México D.F. Sábado 13 de septiembre de 2003
CUMBRE DE CANCUN
Alzas sin control de alimentos; una paleta cuesta
50 pesos; un emparedado, 45
Los representantes comerciales del mundo son víctimas
del libre mercado
Aumenta creatividad de los activistas para burlar las
medidas de seguridad y hacer protestas
ROSA E. VARGAS Y ROBERTO GONZALEZ A. ENVIADOS
Cancun, QR, 12 de septiembre. Quizá como
en ninguna otra, los ministros de la Organización Mundial de Comercio
(OMC) resienten aquí, en la sede de la quinta reunión cumbre,
los efectos de sus propias decisiones. Las ONG no les han dado tregua y
hasta los parodian.
Al mismo tiempo, el concesionario de las cafeterías
en el Centro de Convenciones les ha dado una lección de cómo
funciona un monopolio que puede fijar los precios a su antojo.
Aquí rigen, sin duda, los precios más altos
que se hayan visto en cualquier otra reunión de este tipo. Un jugo
de naranja, 20 pesos; un emparedado, 45 pesos; una paleta, 50 pesos; una
botella de medio litro de agua, 15 pesos, precio similar que tienen una
bolsa de papitas y los refrescos...
Al
mismo tiempo, y aunque cada vez se les restringe más el ámbito
de movimiento en el Centro de Convenciones, los alrededor de cien activistas
que tienen acceso al lugar han aguzado su creatividad y todos los días
dan muestras distintas de su inconformidad con la OMC.
Y hacen tanto que ahora, además de los arcos detectores
de metales, bolsos y portafolios son sometidos a revisión manual
para descubrir propaganda y otros artículos que ''cuelan'' representantes
de ONG para hacer sus montajes. Pero ni así.
Por la mañana, por ejemplo, un grupo se colocó
máscaras con fotografías del representante comercial estadunidense
Robert Zoellick y de su similar europeo Pascal Lamy. Desarrollaron una
parodia en la que el primero mostraba un talante déspota y gritón,
mientras el segundo actuaba sólo como su títere. Otros activistas
mostraban pequeños carteles en los que se leía "Stop the
bullying" y "Dump, la propuesta de la UE y EU".
De este modo se denunciaba lo mismo que reclaman los países
en desarrollo a través del ahora llamado G-22: la alianza de Estados
Unidos y la Unión Europea para impedir la derogación de los
subsidios a la exportación agrícola y que por cierto tiene
a esta reunión ministerial sumida en un estancamiento que se ve
difícil de superar.
Más tarde, otros activistas, entre ellos un productor
de café oaxaqueño, hicieron patente la problemática
que vive desde hace varios años este aromático y hasta se
dieron el lujo de regalar latas con muestras orgánicas.
Luego, una rubia mujer portando una gigantesca caja de
cigarros distribuyó un volante para informar de la existencia de
una compañía llamada Licensed to Kill y asegurar que es real
y que se fundó en marzo de este año en el estado de Virginia,
Estados Unidos, "con el propósito de manufacturar productos de tabaco
como una forma de matar cada año alrededor de 400 mil estadunidenses
y 4.5 millones de personas en todo el mundo y que tiene como eslogan: Nosotros
nos enriquecemos, ustedes mueren".
Un solitario muchacho logró también llegar
al Centro de Convenciones con una gran tortuga de tela y colgado de su
cuerpo un cartel que decía: "Salven a las tortugas marinas. No a
la OMC".
De este modo, el tercer día de trabajos de la cumbre
ha resultado muy movido. Sobre todo los reporteros adscritos a la reunión
ministerial pasaron la jornada corriendo entre la cobertura de las "acciones
directas" escenificadas por aquellos activistas que de mil modos se las
ingeniaron para burlar el cerco policiaco para llegar hasta el Centro de
Convenciones y los actos que realizan quienes, con gafete, efectúan
sus propias acciones en el interior del edificio sede.
¡Ah!, y no son pocos los que deben realizar excursiones
en busca de algo que comer a un costo menor a los exorbitantes precios
de lo que, feo y malo, puede comerse aquí adentro.
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