México D.F. Sábado 6 de septiembre de 2003
Entregar suministro a grandes consumidores condenará
a la CFE a desaparecer
La reforma eléctrica, propuesta ante las presiones
de FMI y BM a México: experto
El gobierno destinaría recursos para auxiliar
al fragmento de bajos recursos, advierte Viqueira
ISRAEL RODRIGUEZ
La reforma de la industria eléctrica mexicana propuesta
por el presidente Vicente Fox es, sin duda, resultado de las presiones
del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial y de sus políticas
de privatización y desaparición de las empresas públicas,
que ha tenido resultados negativos en numerosos países, como lo
ha alertado el premio Nobel de Economía 2001, Joseph E. Stiglitz,
aseguró el ex subdirector de la Comisión Federal de Electricidad
(CFE), Jacinto Viqueira.
Advirtió
que al entregar a empresas privadas extranjeras el suministro de los grandes
consumidores de energía eléctrica, que son los que proporcionan
ganancias a la CFE y le permiten subsidiar a los consumidores de bajos
recursos, se condena a la empresa estatal a la quiebra y a la desaparición.
El también profesor emérito de la Facultad
de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México
(UNAM) consideró que las empresas privadas no se van a interesar
en estos últimos consumidores y el gobierno federal tendría
que destinar recursos para auxiliarlos, mientras aquéllas se llevarían
las ganancias al extranjero.
Entrevistado en la división de Energía Eléctrica
de la Facultad de Ingeniería, Viqueira Landa advirtió que
se pretende organizar el funcionamiento de la industria eléctrica
con un esquema de mercado eléctrico similar al que acaba de fracasar
en el estado de California, modelo fallido debido a la especulación
de las empresas particulares de generación, entre ellas la ya famosa
Enron, que condujo a una elevación enorme de los precios de la energía.
La CFE, que es una empresa rentable, puede financiarse
como en el pasado, al recurrir a los mercados financieros internacionales
y nacionales, incluyendo modalidades como las de construcción, arrendamiento
y transferencia. "Lo que se requiere es dar una mayor autonomía
de gestión a esa empresa pública y eximirla de impuestos
desproporcionados como el llamado de aprovechamiento".
El especialista señaló que la reforma constitucional
propuesta por el presidente Fox recurre al mismo artificio que se utilizó
para la modificación en 1992 de la Ley de Servicio Público
de Energía Eléctrica, que consiste en restringir arbitrariamente
la extensión del concepto de servicio público.
Considerando la inconstitucionalidad de la reforma de
1992 de la Ley de Servicio Público de Energía Eléctrica,
debería modificarse ésta suprimiendo la categoría
de productor independiente y otras disposiciones que contradicen lo dispuesto
en el párrafo sexto del artículo 27 constitucional.
Explicó que los contratos existentes de productores
independientes, donde éstos no asuman ningún riesgo y tienen
sus ingresos garantizados, se convertirían en contratos del tipo
de construcción, arrendamiento y transferencia, pasando las plantas
generadoras a ser operadas por la CFE, lo que no presenta ningún
inconveniente y, por el contrario, tiene algunas ventajas para los inversionistas
extranjeros propietarios de esas plantas generadoras.
"La industria eléctrica nacional es una de las
realizaciones más exitosas de la ingeniería mexicana y no
debemos permitir que sea destruida por la aplicación dogmática
del fundamentalismo del mercado", destacó.
Jacinto Viqueira recordó que desde 1993 las políticas
de financiamiento del Banco Mundial cambiaron radicalmente. En un documento,
titulado El papel del Banco Mundial en el sector de la potencia eléctrica,
se fijan los siguientes principios: el Banco (Mundial) promoverá
agresivamente la comercialización y corporatización de los
sectores eléctricos de los países y la participación
del sector privado en ellos.
Un requisito para futuros préstamos será
el establecimiento de un proceso transparente de regulación del
sector eléctrico, independiente de los suministradores de energía
eléctrica y que evite la interferencia gubernamental en el funcionamiento
día con día de la empresa eléctrica, independientemente
de si ésta es de propiedad privada o pública.
Los compromisos del Banco (Mundial) para el sector eléctrico
se enfocarán a países con un compromiso claro para mejorar
el desempeño del sector, de acuerdo con los principios anteriores.
El profesor universitario y ex funcionario de la CFE manifestó
que la industria eléctrica de países en desarrollo como México,
con crecimientos altos de la demanda, pese a la crisis, es un negocio atractivo.
Si no lo fuera no se interesarían en ella los inversionistas extranjeros.
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