México D.F. Sábado 6 de septiembre de 2003
Junto a Inti-Illimani e Illapu interpretaron
''la sal y la pimienta del movimiento'' que lo apoyó
Salvador Allende devendrá poco a poco en Simón
Bolívar: Quilapayún
El legado del ''compañero presidente'' sigue
vivo, ahora tenemos que escapar del guardián del norte, advirtieron
Lamentan que en su país aún no se han hecho las paces
ARTURO CRUZ BARCENAS
Las tres agrupaciones más importantes del canto
popular chileno: Quilapayún, Inti-Illimani e Illapu, se presentaron
en el Auditorio Nacional la noche del pasado jueves para rendir homenaje
a Salvador Allende, "el compañero presidente", a 30 años
del golpe militar -acaecido el 11 de septiembre (otro 11-S) de 1973-, que
lo derrocó y acabó de facto con el gobierno de la
Unidad Popular. En dos pantallas, imágenes históricas mostraron
al mandatario, sus palabras, su ruta, su consejo de "vayan a sus casas
y acaricien a sus hijos, que el futuro es nuestro".
Ceceacheros, universitarios, politécnicos, militantes
de partidos políticos, familias que vivieron de diferente manera
los sucesos en el país sudamericano lanzaron "¡vivas!" al
médico que sostuvo una utopía social, política, ética.
La conductora Olga Morris abrió el espectáculo definiendo
la música que se escucharía como "la sal y la pimienta del
movimiento que apoyó a Allende".
Varias banderas de Chile y del Partido Comunista de ese
país ondeaban entre el público. Una gritería aplaudió
cuando subió Quilapayún, que sin más interpretó
La muralla. "Somos el Quilapayún de ayer, hoy y mañana.
Aquí estamos a pesar de dictaduras, cumpliendo con el mandato de
Salvador Allende, quien nos condecoró como embajadores culturales
de Chile".
En las grandes pantallas se sucedían las imágenes
de los tiempos de la Unidad Popular, y a "los Quilas" tocando en apoyo
a Allende. A 33 años de tales hechos. Los cantantes se oyen con
la voz quebrada por la emoción. Se proyecta la imagen del presidente
estadunidense Richard Nixon. Chiflidos y mentadas. Peor le fue a Augusto
Pinochet. Pero el grupo no centró su actuación en los cantos
de contenido político. Han evolucionado y sus temas son de una elevada
calidad que "ya no tienen nada que ver con El cóndor pasa".
Tocan Tempori, instrumental. De Carlos Puebla se
escucha Soy del pueblo. Letras de Vicente Huidobro: "una mirada
para abatir el albatros". De Federico García Lorca: "Cuando yo me
muera, enterradme con mi guitarra".
"¡El pueblo, unido, jamás será vencido!",
en la reivindicación de una historia que muchos quieren negar. "¡Se
ve, se siente, Allende está presente!"
Nuevas
imágenes de Allende. Su "no voy a renunciar a la Presidencia". Su
discurso en Naciones Unidas. Los Inti: "Celebramos la vida nueva, la ética
que fue la vida de Salvador Allende. Nuestra voz se une a quienes se reunirán
en el estadio Nacional de nuestro país para recordar al compañero
presidente".
Un deseo, una convicción: "Que la memoria no sea
un ancla". La vida sigue. Cantan Vino del mar, dedicada a la luchadora
social Martha Ugarte, a quien abrieron el vientre con un puñal y
luego fue lanzada desde un helicóptero al mar, que la regresó
a una playa. Fue un tema triste.
En las pantallas aparece la palabra "Réquiem".
Son las 7:15 del 11-S de 1973. Allende habla a su pueblo. El golpe está
desatado. El bombardeo sobre La Moneda. Los militares cateando transeúntes.
Llega Illapu, que se define como un alumno de los Inti y los Quilas. "Es
la primera vez que estamos juntos en un escenario; recordamos a Allende,
cuyo legado está vivo. Ahora tenemos que hallar caminos para escapar
del guardián del norte".
Tocan Ojos de niño, Mande Mandela
y varias instrumentales que muestran su desarrollo musical. Entre el público,
varios querían oír las canciones de batalla, de los tiempos
de la Unidad Popular. No fue así. No se escucharon los cantos combativos
de Víctor Jara, por ejemplo.
El reloj marca las 12 de la noche. Entre aplausos suben
los tres grupos. Todos, músicos y público, cantan Candombe
para José (llamada en México El negro José).
Acaba el concierto. Los chilenos Guillermo Ravest Santis
-quien fue director de Radio Magallanes, emisora que apoyó a Allende-
y su esposa Ligeia Balladares señalan que todo estuvo más
o menos bien, pero que esperaban otros temas.
Al respecto, Roberto Márquez, líder de Illapu
(rayo, en voz quechua), dijo que los integrantes de los tres conjuntos
han cambiado, ''pero eso no quita ningún mérito, pues siguen
teniendo la misma fuerza frente a la música y la vida. Han cambiado
las circunstancias, pero nuestras canciones han tenido su propio desarrollo
y estamos vigentes.
"También el legado de Salvador Allende es totalmente
vigente. Se dice que el mundo es otro, que ya no existe el socialismo real,
que ya cayó el Muro de Berlín, pero en América Latina
seguimos sufriendo las mismas carencias, los mismos problemas, a pesar
de la riqueza de distinta índole, pero que está mal distribuida.
Tal vez la forma ha cambiado, pero el fondo es el mismo. Tenemos un discurso
que aún tiene mucho que decir, sobre todo en los países del
llamado Tercer Mundo".
Para Horacio Durán, de Inti-Illimani, es restringido
llamar a la música que hacen como de protesta. "Ese término
lo hicieron los estadunidenses, la maldita vecindad de ustedes, para encasillarnos,
para encerrarnos, pero no sólo a nosotros, sino a los cantantes
progresistas de Estados Unidos. Protesta, ¡ah!, siempre protestan;
son quejosos. Nosotros, como seres humanos, tenemos el sagrado derecho
de reclamar por la injusticia, pero nosotros somos artistas.
"Este fue un concierto de tres grandes grupos musicales
de Chile, con calidad. Manifestamos nuestra inconformidad, pero no nos
van a seguir encasillando, diciéndonos que estamos muy pasados de
moda. Hemos hecho historia en Chile y en América Latina. Pero lo
nuestro no es todo música andina. Aquí cantamos La Malagueña,
mexicana. El desafío para un artista es saber presentar lo nuevo
al público."
Rodolfo Parada, de Quilapayún, expresó que
el concierto permite reflexionar que en Chile no se han hecho las paces.
"Ayuda a reavivar la memoria, para que ésta no se pierda y se resalte
el espíritu de dignidad, valentía y coraje de un devenir
histórico que sobrepasa los márgenes de la izquierda, del
socialismo. Allende es un personaje latinoamericano que poco a poco devendrá
en alguien como Simón Bolívar".
El domingo 7 de septiembre, de 12 a 18 horas, se efectuará
Allende vive, conmemoración a 30 años del golpe de
Estado en Chile, en el Zócalo capitalino. Habrá testimonios
fotográficos, videos, artesanías, carteles y torneos de ajedrez,
además de la presentación de Altue, Tehua, Los Folkloristas,
Quilapayún e Illapu.
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