México D.F. Jueves 18 de septiembre de 2003
Ante el jefe de Gobierno, Jiménez Guzmán
se quejó de que el PRD no cumplió pacto
Reclama PRI respeto y abandona sesión
Más que incumplimiento de acuerdos es una cuestión
política y de espacios: Bejarano
GABRIELA ROMERO Y RAUL LLANOS
Con el argumento de que la fracción mayoritaria
del sol azteca en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) incumplió
los acuerdos pactados, los integrantes de la fracción priísta
abandonaron la sesión en la que el Ejecutivo local, Andrés
Manuel López Obrador, rendía su tercer Informe de gobierno.
Apenas habían transcurrido 15 minutos de la sesión
cuando el coordinador de los priístas, Manuel Jiménez Guzmán,
segundo en el turno, subió a tribuna a fijar el la posición
de su partido. Utilizó su tiempo para criticar la inseguridad en
la ciudad y la política asistencialista, tributaria y metropolitana,
y apremió a aprobar la reforma política (frenada por su partido
en el Senado).
Y
a pesar de lo que hasta hace seis meses postulaba la anterior fracción
del PRI en la ALDF -por considerarla inviable para las finanzas del DF-,
ayer Manuel Jiménez afirmó: "sí a la pensión
universal, pero no a los 70, sino a los 60 años".
En la parte final de su intervención alegó
que ha habido incumplimiento del acuerdo de civilidad que propuso, por
lo que él, sus diputados y el dirigente del PRI en esta ciudad,
Florentino Castro, abandonaban la sesión, y así lo hicieron.
Más tarde, ante los medios dijo que analizarán las condiciones
que se requieren para regresar a las sesiones.
Poco después, el líder de los diputados
del PRD, René Bejarano, aseguró que más que un problema
de incumplimiento de acuerdos era una cuestión "política"
y de "espacios". El vicecoordinador perredista, Carlos Reyes Gámiz,
sostuvo que la respuesta priísta se debió a que Jiménez
Guzmán no tiene control sobre sus legisladores y eso lo lleva a
firmar acuerdos y luego echarse para atrás. Inclusive, el coordinador
pevemista Bernardo de la Garza sostuvo que Manuel Jiménez ha estado
de acuerdo con lo que han firmado en la Comisión de Gobierno.
Adentro, en el recinto, la sesión siguió
su curso normal. El coordinador panista, José Espina, al fijar la
postura de su fracción, retomó el tema de la deuda y se refirió
a la poca capacidad de recaudación de ingresos propios y la cada
vez mayor dependencia de los recursos federales de esta administración.
Correspondió al vicecoordinador del PRD, Carlos
Reyes, presentar la posición de su bancada y aclaró que una
izquierda moderna reconoce y respeta la diversidad. "No seremos como aquellos
que han buscado atropellarnos o que ni siquiera se dignan escucharnos.
No habrá avallasamientos con las minorías políticas,
pero no permitiremos abusos ni chantajes."
En su oportunidad, el coordinador del PVEM, Bernardo de
la Garza, subrayó que a diferencia de la anterior legislatura, ahora
esperan el trato "democráticamente respetuoso que merece la ciudadanía
que representamos. Que el autoritarismo, por más carismático
que sea, quede en el pasado, máxime que contradice su propia pretensión
de ser un gobernante democrático".
Fue más allá al advertir al Ejecutivo local
que buscará, con el apoyo de sus diputados, que la Cámara
de Diputados no le aprueba más endeudamiento, ya que se ha "incrementado
enormemente desde su arribo a esta responsabilidad". De hecho, aseguró
que compartían con él su queja sobre el Fobaproa, pero lo
invitó a recapacitar en materia de deuda, porque al ritmo que va
"usted está generando otro Fobaproa", y que el único mecanismo
para saldarla sería su "ciudadanización y federalización".
La ceremonia terminó tres horas después
con un discurso del presidente de la mesa directiva, René Bejarano,
quien convocó al "diálogo mutuamente respetuoso, alejado
de la descalificación y el oprobio", y a anteponerlo en la solución
de diferencias.
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