México D.F. Jueves 18 de septiembre de 2003
"Es una vieja deuda", dice Robert E. White,
embajador estadunidense en los años 80
Acusan en EU a ex aviador salvadoreño por el
asesinato del arzobispo Romero
Alvaro Rafael Saravia tuvo un papel clave en la eliminación
del religioso, afirma el Post
DPA
Washington, 17 de septiembre. Un oficial retirado
de la fuerza aérea salvadoreña, Alvaro Rafael Saravia, quien
presuntamente reside en Estados Unidos, fue acusado ante la justicia estadunidense
de haber estado involucrado en el asesinato del arzobispo de El Salvador,
Os-car Arnulfo Romero, en 1980, informó hoy el diario The Washington
Post.
El caso iniciado esta semana en los tribunales del estado
de California acusa a Saravia, de 57 años y retirado de la fuerza
aérea de El Salvador, de haber tenido un papel clave en el asesinato
de Romero.
Según documentos del caso, Saravia ob-tuvo las
armas, los vehículos y otros materiales utilizados en el asesinato,
y pagó al sicario para llevar adelante la operación.
La
acusación dice que fue el chofer de Saravia quien llevó al
asesino hasta la iglesia a perpetrar el atentado.
Saravia era mano derecha del entonces ex oficial de inteligencia
de la Guardia Nacional, Roberto D'Aubuisson, posterior líder ultraderechista
creador de los escuadrones de la muerte en la nación centroamericana.
Romero, quien se había convertido en un abierto
crítico de los vejámenes perpetrados por los escuadrones
de la muerte de la derecha salvadoreña, fue asesinado el 24
de marzo de 1980 con un tiro que le atravesó el corazón mientras
oficiaba una misa.
Su asesinato indignó al mundo y se transformó
en la cara visible y símbolo de las 75 mil personas que fueron asesinadas
por los escuadrones de la muerte en el contexto de la guerra en
el país centroamericano.
El caso fue iniciado en nombre de un pariente de Romero
que reside en Estados Unidos por el Centro para la Justicia y la Responsabilidad,
grupo de derechos humanos con sede en San Francisco.
La organización indicó que la identidad
del denunciante será mantenida en secreto por razones de seguridad.
La acusación contra Saravia se realizó ante
los tribunales de California porque el último domicilio conocido
del oficial es en la ciudad de Modesto, en ese estado.
Saravia llegó Estados Unidos a mediados de la década
de los 80 e instaló un negocio de venta de repuestos de automóvil.
En 1987 fue arrestado por funcionarios de inmigración
de Estados Unidos y se inició un proceso de extradición a
pedido de fiscales de El Salvador, pero el esfuerzo fue abandonado y Saravia
fue liberado después de 14 meses en la cárcel bajo cargos
de violación de las leyes de inmigración.
Llamados de teléfono a su domicilio de entonces
en Modesto no fueron respondidos. Se desconoce su paradero actual.
Activistas de derechos humanos de El Salvador residentes
en Estados Unidos y organizaciones humanitarias de este país celebraron
la iniciativa.
Entre ellos se encuentra Juan Romagoza Arce, médico
salvadoreño que fue víctima de torturas durante los años
de represión.
Romagoza Arce fue uno de los tres de-nunciantes que ganó
un juicio contra dos generales torturadores de El Salvador, en el cual
se les concedió a las víctimas una reparación de 54.6
millones de dólares.
Con ese dinero, Romagoza Arce fundó la Clínica
del Pueblo en Washington, donde atiende en forma gratuita a inmigrantes
latinoamericanos sin recursos económicos o cobertura de salud privada.
"Cuando escuché las noticias, quería llorar,
quería bailar", dijo Romagoza Arce. Romero "representa a las 75
mil personas asesinadas en El Salvador, y ahora su muerte será investigada
por primera vez", agregó.
El embajador de Estados Unidos en El Salvador, en la época
en que Romero fue asesinado, Robert E. White, quien actualmente dirige
la organización progresista Centro de Política Internacional,
en Washington, también celebró la noticia. El juicio contra
Saravia "es una vieja deuda", indicó.
La noticia de la apertura del proceso judicial causó
"júbilo" entre promotores de derechos humanos, dijo hoy en San Salvador
uno de sus líderes, Benjamín Cuéllar.
El director del Instituto de Derechos Hu-manos de la Universidad
Centroamericana agregó que en El Salvador "la justicia no ha sido
posible porque se decretó una amnistía que cubre a todos
los que cometieron crímenes de lesa humanidad".
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