Hoy enfrenta a su verdugo Shane Mosley

De la Hoya, por la reivindicación o el retiro

AGENCIAS

Las Vegas, 12 de septiembre. A los 30 años y después de haber ganado fama y dinero a montones, Oscar de la Hoya confiesa que "aún tengo mucho fuego por dentro para enfrentarme a los mejores''. Con ese espíritu expondrá este sábado sus cinturones de campeón superwelter del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) y la Asociación Mundial de la especialidad (AMB) ante un rival que ya lo ha derrotado dos veces, el estadunidense Shane Sugar Mosley.

Este venció por primera vez al Golden Boy cuando ambos transitaban en el amateurismo, y la segunda fue por decisión dividida, el 17 de junio de 2000.

Mañana se verán las caras por tercera ocasión, en la que el pugilista del este de Los Angeles se presenta con todo un renovado equipo, nuevo entrenador (Floyd Mayweather) y debuta como promotor en lo que él ha marcado como la pelea más esperada de su vida, para continuar en el encordado o retirarse definitivamente del deporte de los puños en Las Vegas.

De la Hoya tiene una hoja de servicios de 36-2, con 29 nocauts, mientras Mosley ha venido de más a menos desde que le ganó al Niño Dorado y su foja es de 38-2, con 35 por la vía del cloroformo.

Por otra parte, en la jornada boxística sabatina de la capital mexicana, el colombiano Antonio Pitalúa y el oaxaqueño Noel Cortez disputarán el vacante cinturón Fecarbox superligero, en la pelea estelar Misiles en el Ring, en el salón Casino Real de la colonia Portales.