México D.F. Sábado 6 de septiembre de 2003
El público, entre los ganadores de ese
vasto proyecto de educación musical
Mañana entregan el premio Eduardo Mata
PABLO ESPINOSA
El polaco Tomasz Golka, el alemán Alexander Mayer
y el ruso Victor Kulikov resultaron finalistas en la culminación
de la segunda etapa eliminatoria del primer Premio Internacional Eduardo
Mata de Dirección de Orquesta, cuya conclusión se realizará
la tarde de este domingo 7 en la Sala de Conciertos Nezahualcóyotl.
Los seis semifinalistas que habían llegado a la
cuarta jornada consecutiva de la serie eliminatoria ocuparon la mañana
del viernes para argumentar, sin palabras pero con batuta, al frente de
la Orquesta Filarmónica de la Universidad Nacional Autónoma
de México (OFUNAM) el por qué deberían llegar cada
uno de ellos a la siguiente etapa sin pasar por la muerte súbita.
Al
mediodía, luego de que cada uno de los seis semifinalistas tuvo
la batuta y el mando de la orquesta durante 25 minutos, se quedaron en
el camino las dos mujeres que habían demostrado su valía
entre 130 aspirantes: la taiwanesa Carolyn Kuan y la coreana Sun Young
Lee. La misma suerte corrió el mexicano Pablo Varela, quien había
logrado su ingreso al grupo de los 12 magníficos ocupando una vacante
de último minuto.
La eliminatoria penúltima ocurrió como paráfrasis
de un poema de Octavio Paz: dejó el pasado en claro. La jornada
del viernes fue una sumatoria de virtudes que sirvió para forjar
los criterios de eliminación. Es decir, quedó claro que el
certamen siguió su decurso lógico cuandofueron declarados
semifinalistas sólo tres de entre los 12, pero eso significó
sumar 12 talentos de solvencia mayor, y como se trata de una lógica
de concurso, la metodología selectiva obligaba al jurado a dejar
el contingente final en número menor.
Para los asistentes a estas formidables jornadas matutinas
en la Sala de Conciertos Nezahualcóyotl fue clarísima esta
ventana al mundo musical de nuestros días, esta manera de tomarle
el pulso a la salud cultural del mundo. Porque los certámenes musicales,
las clases magistrales que suelen ofrecer los grandes maestros, y las distintas
convocatorias que aglutinan los talentos que pueblan el planeta, funcionan
así, como una forma de respiración comunitaria.
Instrumenta, programa permanente
El
primer Premio Internacional Eduardo Mata de Dirección de Orquesta,
de tal forma, cobra su dimensión real: por supuesto que no se trata
de un concurso, un acto ni mucho menos un show. Es, en cambio, un
vasto proyecto cultural de largo alcance, que lleva muchos años
de preparación, que tiene fundamentos sólidos y claros, que
no se agota en los resultados que conoceremos el domingo, sino que se engarza
con sus antecedentes inmediatos y los aconteceres por venir.
Este premio para directores de orquesta jóvenes
está instrumentado como continuidad de la intensa actividad académica
y concertística recientemente celebrada en la ciudad de Puebla (y
que documentamos en estas páginas en su momento), y tendrá
continuidad con el primer Premio de Composición Rodolfo Halffter,
de cuyos pormenores informaremos también en su oportunidad.
Todo este proyecto se llama Instrumenta, y forma parte,
a su vez, del programa Oaxaca, música y cultura, que encabeza el
promotor cultural Ignacio Toscano. Instrumenta es un programa permanente
de desarrollo musical que abarca cuatro rubros: la educación, la
creación, la producción y la preservación de la música.
Interpretarán Ficciones, de Mario Lavista
Visto
en su justa dimensión, el primer Premio Internacional Eduardo Mata
de Dirección de Orquesta llega a su eliminatoria final de manera
esplendorosa. Lo que le espera al público que seguramente llenará
la Sala de Conciertos Nezahualcóyotl mañana a partir de las
seis de la tarde (los precios de todas las localidades se unificarán
en cien pesos) será una sesión apasionante, fructífera
e imperecedera.
El jurado que preside el connotado formador de directores
de orquesta Gustav Meier, quien tiene entre su experiencia las sesiones
históricas de Tanglewood con los entonces jovencitos desconocidos
Zubin Mehta (flaco, irreconocible en las fotos de época) y el siempre
joven Leonard Bernstein (1918-1990), decidirá la tarde del domingo
entre los tres finalistas. Pero no será ni el polaco (a quien los
expertos que asistieron como testigos de calidad a las sesiones eliminatorias
ubican con mayores posibilidades) ni el alemán (que ha demostrado
un poderío atronador) ni el ruso (una suerte de caballo negro pero
rubio) el ganador único. Ya ganamos todos con la celebración
de este importantísimo hecho cultural.
Mientras tanto, el público disfrutará la
tarde del domingo tres veces esa obra maestra titulada Ficciones,
escrita por Mario Lavista y que dirigirá, al inicio del programa,
cada semifinalista al frente de la OFUNAM, y enseguida se rifarán
ellos sendas partituras sinfónicas de Brahms, Beethoven y Chaikovski.
Al finalizar esas ejecuciones, el jurado emitirá a su vez el veredicto,
entregará los premios y el público se retirará feliz,
portando en mente y corazón el premio mayor: haber atestiguado y
haber formado parte, como beneficiario, de un verdadero avance cultural.
|