Fox será avasallado y el secretario de Gobernación, Santigo Creel, se convertirá en figura decorativa.
El descontento social se orientará contra el gobierno federal. Fox cargará con los costos y Salinas con las ganancias. La turbulencia política y la irritación de las clases populares se incrementarán. El gobierno de la República aparecerá como enemigo del nacionalismo mexicano y de los más pobres.
Salinas es el más grave foco de ingobernabilidad que existe hoy, šy Gobernación no se da cuenta!
Sin embargo, no hay fatalidad. El destino se construye. Es posible otra ruta. Ojalá los senadores comprendan el valor histórico y el significado político y social que tendría hoy en día su claridad y su firmeza.
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