México D.F. Sábado 13 de septiembre de 2003
CUMBRE DE CANCUN
Amaga Gobernación con expulsar a extranjeros
que traspasen el cerco policiaco
Estadunidenses burlan la seguridad y llegan frente
al Centro de Convenciones
FABIOLA MARTINEZ ENVIADA
Cancun, QR, 12 de septiembre. Un grupo de 82 personas,
la mayoría jóvenes estadunidenses, burlaron la seguridad
desplegada en torno al Centro de Convenciones y lograron apostarse justo
frente a la sede de la quinta reunión ministerial de la Organización
Mundial de Comercio (OMC).
Casi tres horas después de tomar ese tramo
de la avenida Kukulkán, esos manifestantes fueron trasladados en
dos autobuses al lugar en el que pernoctan, ubicado a unos nueve kilómetros
de donde se realiza la cumbre de Comercio, no sin antes ser advertidos
por la Secretaría de Gobernación que si participaban en otra
acción similar serían expulsados inmediatamente del país.
La
estrategia que siguieron para traspasar los retenes policiacos y engañar
a todas las corporaciones destacadas en la zona hotelera de esta ciudad
fue muy sencilla: se vistieron con atuendo de playa, con gogles,
toallas, sandalias, trajes de baño y otros artículos, y caminaron
el trayecto que separa la sede de la reunión de la OMC del estadio
de beisbol Beto Avila.
La acción que puso de cabeza por más de
una hora a funcionarios del gobierno federal y a los jefes de las policías
local, federal y al propio Estado Mayor Presidencial, comenzó en
punto de las 18:45 horas cuando un grupo de 10 jóvenes -dos de ellas
mexicanas, una de origen italiano y el resto estadunidenses- se sentaron
en los carriles centrales de la avenida Kukulkán, enlazaron sus
manos y empezaron a gritar: ¡Sí a la vida, no a la OMC!
Minutos después empezaron a sumarse otros para
completar el grupo de poco más de 80 personas. Al mismo tiempo llegaron
funcionarios de la cancillería mexicana para intentar convencer
a los jóvenes de retirarse. La encargada de atención de las
organizaciones civiles de la cancillería, Melba Pría, les
pidió infructuosamente que se retiraran del lugar, con el argumento
de que obstruían el tránsito vehicular.
Los manifestantes aprovecharon para alzar la voz con cantos
y consigas acompañadas de sonidos de percusiones. Los mensajes iban
en inglés y español, y repitieron, siempre tomados de la
mano, ¡todos somos Lee!, ¡todos somos libres!, ¡Zapata
vive!, ¡la lucha sigue! y también: ¡no queremos, no
nos da la gana ser una colonia norteamericana!
Para entonces ya se había formado una enorme hilera
de automóviles que quedaron atrapados por la protesta, mientras
que decenas de elementos del Estado Mayor Presidencial no daban crédito
al engaño del que habían sido objeto por los "bañistas"
que unos minutos antes habían pasado frente a sus caras, en operación
hormiga, en grupos de tres o cuatro y hablando inglés.
Los gritos subían de tono y, sin reserva, los más
jóvenes no ocultaban sus rostros y tampoco su identidad. Señalaron
que no tenían ningún miedo a ser golpeados por la policía
y menos ser expulsados del país. Sacaron una manta con el mensaje:
"Cosecha tu soberanía". Algunos dijeron pertenecer a la organización
Queernation y al Rain Forest Action Network.
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